El equilibrista
                
                  El vacío en el estómago
                  acompañaba al pie
                  del equilibrista como un
                  perro fiel
                  el vértigo de la altura allá arriba
                  lo santificaba con
                  un martirio de aire
                  transitado de pulmón
                  virgen asustado
                  detenido suspendido
                  el vacío en el corazón
                  bombeaba sangre verde
                  azul verde azul
                  que derramaba su
                  sombra
                  en la incierta arena
                  temblorosa
                allá arriba fina línea del horizonte allá 
                  lejos
                prisionera en el espacio
                  la sombra del equilibrista
                  saboreaba la amarga
                  distancia y
                  sollozaba toda enferma de 
                  vacío
                  y nosotros
                  acá
                  mirábamos equilibrista y
                  sombra
                  para arriba desde abajo
                  mientras nuestros pies
                  tantean el suelo convertido de pronto
                  en un fino cable de
                  acero
                
                  
                  
                  Arte de deslizarse 
                Como pisando huevos
                  Como entrando al escenario oscuro
                  Como quien no quiere la cosa
                  con cuidado
                  en puntillas
                  en silencio
                  y con respeto
                  vaya tanteando y 
                  poniendo los pies
                  sobre la superficie
                  de cada día
                
                  
                  
                  
                  Arte de cerrar una ventana
                Cerrar una ventana sin
                  apretarse los dedos es
                  un arte
                Cerrar una ventana y
                  no morir de asfixia
                  un prodigio
                Cerrar una ventana y
                  no morir de pena
                  una proeza
                pero cerrar esta ventana
                  con los dedos atrapados
                  sin huir por la puerta de salida o
                  de entrada y
                  decir adiós tras el cristal
                  con la mano ensangrentada
                  me conmueve hasta las lágrimas
                
                  
                
                 
                  Ley de gravedad
                Solitaria en su caudal
                  Caliente y fría
                  Húmeda y ardiente
                  Salada y olorosa
                  Serpenteante y sin tropiezo
                es la huella que 
                  deja en su camino
                  esa lágrima
                  que recorre tu cara
                  antes de caer al 
                  vacío
                
                  
                
                 
                  Acerca de cómo conservar el 
                  calor durante el invierno
                cuando
                  el frío arrecia y el hielo
                  amenaza con apoderarse de
                  tu casa
                  Cierra las cortinas
                  Tranca la puerta y
                  Guarda silencio
                pero
                  cuando el frío cunde
                  y el hielo porfiado 
                  penetra al interior de
                  tu morada y
                  mira tu cuerpo con deseo
                  y no hay más que hacer
                Descorre las cortinas
                  Abre la puerta y
                  Canta, canta con toda tu
                  voz
                Trénzate con él en
                  batalla singular
                  Acógelo en tus brazos
                  Estréchalo en tu pecho
                  Sonríele a los ojos
                  Baila, baila una
                  danza que lo aplaque
                y cuando tibio líquido
                  sea entre tus dedos
                  Ahueca las manos
                  Abre la boca
                  Aprisiónalo en tus labios y
                  Bébelo, bébelo caliente
                  hasta la última
                  gota
                
                  
                  
                  
                  Arte de negociar: balance financiero
                Se negocia con la
                  realidad
                  se negocia levemente
                  en carne 
                  humana
                  en sangre y huesos
                  unos pocos más unos pocos menos,
                  depende.
                  Se transa en la Bolsa y
                  al mejor precio en el
                  Mercado de los Pecados Capitales
                  se compra o se vende el
                  más o menos
                  dolor
                  el más o menos
                  llanto
                Se negocia con la realidad
                  con ganancia o con
                  pérdida,
                  depende.
                  Depende del cristal con que se
                  mire
                  y, claro, del 
                  ojo
                Ellos negociaron y ahí están.
                  Yo negocio y
                  ahí me ven,
                  gimnasia bancaria
                  que me estira los tendones
                  que me vuelve ágil entre
                  angustia, llanto, huesos, sangre y
                  otros valores del mercado
                Realidad te atrapé, te
                  tengo controlada, dominada, financiada, casi
                  a no ser por una
                  punzada carnicera
                  enterrada en la 
                  ingle derecha
                  que me obliga a galopar
                  con la silla de ruedas
                  incrustada en la espalda y 
                  por este ojo de vidrio que
                  lagrimea
                  como queriendo lavar,
                  una a una,
                  todas las culpas de la humanidad
                
                  
                
                
                  
                  Marketing
                Aquí se vende todo lo que
                  usted necesita
                  vivo o muerto
                  sólo tiene que pagar su módico valor
                  y ya
                  puede hacerlo en efectivo, en cheque o
                  con tarjeta de crédito
                  al contado o en cómodas cuotas
                  mensuales
                  como ve, fácil muy fácil
                  usted siempre tiene la razón, pero vea
                  un detalle.
                  Seremos honestos con usted, sepa
                  que compre o no compre
                  pague o no pague
                  no importa cómo
                  siempre estará en deuda con nosotros
                  son las reglas.
                  Dormirá con la 
                  sensación
                  de no conseguir lo que necesita de
                  no haber pagado lo que 
                  debe
                  de querer encontrar lo que
                  -no, no ha llegado
                  ni aquí ni a ninguna parte.
                  Esa es nuestra clave del éxito
                  saber lo que usted quiere 
                  hacerle creer que lo obtuvo 
                  y esperar que usted vuelva
                  día a día
                  inocente
                  a cambiar su compra 
                  intentando calmar su deseo
                  insatisfecho, su
                  angustia permanente, su
                  ridícula ansiedad de poseer lo que
                  ni nosotros ni nadie puede darle y
                  aunque su patética actitud es conmovedora
                  Le advertimos
                  Nosotros ya lo comprobamos
                  No se puede
                  No hay caso
                  Ella espera
                  Día a día
                  Con la mejor de sus sonrisas
                  El momento preciso
                  agazapada tras el mostrador
                 
