
            
            Lechuza
        Marcelo Guajardo Thomas
        
        i
        En los recodos  donde se contrae el tiempo su hueco arriba
          de las vigas del  invernadero en silencio cuando las hojas oscurecen 
          el techo  transparente del tragaluz a la vida vuelve, de su maleficio.
          El entrecejo  circular se eriza ante todo cuanto se aproxime
          el grano  derribado y minucioso, aquel frenesí recolector.
          Los dados ya  están echados para los desprevenidos.
          Sólo a ellos se  les ha dado la certeza de una muerte sin anuncio
          mientras recogen  lo necesario para la sobrevivencia  
          vendrá la garra  del aire o de la tierra
          en el descanso o  en la intensidad
          cuando la vigilia  amaina adentro
          en su ceguera.
         
        ii
         
        Otras cosas  vendrán tras de ti amotinado
          la mañana de la  recolección ocurrirá lo que esperas
          el vuelo de la  lechuza vigilante de tus silbidos. 
          Permanece de pie  querido amigo 
          allí en el  efímero barro, te aseguro 
          el agua devolverá  a los muertos 
          tu y yo les  daremos sepultura.