Días de Poesía
Por Miguel Ildefonso
Portada del Sol, 2009
Entre el 23 y el 26 de Septiembre de 2009 se dio lugar al segundo Festival Internacional “Días de Poesía” en la ciudad de Sucre, Bolivia (www.diasdepoesia.com). Dicho Festival, organizado por IMAGINEA Arte y Cultura, nació “como idea en el año 2006, por una evidente necesidad de crear espacios, no solo para que los creadores se expresen, sino también para que cualquier ciudadano tenga la libertad de asumir la poesía de una manera muy natural, como parte del cotidiano.” Reunió a diferentes poetas bolivianos, en su mayoría jóvenes, de Sucre, Santa Cruz, La Paz, Potosí, Cochabamba, y de otras partes del bello país del altiplano: Jessica Freudenthal, Benjamín Chávez, Nelson Van Jaliri, Pablo Osorio, entre otros. Asimismo los poetas mayores: Matilde Casazola (Sucre, 1943) y Julio Barriga (Tarija, 1956). También los músicos Vadik y Julio Mariscal. Y de otros países: Anuar Elías Pérez (México), Juan Malebrán (Chile) y Miguel Ildefonso (Perú). Fueron cuatro días de intensos recitales en universidades, biblioteca, museo, la Plaza Central “25 de Mayo”, incluso en el cementerio y en el psiquiátrico. Y, por si fuera poco, se publicó para el evento el libro Días de poesía con poemas de los participantes, del cual cojo dos poemas. De Jessica Freudenthal el poema: El Gran Poder en la Boca de la Mina
En denantes me ha dicho
Que su corazón se ha estido
Se ha dentrado adentro
Como no sabía dentrarse
Sempre
Yo le hei dicho
Trayelo tu corazón
Llamalo tu ajayu
Gritando diciendo que dice
Tu nombre
Bien este había sido éste
Por eso sabe llorar
Sabe estarse
Solito y de pena
Pero
Y de Juan Pablo Salinas: Mesa 3 (Hombre de barba-contrito-en busca de compañía)
Vuelo
y vuelven los timbales asaltando tus tripas
y bailas con ese aire doblemente quieto
y en tu copa la espuma caliente se desvanece.
Yo floto adormecida sobre una burbuja
en medio de la efervescencia.
Te violentas
rompes los grilletes que te inmovilizan.
Es el momento
¡ahora! Alcanza su mano y contágiate de su risa
quítale el sombrero
y apaga de un soplido el incendio de sus ojos (te desea)
y ámalo como a un amante
hasta el día en que un simple acto te desenamore
y él no sea más que un titubeo.
Entonces
déjalo.
Se presentó - luego de una velada de poesía femenina - el libro Cambio climático. Panorama de la joven poesía boliviana (Fundación Simón I. Patiño, La Paz, 2009) realizado por Juan Carlos Ramiro Quiroga, Benjamín Chávez y Jessica Freudenthal. Importante trabajo que nace de “una convergencia de singularidades sin forzar dicciones o poéticas”. De la antología personal, Manual de contemplación (Plural Editores, 2009), de Benjamín Chávez, leemos el siguiente poema: Poema con scrach
Nunca escribas poemas de amor sobre el
papel.
Es mejor sobre la piedra
o la piel.
Nunca escribas poemas de amor.
Deja que el amor escriba
con piedras
dentro de tu piel.
Del poemario Surta. Meditaciones artísticas (Potosí, 2007. Editorial A Prueba de Frío) de Nelson Van Jaliri, el poema sin título: “Se ha dicho que la ironía/ es causante del panorama/ obligado/ de la reivindicación interna.// Origen incierto/ a punto de caer/ en objeto de litigio.// ¿Acaso se podrá hacer cesión de los bienes más cercanos?// Declaro sobre estas líneas/ sobrevivir a lo dicho.// Pendiente sobre un hilo/ con el pie enyesado/ procurando tener una garantía/ entre inter-vivos/ dejando a los demás/ que hagan con sus vidas/ una muralla débil/ para meterse un tiro.”
Cierro esta breve reseña de “Días de Poesía” así como cerré mi última noche boliviana, entre singanito, chuflay y el simbolista y explosivo ajenjo (vía “El Refugio” y “El Paringa”), con la poesía del maestro Julio Barriga, de Cuaderno de Sombra uno de sus espléndidos poemas sin título:
Me encanta fracasar!
pero que mis enemigos triunfen
eso sí que no lo soporto.
Abismos en los que me precipito
hasta el último verso.
Alambre sobre el vacío
por donde transito.
Siempre me las he arreglado
para llevar una vida de mierda:
una existencia que nada más ofrece
innúmeras formas de morir.
Poesía que no labra
mansiones de la pureza.