                 
                  Arte del cerrajero
                Así es que tú eras quien tenía la llave 
                  maestra
                  así es que sólo tú sabías la clave 
                  secreta 
                  tú quien giró la cerradura con cuidado y
                  tú quien encendió lo escondido ahí
                  ....................... dentro
                ahora comprendo:
                  por eso dices que eres su único dueño
                
                  
                  
                  
                  El invasor
                Se ha metido en camisa de once varas
                  este deseo profundo de permanecer
                Se ha mezclado milagrosamente
                  en este vaso provisorio
                  la gota de aceite fresco y el chorro de agua
                  detenido
                Se ha oído el redoble del tambor
                  y el sonido de las botas vencedoras
                  arrasando con camas y petacas
                Se ha mirado palmo a palmo
                  el territorio conquistado
                Se ha saboreado la victoria regalada
                  sobre el cuerpo tendido del
                  enemigo amado
                Se ha metido en camisa de once varas
                  este deseo profundo de permanecer
                  y atrapado en lino blanco sin salida,
                  vivo,
                  se resigna a esperar la 
                  eternidad 
                 
                
                  La bañista
                La sombra se fue
                  dibujando
                  sobre la arena
                  larga
                  elástica
                  silenciosa
                Las olas rompían
                  con fuerza
                  sobre la arena
                  blancas
                  sonoras
                  tentadoras
                El sol se hundía
                  sombrío
                  sobre el mar
                  lejano
                  azul
                  seductor
                tímida la sombra se acercaba y
                  decidido el mar la fue llamando y
                  la fue cubriendo
                  con bríos y relinchos de potro embravecido
                  penetrándola con sus jugos ácidos y
                  arropándola en su frágil mortaja de
                  espuma eterna
                  hasta fundirse con ella en un orgasmo
                  para siempre
                Coito marino insuperable
                  hoy te miro con ojos
                  enrojecidos por la sal y
                  labios repartidos en el tiempo
                  mientras una lágrima
                  deshace el castillo de mi 
                  infancia,
                  sobre la arena
                
                  
                  
                  
                  La bailarina
                Con arpa y con guitarra
                  celebraste mi subida al escenario
                  con bombos y platillos me incorporaste a
                  tu elenco
                  con pitos y trompetas alabaste
                  mis encantos
                  entre risas y apretones me decías
                  otra, otra
                pero,
                  ¿por qué si ya se fueron los turistas
                  debo permanecer con el disfraz
                  toda la noche?
                  
                
                
                  
                  El postulante
                El dolor de no tenerla
                  día a día
                  circula por sus venas
                  con cada sístole y en cada diástole
                La orfandad en que se encuentra
                  enreda sus pestañas en la cama
                  cada noche
                  y no hay subsidio de cesantía que lo salve
                Su ausencia en el baño y la
                  cocina
                  en el patio y la terraza
                  lo hacen allegado
                  en cualquier casa y
                  en la lista de la Municipalidad
                  siempre me veo
                  el último de todos
                Señores, aunque soy bien 
                  hombre,
                  perdón por la tristeza
                 
                 
                  La viajera
                Tengo que hacer las maletas.
                  Tengo que hacer estas maletas
                  de viaje, mis maletas
                  de viaje.
                  Lo intento,
                  lo vuelvo a intentar,
                  las miro, las toco, las huelo,
                  las abro, las cierro,
                  no puedo.
                Voy a hacer mis maletas.
                  Yo quiero hacer mis maletas,
                  me siento, me paro,
                  lo intento,
                  lo siento,
                  no puedo.
                ¿Qué ropa llevo, qué zapatos?
                  ¿Qué libros, qué accesorios?
                  ¿Qué certificados, qué papeles?
                  ¿Qué fotografías, qué recuerdos?
                ¿Cómo embalar esta incertidumbre
                  pegoteada a la piel,
                  esta sensación inconclusa y
                  este suspiro entrecortado
                  por la tos?
                  ¿Dónde, en qué bolsillo estas dudas filosas
                  que cortan y manchan de rojo
                  todo el equipaje?
                ¿Cómo empacar esta soledad maciza y pesada 
                  que se da aires de sólido mármol blanco 
                  sin que aplaste y pulverice los pétalos de estas 
                  flores secas
                  que guardo entre mis poemas más queridos?
                ¿Y qué hago con este silencio cabrón que 
                  a gritos 
                  me delata cuando intento embalarme en secreto?
                Para qué tanta maleta, digo yo, 
                  si después de todo
                  o antes que nada
                  a donde quiera que vaya
                  como siempre que viajo y
                  no viajo
                  me cobrarán sobrepeso 
                  no tendré dinero para pagarlo
                  me pondrán problemas en la salida
                  y como siempre
                  de nuevo
                  por último
                  no las recibirán
                  a la llegada
                Y, ¿dígame usted?
                  ¿que haré otra vez en medio de la sala de 
                  salida o de entrada
                  sentada sobre ellas, mis maletas,
                  (pobrecitas)
                  esperando que nos regresen o
                  que por fin las acepten 
                  con su peso excesivo de pena
                  saliéndose la soledad mal estibada y
                  este destino borroso que aparece escrito
                  en la identificación?
                
