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          Después del amor y de la muerte 
        Por Jessica Atal
        Revista de Libros de El Mercurio. Domingo 14 de Noviembre de 2010 
        
        
        
La historia de María Inés Zaldívar no puede comprenderse sin la presencia (y   ahora ausencia) de Gonzalo Millán. Antes de que se conocieran, en julio de 1994,   ya ella sabía mucho de él, de su poesía. Es más, la había estudiado, llegando a   versar la tesis de su doctorado en poemas extraídos de su antología Vida (que   Millán había publicado en Ottawa, en 1984), para más adelante convertir este   trabajo en un ensayo titulado La mirada erótica: Gonzalo Millán / Ana Rossetti.
          
          María Inés Zaldívar había seleccionado a la poeta española junto al   poeta chileno debido "a la admiración y cercanía" que sentía respecto de la obra   de ambos, y porque compartían -según ella- la característica de ser poetas   eminentemente visuales. La imagen y el erotismo fueron, entonces, los ejes   centrales de este exhaustivo análisis literario.
          
          Pocos años después de   finalizar su tesis, Gonzalo Millán y María Inés Zaldívar resolvían estar juntos   para siempre. Ese amor alcanzó a durar exactamente diez años, hasta que un   cáncer acabó con la vida del poeta.
          
          Luna de Capricornio, el libro que   hoy nos entrega María Inés, tampoco podría comprenderse cabalmente sin tener   presente la historia de amor que protagonizaron ambos poetas. Antes de ese amor   y de la muerte de Gonzalo Millán, Zaldívar escribía de una cierta manera; en   Luna de Capricornio escribe de otra completamente distinta. Este libro se   entiende en y desde la muerte, la soledad y la pena. Aquí se hace el duelo, se   tiembla, se llora, se vuelca, se revisa la vida entera, su sentido, el   significado de la felicidad -o la mentira- en la ilusión que de ella nos   formamos.
          
          Hay cosas, sin embargo, que Zaldívar no abandona de su poesía   anterior, y que veíamos en obras como Ojos que no ven (2001) y Naranjas de   Medianoche (2006). No abandona, por ejemplo, el uso sistemático de la imagen   visual (tal como la usaba Millán y que, resulta, sin duda, ser uno de los   aspectos más notorios a la hora de establecer la significativa influencia del   poeta en la poesía de Zaldívar), en una suerte de concepción poética que arma y   desarma el mundo imaginado, con pedazos o escenas de la vida cotidiana en que   son esenciales los sentidos. La poesía es el camino natural hacia el   autoconocimiento, hacia la introspección, que, en este caso, "descubre nuevas   formas/ blanco y negro escondidas tras los pliegues".
          
          Hay soledad, sin   embargo. Este camino ya no es tan placentero. El poema "Indoors", por ejemplo,   refleja el estado de un ser desamparado, que "Se duerme como un ovillo de lana   sin teñir", que se identifica con un "conejo pardo de ojos rojos", "acurrucada   en el rincón". Ese rincón propio -como la figura del "cuarto propio", de   Virginia Woolf- ya no es tampoco tan acogedor. Simboliza esa soledad extrema,   esa pena incontenible, y también, y acaso más que nada, el miedo que siente una   hablante "Víctima en mi casa y en mi trono", "En esta noche mía de encierro y de   miserias".
          
          Por eso, el refugio es la escritura: "Dibujo con tinta china,   pluma y cierto tipo de papel/ algunas siluetas conocidas que me vienen a la   mente./ Son aguas y tierras, ríos y mesetas, mares y relieves/ ciertos lugares   recorridos y alguna cara conocida/ para no perderme en la ruta de regreso a mi   rincón".
          
          Luna de Capricornio no ríe. No vemos aquella pluma de una María   Inés Zaldívar algo ingenua, lúdica y juguetona. Aquí la vemos en su noche más   oscura, pero no por ello, menos válida ni poderosa en su escritura. Al   contrario, hay una voz madura, que se enfrentó cara a cara a la muerte, al   dolor, y en ese duelo, ella finalmente gana y se encuentra "Sin más, agradecida   por una bella historia de amor para contar". Porque "al parecer, la vida   continúa, y la escritura también".