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El extraño futuro de María José Navia
«Una música futura». Editorial Kindberg, 2020. 131 páginas
Por Roberto Careaga C.
Publicado en Revista de Libros de El Mercurio. 3 de mayo de 2020
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La noticia empezó a circular a inicios de febrero. Quizás un poco antes, cuando aún el coronavirus no era declarado una pandemia, pero ya avanzaba por el mundo y no había cómo detenerlo. Se trataba del "Diamond Princess", un crucero declarado en cuarentena en las costas de Japón donde viajaban más de 3 mil personas de múltiples nacionalidades y de las cuales por lo menos unas 600 estaban contagiadas. El barco debió seguir navegando por semanas antes de atracar en un puerto: adentro ya no había vacaciones, sino incertidumbre y miedo. "Se me pararon los pelos", recuerda la escritora María José Navia (Santiago, 1982), que no solo estaba asombrada por la noticia, como cualquiera, sino también porque en el libro que estaba a punto de publicar había un cuento sobre un crucero en el que viajan pasajeros elegidos por razones misteriosas que, probablemente, no volverán nunca a tierra.
El relato se llama "All inclusive", como el servicio clásico que prestan ese tipo de cruceros: todo incluido. Sucede en un tiempo indeterminado, quizás en el futuro, 
pero eso no importa; lo que importa es que la protagonista recibe una carta con una invitación que no puede rechazar y que aparentemente cualquiera en el mundo podría recibir: un pasaje para un viaje por el mar en el crucero "Wakefield". Antes de subir, debe dejar todo arreglado entre los suyos, incluso un posible funeral. "Nunca conocí a nadie que volviera de aquí", dice la narradora al llegar al barco, para luego encerrarse en su pieza. El cuento está al final de Una música futura, el nuevo libro de Navia, y es un cierre abierto y enigmático para una colección de cuentos que dialogan perfecto con las incertidumbres que nos inundan en estos tiempos de pandemia.
Recién publicado por Editorial Kindberg, Una música futura es el quinto libro de Navia, su tercer volumen de cuentos. Son siete relatos donde reaparece una constante de su obra: un paisaje contemporáneo donde la soledad se intenta parchar con tecnología y lo que resulta es solo otro tipo de soledad. "Siempre he tenido mucha curiosidad sobre cómo las tecnologías van modificando nuestras emociones y también cómo nos permiten construir una ficción sobre lo que somos con las cosas que uno va posteando en las redes", dice Navia. Y agrega: "Mis personajes son súper aislados. Yo traté en este libro de meter más mundo, porque en general mis cuentos pasan mucho en la cabeza de los personajes".
Profesora de Literatura de la Universidad Católica e incansable tallerista de clubes de lectura y de escritura, en Una música futura, Navia va hacia un pasado cercano y también es capaz de ir a un futuro que podría estar a la vuelta de la esquina. Regresa a los 90 en el relato "Tiempo compartido", en el que una adolescente se refugia en su walkman en unas vacaciones con una amiga en Pucón, y en "Panda" narra lo que podrían ser unos días dramáticamente normales en Estados Unidos: una profesora latina de español lidia con los ecos de un tiroteo perpetrado por una alumna de su escuela. Y en un tiempo que podría ser el futuro, o quizás un presente que ya vivimos, en "Los tíos" Navia cuenta la experiencia de un matrimonio joven que aunque decidió no tener hijos, toman el servicio de "Mommy Time!": por un precio conveniente, reciben en su casa a un niño para que
sea su hijo por una tarde.
"En este libro me atreví a estirar un poco más el tema de lo real y acercarme un poco a lo fantástico. Con algunos elementos, porque ninguno es ciencia ficción totalmente, pero sí estuve coqueteándole a la distopía, a la ficción especulativa. Pero si esto es ciencia ficción, sería ficción de pasado mañana", asegura Navia, y acaso el mejor cuento que muestra ese tono es el que abre Una música futura. Se llama "Cuidado" y sucede en una suerte de clínica de rehabilitación para adictos a todo lo que pueda ser online: redes sociales, juegos, pornografía, apuestas, cualquier cosa que funcione en una tablet o un celular. Quizás esas clínicas ya existen en la realidad; el relato de Navia está en el sur de Chile y todos los internos sufren en soledad la abstinencia en habitaciones frías, casi sin electricidad.
"La gente que ha leído el libro me ha comentado que los cuentos dialogan bien con el contexto que estamos viviendo. Tristemente bien, diría yo. Casi todo pasa en espacios cerrados y creo que transmiten una sensación de encierro que en algunos cuentos es más terrible", dice Navia, que cuando quiere abrir espacio a lo terrible avanza hasta lo más oscuro: el cuento que da título al libro es sobre un centro de detención de niños inmigrantes en la frontera de Estados Unidos. Diferentes trabajadores del lugar narran la vida de esos niños
que esperan por sus padres o algún pariente, mientras una "administración" enigmática los utiliza para experimentos sobre el olvido. O para un futuro sin memoria.
Protagonizado por personajes que escogieron su soledad o terminaron en ella, Una música
futura también está lleno de momentos absurdos cargados de humor negro. Y a veces de una esperanza luminosa: mientras la protagonista del cuento "All inclusive" avanza por altamar esperando su destino, lee y lee. "Todo lo que está pasando es muy angustiante y crea mucha ansiedad, y lo que uno hace o muchos hacemos, es volver a los libros. Refugiarnos en ellos como en un minibúnker. Esa es la valentía que nos permite la situación de hoy: seguir leyendo, estar en casa, guardados, no contagiar a nadie, hacer algo con nuestro tiempo, ojalá valioso, no destructivo, y eso se traduce en seguir leyendo nomás. Confiar en que mañana puedo dar vuelta la página y que hay otro día. En la literatura también hay un lugar y una familia", dice Navia.