                  
                  
                
                La costurera
                Y en silencio
                  desafiando la sábana blanca
                  con los puños apretados
                  y el corazón en la boca
                  mirada a mirada
                  distancia a distancia
                  caricia a caricia y
                  de adiós en adiós,
                  ante sus ojos 
                  asombrados
                  se fue hilvanando y 
                  luego, poco a 
                  poco
                  deshilachando y
                  luego, poco a
                  poco
                  hilvanando
                  (una y otra vez)
                  la
                  frágil
                  tela
                  de esta
                  historia
                  de
                  amor
                
                  
                  
                  
                  La afortunada
                Afortunada tú
                  la sin hueso por romper
                  la sin pata que meter
                  la sin sangre que sudar
                  la sin amor que recibir
                  la sin nada que perder
                  la sin ganas de llorar
                  la sin piedra en el camino
                  la sin recuerdo en la memoria
                  la sin futuro en la garganta
                  la sin muro que penetrar 
                  a cabezazos
                afortunada tú, serpiente,
                  que te desplazas por
                  la tierra tibia
                  en silencio
                  palmo a palmo
                  mano a mano
                  cuerpo a cuerpo
                  y que sientes su respiración y
                  su aliento
                  eternamente
                
                  
                  
                  
                  La atragantada 
                Le duele la luna, la luna llena
                  en su garganta
                aprieta los dientes
                  traga saliva
                  estira el cuello
                  y no baja, no baja
                  y tampoco sube, no,
                  no quiere subir
                  quiere quedarse ahí
                  le acomoda 
                  bolo alimenticio luminoso
                  no digerible 
                  ni siquiera masticable
                convertirla quiere en estatua
                  inmóvil, castigada
                  siempre mirándola 
                  concentrada sólo en ella, la celosa
                ¡ay luna farsante
                  despechada y egocéntrica
                  despensa de miradas 
                  armario de suspiros
                  fichero de sentencias para el bronce
                  galería de epitafios inmortales!
                  te crees el centro del universo
                  y la quieres satélite, sin luz propia
                confieso que sólo te miré
                  de lejos 
                  a oscuras
                  desde dentro, por la ventana,
                  tras las cortinas
                  y un poquito nada más, casi nada
                confiesa que también se emocionó
                  bueno ya, que le dio nostalgia y
                  pensó en amores lejanos y cosas así
                  como a todos les pasa, como siempre sucede
                  como les ha pasado a ustedes también
                  pero eso fue todo, de verdad
                ¡ay luna vengadora!
                  ¿por qué te la traes conmigo, dime?
                  ¿qué he hecho yo 
                  sino comtemplarte en soledad
                  un ratito y en silencio
                  como todos? 
                le dueles luna, déjala
                  suéltale el aliento
                  escápate de ella
                  hazte a un lado y deja que pase el aire
                  que se ahoga
                  ¿o no ves que esa tristeza blanca la hace inocente?
                 
                 
                  Dama desvistiéndose
                Se sentó en el borde de la cama
                  mirando fijamente hacia adelante
                  hacia su lado
                  con desgano se sacó un zapato y
                  luego el otro
                  se desabrochó la blusa botón por botón
                  y la tiró lejos
                  luego el cierre de la falda
                  cayó ésta sobre sus pies seguida por el 
                  sostén las medias los calzones
                  metió una pierna dentro de la cama
                  luego la otra
                  por último ya adentro se tapó con las sábanas 
                  
                  y aunque trató de desvestirse del marido
                  se quedó dormida en el intento
                
                  
                
                
                  La pitonisa
                
                  Déjame adivinar tus
                  intenciones:
                  a ver,
                  abre el hocico y
                  muéstrame los dientes
                  
                
                 
                 
                  La desvestida
                Camina lento, recto y 
                  sola 
                  respira y sueña y exhala
                  azules jirones del vestido
                  que reparte, uno a uno, 
                  como claves secretas del silencio
                  como azules guiños al paisaje 
                en tiritas y en pedazos
                  como azules banderas extendidas
                  como soñadas mordidas del destierro
                  como azules cicatrices florecidas,
                  ¡ay!
                azules pedazos olvidados
                  del vestido desgarrado
                  van quedando repartidos
                  a lo largo y a lo ancho del
                  camino
                  y
                a lo lejos, en el sueño 
                  azul y desnuda
                  camina
                  ella
                recta y sola
                  serena y fracturada
                
                  
                  
