..... Es
increíble el interés que despiertan hoy día entre nosotros los
escritores de primer plano.
..... Es una
satisfacción que no alcanzaron a conocer los antiguos, porque sus obras
tuvieron por lo general una escasa resonancia social y sus vidas
discurrieron en medio de una indiferencia lindante a veces con el
anonimato.
..... Lo decía anteayer el
propio Manuel Rojas Sepúlveda, gratamente sorprendido al advertir cómo
la vasta Aula Magna de la Escuela de Derecho de Valparaíso se hacía
literalmente estrecha para contener a un público expectante que aspiraba
a conocer, de cuerpo presente, al Premio Nacional de Literatura de 1957
y que quería, especialmente, escuchar de sus propios labios la resumida
historia íntima de sus luchas de hombre y de sus peripecias de
escritor.
..... Lo mismo ocurre, por otra
parte, en las restantes provincias, hasta las que suelen llegar en
ilusionadas caravanas grupos de escritores anhelantes de entrar en
contacto directo con públicos extraños, que no sólo demuestran poseer un
cabal conocimiento de sus libros, particularmente si éstos son del
género imaginativo, sino que acusan además un elevado respeto y una
cordial consideración hacia los trabajadores del espíritu.
..... Hay aquí, en realidad, una nota halagadora
que conviene subrayar, porque el fenómeno pone al descubierto la nueva
orientación impresa a los estudios literarios en los centros docentes
nacionales que acuerdan la debida importancia a los escritores chilenos
vivos, en fuerte contraste con la antigua, inclinada a tomarlos en
cuenta sólo cuando ya habían doblado la esquina y no podían hacer
sombras a nadie, aparte de que el hecho revela también cuánto ha ganado
en extensión y en profundidad la cultura nacional, que hoy se goza en
analtecer a sus grandes escritores, enalteciendose, de paso, a sí
misma.
..... El devoto interés con que el
público de Valparaíso acudió anteayer a escuchar al autor de "Hijo de
ladrón" se explica sobradamente, por lo demás, porque la perfecta
unidad entre su asendereada existencia y su obra, que rezuma palpitante
calor de humanidad, es algo que pueden advertir con poco efuerzo cuantos
se aproximan sin prevenciones a una u otra.
..... ¡Qué singular vida la suya! ¡Pero qué
esforzada y qué dolorosa, además!
.....
Nacido por accidente en la Argentina en 1896 su infancia habría de
transcurrir lejos de la tierra de sus padres y en medio de las
aflictivas condiciones que crea la pobreza.
..... Vuelto al país, esa misma carencia de medios
seguros de subsistencia lo empujó, en plena juventud, a ganarse el pan
cotidiano por sus manos a través de los más dispares oficios
materiales.
..... ¿Cuál no desempeñó, en
realidad, Manuel Rojas, aprendiéndose por sí mismo, ya que aparte de no
recibir educación humanística tampoco pudo, en su desvalimiento y en su
vagabundaje forzados, adquirir otra de tipo técnico?
..... La vida fue, pues, así su mejor maestra, pero
como el hombre tenía talento y sensibilidad bastó la más leve
insinuación de algunos jóvenes amigos suyos -el genial y malogrado poeta
Gómez Rojas o el novelista González Vera- para que su vocación de
escritor irrumpiera con fuerza incontenible.
..... ¡Qué inmensa reserva de fuerzas espirituales
esconde en realidad el pueblo chileno!
..... Porque el caso de Manuel Rojas, lejos de ser
aislado o singular, se da y se repite con pasmosa evidencia a lo largo
de nuestra literatura. ¿O es que no pueden colocarse junto al suyo, o al
de los ya mencionados de Gómez Rojas y González Vera, los de Pezoa
Véliz, Gabriela Mistral y Pablo Neruda, surgidos, al modo del árbol que
busca la luz, desde los estratos sociales más bajos y
abandonados?
..... El obscuro genio de la
raza palpita, vivo, en ellos, sin que la falta de oportunidades para
educarse regularmente o el exceso de privaciones y sufrimientos que
debieron soportar hayan sido lo suficientemente fuertes para cortarles
las alas, empeñadas en un vuelo poderoso hacia lo alto.
..... Manuel Rojas es, por lo tanto, en rigor
estricto, un autodidacta que ha vivido y padecido con la necesaria
intensidad, para tener en la madurez algo interesante que contar a sus
contemporáneos.
..... Disconforme con el
medio, henchido de interiores rebeldías y soñando idealísticamente con
un mundo mejor -un mundo más abierto a la libertad que a la autoridad y
más trabajado por la bondad y la justicia que por la crueldad y la
codicia-, las páginas salidas de su pluma tremante registran
admirablemente lo mismo el vigoroso repudio hacia esa realidad mezquina
que la tensa esperanza en otra que se le parezca poco, porque en ella el
hombre habrá de ser al fin el hermano y no el lobo del hombre, dominador
y voraz.
..... Aunque no ahueca la voz ni
eleva el grito de protesta, como el demagogo de feria, toda su honrada
producción -desde sus admirables volúmenes de cuentos, como "Hombres del
sur", "El delincuente", "Lanchas en la bahía", etc., o sus novelas, como
"Hijo de ladrón", traducida a ocho idiomas; "Mejor que el vino",
"Sombras contra el muro", etc- lleva, pues, impreso a fuego, el sello de
su viril concepción del mundo y de la sociedad y su generoso mensaje de
mejoramiento de lo existente.
..... Es lo
que lo aproxima discretamente a Máximo Gorki, el genial vagabundo ruso,
o a Pío Baroja, el ácido novelista vasco, que fascinaron por tantos años
al público chileno dotado de buen instinto literario.
..... Subestimó el escritor, en publico, su obra
lírica de juventud, recogida en volúmenes tales como "Tonada del
transeúnte" o "Dichosa rosa".
..... No hay
que tomar, con todo, al pie de la letra su humorística afirmación de que
ella es detestable, porque ambas revelan a un poeta delicado, que sabe
pensar en imágenes y tiene el raro don de la gracia musical.
..... No existe el gran prosista, por lo demás, que
no sea capaz, al mismo tiempo, de escribir bellos versos. El caso de
Rojas no hace sino corroborar esta verdad elemental.
..... Maduro de años y de experiencias; coronada la
alta e imponente figura por una recia cabellera en que albean las
espumas; dueño de una dicción clara y reposada, como de maestro en pleno
ejercicio profesoral, el expectante monólogo y el vivo diálogo
sostenidos con su fervoroso público de anteayer sirvieron muy bien para
medir la exacta dimensión de su espíritu de selección que ama
entrañablemente a Valparaíso desde aquellos lejanos días en que como
trabajador de su bahía, simple vagabundo o actor de improvisados
conjuntos teatrales lo frecuentaba asiduamente, enamorado de su mar y de
sus cerros y siempre a la busca de la revelación milagrosa.
..... Ha hecho bien, por lo mismo, la Escuela de
Derecho de Valparaíso en abrir su aula Magna para que los grandes
escritores nacionales puedan desde ella mostrarse al público en persona
y relatar las intimidades de su vida y los secretos de su obra,
satisfaciendo así la natural curiosidad que tan señalados intérpretes de
las esencias chilenas despiertan en sus atentos auditores.
V. ............
En El Mercurio de
Valparaíso, 8 de mayo de 1965