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La tumba del
zambullidor
PATRICIO
MANNS
Editorial Sudamericana
Chilena, 2001 Premio del Consejo Nacional del
Libro y la Lectura, en la categoría Cuentos Inéditos, año
2001
ACAPULCO (3)
El
hombre había decidido contemplar los saltos desde el borde del agua,
como todos los turistas. Se instaló en las inmediaciones del punto
donde caían y se hundían los cuerpos, con una negra copa de cuba libre
envuelta en una servilleta de papel, para que no se entibiara a causa
del contacto con la mano. Mirando hacia arriba consideró que la altura
perdía una parte de su prestigio. A la inversa era lo contrario:
impresionaba más contemplar el mar desde la cima del acantilado. Sin
embargo, ahora veía perfectamente los cuerpos delgados de los
muchachos perfilándose primero contra el cielo, con los brazos
abiertos en cruz y las antorchas ardiendo. Luego las antorchas partían
una de cada lado, los brazos se unían estirándose a ambos costados de
la cabeza, y el zambullidor caía en posición vertical, como una flecha
dorada. Apenas se oía el rumor del cuerpo rompiendo las olas: tal era
la perfección de su entrada en el agua. Se preguntó si el gentío
esperaba, con hipócrita horror, que uno de los chicos se desviara y se
despedazara. ¿Pues qué otra cosa podía significar su presencia allí,
toda la mañana y toda la tarde, bebiendo, comiendo, mirando cada salto
con morbosa excitación? Si no existiera el riesgo, no habría gentío,
como en los circos. Pero -se dijo- en los circos el horror el peligro
son falsos, pues una red protege todas las acrobacias y anula las
malas proezas aéreas. Aquí el juego es mortal, y no sólo por las
rocas: si un muchacho cae sobre el vientre puede partirse en dos y en
cualquier posición que no sea la correcta, destrozarse la columna
vertebral, pues se trata de un salto de al menos ochenta metros de
altura. El chico tenía razón: su pasión no constituía un riesgo, salvo
si uno dejaba de lado las preocupaciones mínimas para enfrentar las
montañas, los bolsones de vacío que se gestan dentro del aire, la
fuerza de los vientos en la altura.
.....
Vio saltar y caer al muchacho. -El estilo llevado a un grado
perfecto- murmuró.
..... El chico,
empapado de agua, hizo la ronda de los curiosos recibiendo las monedas
y luego vino a su encuentro.
..... -¿Con
qué carburas, mano?
...... -Con cuba
libre.
..... -Pos entrémosle a otras.
Allá hay un boliche. No te preocupes -dijo mirando la expresión
interrogativa del hombre- que después me iré a dormir una horita antes
de volver a saltar -lo miró añadiendo-: ¿Sabes? Hasta cuando duermo
sueño que salto.
( texto escogido
)
PATRICIO MANNS nació en la antigua
provincia de Bío-Bío, Chile. Dos textos iniciales, De noche
sobre el rastro (1967), Premio Alerce de la Sociedad de
Escritores de Chile, y de la Universidad de Chile, y Buenas
noches los pastores (1973), Premio Municipal de Novela
(Santiago, Chile), lo destacaron como una de las voces
promisorias de su generación.
Ha desarrollado una dilatada
obra como novelista, ensayista y poeta. Es también autor
teatral. En octubre del 2000 su obra La lámpara en la
tierra representó a Francia en el Festival de Teatro de
Berlín y se ha presentado en los mejores teatros de
Francia.
En 1973, se exilia en Francia, donde vive hasta el
año 2000, cuando regresa para radicarse en Chile.
En
Francia escribe el ciclo de las actas: Actas de Marusia
(1974), novela adaptada al cine, Actas del Alto Bío-Bío
(1984) y Actas de Muerteputa (1987).
En 1988 obtiene
la Beca Guggenheim de Literatura.
Su poemario Memorial
de Bonampak (1995) resume los pesares del pueblo maya
desde la conquista hasta hoy.
El corazón a contraluz (1996), editada en Francia y Argentina, tuvo una excelente
acogida de la crítica internacional al igual que El
desorden en un cuerno de niebla (1999). Memorial de la
noche (1998), publicada por Sudamericana y con varias
edicines, obtiene el reconocimiento tanto del público como de
la crítica.
En 1998 recibió el Premio Municipal de
Literatura de Chile, acordado en 1973 por Buenas noches los
pastores. Esta novela fue reeditada por Editorial
Sudamericana en octubre de 2000.
Chile: una dictadura
militar permanente. 1811-1999. (1999), es un ensayo
también editado por Sudamericana. En Francia acaba de aparecer Cavalier seul, edición de bolsillo (junio de 1999).
Ediciones B acaba de publicar La revolución de la
escuadra.
En septiembre de 2001 obtuvo el Premio del
Consejo Nacional del Libro y la Lectura en la categoría de
cuentos inéditos bajo el nombre Corre hasta los árboles que Editorial Sudamericana Chilena incorpora a su Colección
Relatos con el título La tumba del
zambullidor.
( de la contratapa.
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