                  
                  La cautiva
                En un rincón cóncavo
                  oscuro
                  a veces abrigado por un rayo de sol
                  otras frío y húmedo
                  por la lluvia y por el 
                  llanto
                la cautiva espera, espera
                  ese filo de sol calienta
                  huesos 
                  y teme, teme
                  ese frío húmedo que le entumece la
                  carne
                  y la convierte 
                  ...................... gota 
                  ............. a
                  gota
                  en
                  sabroso 
                  y
                  quieto
                  bocado de carnívoro
                  hambriento
                la cautiva espera y teme
                  la cautiva teme y espera
                la cautiva, a veces, sonríe también 
                  
                
                 
                 
                  La moribunda
                Bendito descanso
                  te invoco con respeto y con pavor
                  te venero y te huyo en las tinieblas
                  te deseo entre las fiebres de mi cuerpo
                  Oh fiel compañero para siempre
                Escucha este hilo de mi voz
                  acógeme en tus brazos poderosos
                  acúname dulcemente en tu paisaje
                  sorpréndeme con tibiezas permanentes
                  escóndeme como cría desplumada entre tus alas
                Sacude el polvo de mis pies
                  rocía de sueño mis entrañas
                  inunda de agua dulce mis pupilas
                  alisa las arrugas de mi frente
                  acude a mi pecho y desanúdalo
                Oh dulce sanadora de miserias
                  paciente enemiga misteriosa
                  te invoco con respeto y con pavor
                  te venero y te huyo en las tinieblas
                  te deseo entre las fiebres de mi cuerpo
                  ven, acude ya y
                  acaba para siempre este desvelo
                  
                
                  
                
                  El cachurero
                Acarreo papelitos doblados en bolsillos
                  bolsas plásticas y cajas de cartón
                  también fotos viejas
                  boletos amarillos y diarios trasnochados
                En fin
                  aromas arrugados
                  recuerdos impresos
                  silencio sucio
                Soy mudo analfabeto 
                  el cartonero 
                  el que junta letras a la orilla del camino
                
                  
                  
                  
                
                El barbero
                
                  Traed la escudilla de metal, 
                  pronto,
                  el agua recién cogida del pozo
                  el frío bisturí
                  el lino blanco
                Dejad, salid, alejaos
                Sólo una certera insición 
                  en las tibias carnes
                  escurrirá este ardor
                  que circula enloquecido por sus venas
                 
                
                  
                  
                  
                  Arte de máscaras
                
                  Sonrisa amplia, sin dientes
                  superficie lisa, suave
                  tersa como de tratamiento antiarrugas
                  exitoso, se desplaza
                  pesada y a pausas de descanso, furtiva
                  que disimula el peso de
                  la tarde ante sus propios 
                  ojos vacíos
                Sonrisa amplia, sin dientes 
                  superficie lisa, suave
                  cada cual se pone una, la que le acomoda, 
                  la que piel se hace sobre
                  el temor y
                  terror
                  de mostrarse a flor de 
                  hiel. Por fin miel que sabe a formalina
                  ¡oh bendita necesaria que la baña!
                Sonrisa amplia, sin dientes
                  superficie lisa, suave
                  que esconde cara rosada y tibia, fibra
                  palpitante pero sin ojos, sin dientes, sin
                  máscara
                  (¡sin nada!)
                  con toda la vieja sonrisa convertida en
                  una mueca dolorosa,
                  inexplicable
                Sonrisa amplia, sin dientes
                  superficie lisa, suave
                  que mira agazapada
                  desde el fondo de sus ojos vacíos y
                  que sonríe amable, comprensiva
                  ante mis ojos descascarados
                  y que invita y que
                  esconde
                Superficie lisa, suave
                  tersa, tratamiento antiarrugas exitoso
                  desde nunca y para siempre 
                 
                
                  
                  Acerca del oficio de amarse 
                I
                  ¡Ay mi amado violador !
                ¡Ay mi amado violador
                  entre estos restos de
                  locura bendita
                  y estos pedazos
                  de sábanas
                  heridas de
                  luz
                permíteme 
                  construirte un
                  alma entre mis
                  piernas !
                
                
                II
                  El pan nuestro de cada día
                Atrapada en tus dulces ojos
                  Porfiando entre tus ropas y tu aliento
                  Cercada entre tus cuatro extremidades
                  Cubierta por tus labios y tu lengua
                  Incorporada al sudor de tu piel
                  Nadando en el torrente de tu sangre
                  Bañada por el mar de tus orillas
                me alimento con el pan nuestro de cada día y
                  dibujo con desprecio una mueca serena 
                  a la muerte rigurosa
                
                  
                  III
                  Señales
                Como la baba
                  brillante
                  que deja el
                  caracol
                  en su verde 
                  recorrido,
                  en su
                  blanco
                  caminar
                  tu saliva
                  se secó en
                  mi 
                  piel
                  dejando
                  una
                  huella
                  de
                  venas 
                  rotas 
                
                  
                  IV
                  Adivinación
                
                  ¿Existe
                  acaso 
                  el 
                  futuro
                  después de este 
                  otoño 
                  de
                  piernas, saliva y silencio?
                
