Proyecto Patrimonio - 2020 | index | Marco Aurelio Rodríguez |
Autores |





 




IMÁGENES DE CUARENTENA O SIGNIFICACIÓN FINAL DEL QUÉDATE EN CASA

Por Marco Aurelio Rodríguez


.. .. .. .. ..

El problema son las mucosas. Las mucosas tienen que ver con las enfermedades y con el sexo. Si dejáramos de ingerir nos convertiríamos en dioses.

¿Imaginan algún buen dios en el retrete?

El problema son las mucosas que humedecen hacia afuera y hacia adentro. Los forajidos ―los santos―, quisieron ser querubines por un tiempo, luego fueron pedófilos. Y de allí las discusiones bizantinas ―para expurgar la culpa― de si los ángeles tienen o no tienen sexo.

Los ángeles con genitales son gárgolas. Un embutido de ángel y bestia, eso es el hombre, ya lo dijo Nicanor Parra. El hombre, que ve a sus dioses según su imagen y semejanza, ¿no habrá querido hacer a Dios alguna vez hermafrodita?

El castillo de Kafka, la caverna de Platón siguen la lógica del no flujo para salvaguardar su bondad, su exquisitez, su corrección. Las mujeres no se escapan de este espanto ni por regla.

El flujo puro desapegado de la materia es obscenidad y todo lo obsceno provoca placer, hambre, palabras de amor. El caracol, la concha ―la valva― y, por supuesto, la baba. No sé porqué el morder se deja fuera.

En Chile el problema de las mucosas intentó solucionarse por decreto, anulando al desposeído, al huacho, al pobre. Solo unos pocos ―alcurnia, alcornoques― tienen voz, babean, moquean, dejan la cagada, se aparean con las diosas.

José Donoso en El Obsceno Pájaro de la Noche hace un tanteo de la vulnerabilidad ―más que social o familiar― del ser humano que es débil, imperfecto ―que todo ser humano lo es―, porque respira donde no tiene que hacerlo, bebe y quiere hablar de cosas que no importan. Y es aminorado, es anulado. Lo convierten en un invunche, un eunuco, le clausuran todos los orificios del cuerpo. No ve, no escucha, no siente, ya no habla, ya no puede opinar.

Y aquí va la paradoja porque, según la leyenda chilota, el invunche, criatura convertida en tal por los brujos ―es decir, por los aristócratas de turno―, tiene o muestra un poder: la luminosidad de acceder a mundos verdaderos, y no por otra cosa se queda al resguardo de la Cueva de dichos brujos.

Y volvemos nuevamente al Castillo, a la Caverna de las Ideas y a su afán de aislamiento y de resguardo. Y a su crucial aduanero.

El invunche, esa criatura en cuarentena, es el guardián de la sabiduría, de lo que llega y lo que acaba, es quien ampara el futuro, es quien nos cuida, es nuestra propia consciencia, es el dios imprescindible que no nos abandona a la inmunda suerte de lo cotidiano. El invunche, se entiende, carece de mucosas, es perfecto.

También se ha pensado en robots para la tarea humana de vivir y no sufrir.

No desgarres la camisa de fuerza de tu amada. El amor, acostumbrémonos, hoy es diferente: es vía pantalla, aunque tengamos a nuestra pareja al lado.

Que no haya flujo. Hay que cuidarse de las consecuencias. Que no haya afección, ni siquiera aflicción. Que no exista condena.

 

 

 

MARCO AURELIO RODRÍGUEZ
Escritor Académico
Guionista Canal YSD



 

 

Proyecto Patrimonio Año 2020
A Página Principal
| A Archivo Marco Aurelio Rodríguez | A Archivo de Autores |

www.letras.mysite.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez Solorza.
e-mail: letras.s5.com@gmail.com
IMÁGENES DE CUARENTENA O SIGNIFICACIÓN FINAL DEL QUÉDATE EN CASA
Por Marco Aurelio Rodríguez