                  
                  V
                  Noche, esta noche
                No quiero pensar 
                  No quiero sentir
                  No quiero olvidar
                sólo quiero dejar
                  que me inunde este río de amor 
                  que corre por mi cuerpo y
                  ablanda mis sentidos
                sólo quiero flotar
                  en esta dulce marea
                  de recuerdos olorosos
                sólo necesito un 
                  par de ojos
                  cerrados y
                  millones de poros
                  abiertos
                  para aspirar la brisa de tu
                  mirada lejana
                  sobre mi piel,
                  esta noche
                sólo necesito regalarme
                  su recuerdo 
                sólo necesito 
                  abrigar un espacio generoso
                  en mi cuerpo
                  solitario
                  hoy,
                  humilde noche extranjera
                  que intentas ser
                  hospitalaria
                
                  
                  VI
                  Un juego tonto
                Cierra los ojos
                  Abre la mano
                  sin mirar
                  Cierra la mano
                  Abre los ojos,
                  sin mirar
                Adivina:
                  ¿qué es?
                  ( )
                ¿no adivinas?
                  ( )
                Aprieta firme 
                  que se escapa, 
                  que se cae 
                  que se pierde
                  que se estrella
                  que se rompe 
                  en mil pedazos contra el suelo
                  ese trozo silencioso
                  de silencio regalado,
                  ¡tan callado entre tus dedos!
                
                
                  VII
                  Despedida
                Si se trata de terminar, está bien, terminamos.
                  Te devuelvo tus cartas
                  tus libros
                  tu anillo
                  tus fotos
                  pero
                  ni sueñes con que voy a devolvértelo todo.
                  La tajada de risa, no.
                  El puñado de orgasmos, tampoco.
                 
                 
                 
                  Arte de oler
                
                  I
                  Ese olor
                
                  Ese olor a leopardo joven
                  sudado 
                  me sabe a cielo
                  de verdad
                ese sabor salado y sabrosón
                  picante
                  me huele a Givenchy, del más caro
                  palabra
                ese ruido así como de
                  alma en pena
                  me raspa, me roza
                  me acaricia la entrepierna
                  como un tigre viejo
                  sabio y con todavía no
                  poco escaso colmillo
                  carnicero
                y esa zarpa tuya
                  que se desliza por mi espalda
                  va dejando una huella
                  musical,
                  una sinfonía de selva ardiente en
                  Sol mayor
                  oscura y
                  húmeda
                  que día a día
                  me va convirtiendo en
                  costra
                  de pies a cabeza
                
                  
                  II
                  Breve aroma intenso, leve 
                Bocanadas de besos fragantes
                  confundidos en la tierra húmeda
                  de llanto tibio
                abrazos de lisiada esperanza
                  con voluntad de siempre primavera
                  se reparten y comparten
                  se esconden y se elevan y
                  vuelan bajo la tierra
                  y
                en lo más hondo del abismo
                  con un suave parpadeo de los cuerpos
                  tiñen de espanto y de dulzura
                  un trozo de universo incauto 
                  y
                en un abrir y cerrar de ojos,
                  ante los miembros doloridos, 
                  vencedores,
                  ella esboza una leve sonrisa, 
                  frágil, rendida,
                  a los obreros del instante eterno,
                  siempre etéreo, grave
                 
                
                  
                  Arte de esperar
                I
                  ¿Sabías amor que me preparo 
                  religiosamente para verte?
                ¿Sabías que en la espera mi cuerpo
                  se transforma
                  que me voy poniendo bella
                  bella y atrevida, bella y silenciosa, bella y descarada?
                  ¿que los huesos se me ablandan
                  y los pezones se me erectan? ¿ y
                  que el eco de tu olor y de tu piel arremeten contra mi piel
                  y me arrasa, me invade y me ensordece?
                  ¿Sabías que el recuerdo y la promesa de 
                  tu risa fragante y caliente
                  se desliza reptando, aferrada a mi cuerpo y
                  penetra decidida por cada uno de mis poros?
                  ¿Sabías que pienso en ti
                  y te amo (y me amo)
                  y te contemplo (y me contemplo) deliciosa y suave,
                  dulce y olorosa como miel que
                  se escurre espesa, lenta y transparente
                  y se desliza sobre el
                  tronco de un solitario olmo que yace bajo 
                  el sol del verano?
                  ¿Sabías que en la espera recorro tu cuerpo
                  y el mío en la memoria
                  buscando pretextos para detenerme
                  en cada rincón a preguntar qué será
                  de ti (y de mí) y al no tener respuesta abro
                  los ojos aterrada, me miro las manos, me cuento los dedos
                  y los días, uno a uno, y me transpiran 
                  y las estrujo, y me convenzo de que es cierto,
                  de que es cierto, de que ya falta poco?
                
                  
                  II
                  Como un ladrón tomaré 
                  tu casa por asalto
                Me armaré de paciencia y esperaré toda la noche, 
                  pero
                  antes de la salida del sol,
                  de madrugada,
                  como un ladrón tomaré tu casa por asalto.
                No habrá cerrojo que lo impida.
                  Me adueñaré de tu computador y tu neurosis
                  y me pasearé por tu soledad como Pedro por su casa.
                Violaré tu intimidad hasta que quedes sin aliento,
                  traspasaré tus límites hasta que pierdas el sentido 
                  de la ubicación
                  y al final de la jornada, te agarraré del cuello
                  y me dormiré junto a ti con el brazo alerta.
                ¡ Ya vas a ver no más!
                 
                 
                  III
                  Schedule
                Desayunarás con Freud
                  Almorzarás con Marx
                  El bajativo con Sartre 
                  Luego dormirás la siesta, bastante larga
                  Divagarás con uno que otro escritorcillo al caer la tarde
                  Y al final del día, previa autorización de tu 
                  Padre
                  (buena gente el viejo)
                  Te esperaré a cenar
                  desnuda
                  con gotas de perfume en los ojos y flores en el pelo
                 
                 
                  IV 
                  En un instante
                En un instante fugaz
                  me amaste más allá
                  del silencio y la palabra y
                  como un meteoro pasó 
                  .................................. 
                  tu aliento
                  repartiendo astros, estrellas y
                  cosas así
                  ....................... por el espacio
                y allí estaba yo
                  sentada en un hoyo negro
                  esperando que me tocara
                  la cuota asignada de
                  ..................... brisa de tu 
                  boca
                y de pronto sentí ruido de trompetas
                  (como de música barroca, bien fuerte)
                  y pasaste repartiendo astros, estrellas y
                  ..................................................... 
                  cosas así
                  y tu aliento me rozó levemente
                  y sentí un ardor sideral
                  ......................... en las 
                  mejillas
                  y un calor de galaxia enloquecida
                  sin pudor alguno
                  .......................... en las 
                  entrañas
                y en ese instante dije
                  -me están amando más allá
                  del silencio y la palabra-
                  y entonces (fugaz, como ya les contaba)
                  como un meteoro pasó de perfil ......................
                  apenas tocándome
                  la brisa de tu aliento 
                 
                 
                  V
                  Más sobre el arte de esperar 
                Aguarda en silencio con latidos simples,
                  comunes y corrientes
                  Espera como todos, paseándote, en 
                  nervios de acero, con manos
                  transpiradas
                Relaja la frente y sus arrugas de
                  miedos y malos augurios
                  y la mandíbula también apretada
                  como queriendo agarrar una
                  esperanza fugitiva cual
                  hilo
                  de
                  luz
                  entre tus dientes
                Espera en cuerpo inocente que
                  algún día termine
                  esto
                Confía con alma abrigada, arropada
                  por una duda generosa, hasta
                  razonable en alguna
                  cuota de paz y
                  hasta ¡quién sabe! con 
                  suerte de felicidad prometida
                  tierra de nadie rematada
                  una franja
                  delgada
                  a tu favor
                  por alguien desconocido que
                  nuevamente
                  ¡quién sabe! 
                  si existe y
                  quizá
                  te
                  quiera
                  bien
                 
                
                  
                  Arte de orar
                
                  I
                  Pasión y muerte*
                Y cuando después de lo que ya sabemos
                  le clavaron la lanza en el costado
                  al punto salió sangre y
                  un manantial de palabras
                  que resbalaron por su cuerpo
                  hasta caer en la tierra
                  en gruesos goterones.
                Entonces fue cuando 
                  en medio del silencio
                  se oscureció y tembló 
                  la tierra.
                
                  * Fe de erratas.
                  
                II
                  ¡Ven y sálvalo!
                Concédele la paz
                  su pecho reconforta
                  condúcelo a las aguas del solaz
                ¡Ven y sálvalo!
                  toma su cayado
                  y con la varita mágica
                  de tu diestra
                  y de un golpe preciso
                  (un golpe de gracia)
                  ¡despiértale la yema de los dedos!
                
                  
                  
                  III
                  En oración
                Al atardecer
                  en soledad
                  en compañía de mis 
                  ojos
                cada célula se tensa como cuerda 
                  la sangre detiene su carrera
                  el silencio invade mi cuerpo y
                  lo enmudece 
                entonces
                  cada miembro cede y
                  se desgaja como
                  frágil
                  ..........brote
                  arrancado por un viento huracanado que 
                  reparte
                  mis entrañas
                  sobre
                  ......la 
                  ..........tierra
                  
                 
                
                  Arte de callar 
                 
                I
                  Alarido
                Estiré el cuello, más y más y
                  en el aire atrapé
                  tu grito
                Abrí la boca, grande grande y
                  me lo 
                  tragué
                Ten,
                  toma,
                  te regalo mi silencio
                 
                
                  II
                  La niña muda
                
                  Aparte de ciega 
                  sorda,
                  sorda como una tapia
                  está la niña muda
                 
                 
                
                  Arte de los cuerpos
                
                  I
                Te converso quedo 
                  sílaba a sílaba,
                  gota a gota 
                  palmo a palmo
                  con ojos que tocan tu superficie,
                  isla,
                  y la bañan de sonidos
                  y la cubren de espuma blanca
                  que sale de mi boca
                Te recibo toda cuenca 
                  vegetal
                  y allí goteas, lento y
                  empozas dulce y callada
                  húmeda ternura salada
                  que me inunda en suave corriente
                  interminable
                 
                
                  II
                Descansa 
                  descansa tu voz sobre mi piel,
                  tibio oído, toda
                Descansa
                  descansa mi piel entre tu voz,
                  abrigo, mano extendida
                Detente,
                  detente sangre, alivia tu prisa
                  aminora tu paso
                  uñas y dientes pausan tu ritmo, 
                  consuelan el camino
                Labios y lenguas 
                  se hablan, se escuchan, se entienden,
                  se creen y se quieren
                 
                
                  III
                Atentos nuestros cuerpos atentos
                  alertas
                  nuestros cuerpos alertas, que
                  se hablan 
                  ..... se escuchan 
                  ........... se entienden
                  ................. se creen 
                  ........................ se quieren 
                  y
                  se hablan quedo 
                  dulce 
                  ...... duele
                  ............... dulce y
                  se complacen
                  ....... se contentan suave y
                  ................. algo duele vivo, 
                  y vivos
                  se acogen y 
                  ....... se miran con paciencia y
                  se esperan
                  ........... se atienden y
                  ........................... se entienden
                Todo entendimiento y razón compartida
                  mudo aroma que crece
                  silente sonido que fluye
                  todo lenguaje imposible que 
                  hermana y 
                  llega más allá de
                  ..................................... 
                  todo 
                  ............. y más acá 
                  de
                  nada
                 
                
                  IV
                y se quieren nuestros cuerpos y se creen y
                  por eso celebramos
                 
                V
                Clava-mos
                  una bandera
                  en la cima y la sima y
                  somos un solo territorio 
                  conquistado
                  ......... recorrido 
                  ..................... compartido
                  y allí (qué bien se está)
                  levantamos una tienda y
                  para siempre hacemos 
                  ...... morada
                 
                
                  
                  Arte de dolor y de asombro
                 
                La dolorida
                
                  La herida está abierta 
                  abierta
                  abierta y sangrante, amor
                  sangrante
                la herida lágrima turbia
                  es mirada fija, suspiro caliente
                  que quema 
                  que quema y duele 
                  que duele arrastrado, que duele apretado
                  que duele a lo largo y a lo ancho
                ancha y larga es la herida, mi amor
                  la herida
                es toda herida
                  herida abierta 
                  sangrante
                  y es toda lágrima
                  lágrima caliente
                  quemante
                  y se consume en el camino
                  sangrante, caliente y perfumada
                  herida peregrina, toda
                soy lágrima y sangre, mi amor
                  coágulo cansado, vencido por el sol
                  ya tan sólo el deseo de una herida abierta
                  tan sólo el recuerdo coagulado de una fragante herida 
                  calcinada
                  que te extraña (cómo te extraño)
                  en el camino
                  (sin ti) mi amor, 
                  sola
                 
                
                  
                  Aplicadamente, con esfuerzo
                Aplicadamente intento
                  mantener los ojos cerrados
                  para diluir en el sueño el
                  espanto de la vigilia
                pero las luces del día me
                  picotean los ojos
                  con agujas mortales y
                  los abro y los cierro y espero
                  soñar que no he 
                  despertado, que no ha pasado
                  nada y que aún hay
                  calor, que aún
                  tibieza
                  que respira a mi lado y 
                  dentro de mí
                  y me abrazo y le abrazo
                  (en carne viva) y su
                  cuerpo frío
                  y sus ojos inmóviles
                  me miran trasnochados
                  y van tejiendo con la
                  luz de la mañana esa
                  .... garra
                  que no quiere soltarme la
                  garganta
                 
                  
                La navaja
                La navaja cortó una oreja
                  cortó otra. La lengua, los
                  pezones... y todas las partes
                  de su cuerpo (todas esas así
                  salientes... que daban hacia afuera)
                las cortó lentamente, con cuidado
                  con amor, con ternura
                  en pedacitos
                las dejó a un lado y
                  volaron se dispersaron
                  viajaron lejos como hacia
                  el horizonte
                  (una bandada de aves parecían...
                  de esas que buscan un 
                  mejor clima, que buscan calor)
                y viajaban, sin dueña
                  mirándose extrañados, las
                  aves, los pezones también la
                  lengua y lo demás y
                  viajaban contra el cielo
                  a favor del viento y también 
                  en contra
                acá, donde la navaja, lo
                  otro quedaba abandonado y
                allá en el cielo las aves
                  sin rumbo fijo intentaban
                  buscar el calor, ésas que
                  habían sido cortadas lentamente
                  con cuidado
                  con amor
                  con ternura
                  en pedacitos
                unos dicen que parece que llegaron
                  al calor (no sé)
                  otros que todavía vuelan y 
                  vuelan
                pero lo otro sigue aquí
                  sin moverse, mutilado y según
                  dicen bastante sorprendido
                  (como que no se recuperara del
                  asombro y
                  del filo de la navaja, digo yo)
                
                
                
                  
                  A fin de cuentas
                Entre el espanto de la
                  vigilia
                  y el terror de los
                  sueños
                  me quedo con este
                  hilo 
                  de 
                pa
                la
                bras
                suspendidas en el abismo
                 
                
                  
                  Niña ciega
                
                  La niña ciega
                De madrugada de improviso 
                  como fulminada por un
                  rayo
                  perdió su inocencia la niña ciega
                Se le escapó la sonrisa fácil
                  trotando ligera y burlona y
                  la visitaron para siempre
                  un par de esos ojos que
                  ven hasta en los rincones más 
                  oscuros
                y se le instalaron en la cara
                  sin permiso de nadie
                Dicen que ahora ve
                  aunque a mí no me consta
                  pero desde ese día
                  la acompaña a donde quiera que vaya
                  un murmullo de
                  agua
                  que corre y corre
                  gotea y gotea 
                  y lo más grave del asunto
                  está provocando serios daños
                  en todo el vecindario
                Es que con tanta inocencia
                  tanta oscuridad y 
                  tanta sonrisa
                  qué otra cosa esperar
                 
                  
                Una pregunta
                A ver tú que miras tanto díme
                  de qué color es la ausencia 
                  Ah
                Blanca blanca como una nube 
                  alba y transparente como un fantasma 
                  negra negrísima como la boca de un lobo
                  No
                Entonces color de estómago vacío
                  de afilado cuchillo tocando tu pureza
                  de tortura sicológica
                  de violencia innecesaria
                  Tampoco
                Pero cómo tú que sabes tanto 
                  No sabías que
                  la ausencia
                  tiene el dolor de tu pelo, de tu voz y de tus manos
                  de tu risa tus besos y tu abrazo
                  a miles de kilómetros de distancia
                 
                 
                  Tantos ojos
                Lo vio venir de lejos
                  lo miraba mientras se acercaba
                  llegó a su puerta
                  lo invitó a pasar
                  tome asiento está en su casa le dijo 
                  y entró y se sentó
                Algo se dijeron
                  y estuvieron de acuerdo
                  algo comieron
                  y quedaron satisfechos
                Muchas gracias hasta luego se miraron
                  no hay de qué se miraron
                  y de pronto se sorprendieron
                  con los ojos entre las manos
                  escurriéndoseles como agua 
                  torrentosa en crecida de deshielo
                
                  
                
                La canción más 
                  triste
                Soñó que era cierto lo soñó clarito
                  Soñó que era una estrella con la que se haría 
                  un prendedor
                  igual que Margarita
                Pero olvidó que aunque linda
                  no era princesa pobrecita
                  y de pronto despertó
                Y caminó al farol de la esquina
                  medio alumbrando su casa como siempre
                  con las mismas ampolletas a medio brillar
                Se agachó y tomó una piedra y
                  con todas sus fuerzas la lanzó con gran velocidad
                  y así siempre a oscuras 
                  lloró amargamente hasta la salida del sol
                 
                
                  Otra pregunta
                Por qué a las otras jóvenes de la comarca
                  los sapos se les convierten en príncipes
                  y a mí siempre hasta ahora
                  los príncipes se me han convertido en sapos
                 
                 
                  Cabello por cabello
                Le fueron quitando la piel prenda por prenda
                  y quedó hecha girones sobre la silla
                  ............ se fueron apagando 
                  las luces poco a poco
                  se le fueron cayendo los dientes y luego las muelas así
                  hasta quedarle la boca provocativamente desnuda
                  ............... el sonido se hizo 
                  cada vez más lejano
                  y luego cabello por cabello
                  y las uñas de las manos y de los pies se las arrancaron
                  o se las arrancó no me acuerdo bien
                  y entonces divisó en un espejo 
                  .............. un vacío repleto 
                  de ausencia y deseos
                  que le sonreía con ojos maternales 
                 
                
                  
                  Lamento de los ojos durante la vigilia
                Sueño con tu mano delincuente limpia de metal
                  deslizándose sobre mi cuerpo así
                  en una caricia poderosa definitiva
                Sueño con mi nombre repartido
                  en tu boca cómplice sin silencios 
                  galopando por los vientos de los cuatro 
                  costados del territorio universal
                Sueño te en nuestra cama compartida
                  sólo con mi ausencia bordada
                  al burdeos oscura que no tolera
                  otro peso sobre su lomo
                y te confieso que a veces
                  sin quererlo
                  he soñado con mis dedos adentro
                  de las cuencas de sus ojos
                 
                
                  
                  Canción de cuna
                Le canto canciones de cuna con llanto
                  a tu cuna vacía
                  frágil cuna
                  hijo del sueño soñado
                Te abrazo te acaricio y
                  te amamanto con hilos de silencio
                  gota a gota blanca leche
                  Acurrúcate en mi pecho luz de mis ojos
                  dulce engaño
                Le canto canciones de cuna con risa
                  a tu cuna tibia
                  frágil cuna
                  hijo del sueño soñado
                Duerme despierto tranquilo
                  que tu madre te está velando
                  te está soñando
                  Te está inventando palmo a palmo
                  invisible a sus ojos mi niño
                Le canto canciones de cuna con risa con llanto
                  a tu cuna tibia frágil cuna
                  hijo del sueño
                  soñado
                 
                 
                  Nada más amplio que sus caderas
                No
                  nada hay más ancho que sus caderas
                  no
                  nada más amplio que su sonrisa
                  nada más grande que su mano abierta
                  que sus párdados cerrados
                Que su rincón favorito
                  que su celda entre las sábanas
                Qué más universal que su barrio
                  que su calle que su casa
                  que su alcoba
                  que su cama
                  que su cuerpo entre las sábanas
                  qué
                Pero ya sabemos
                  nada
                  nada más perdurable más eterno
                  que su amor desde la tumba
                  estrecho
                  que ese amor 
                  nada
                 
                * * * 
                    
                      
                    
                
                
                
                Artes y oficios 
                  María Inés Zaldívar.
                  Santiago de Chile : Red Internacional del Libro, 1996