El autor argentino acaba de lanzar en Chile “La máscara azul”, primera entrega de una saga de policial queer latinoamericano protagonizada por un abogado gay que investiga casos relacionados con la comunidad LGBTQ
en el Buenos Aires de los años 80.
“El tema de la diversidad sexual es lo que me atraviesa y el único lugar desde donde pudo escribir”, señala el autor argentino Facu Soto (Buenos Aires, 1972), durante una reciente visita a Santiago para presentar su libro “Hubo un tiempo que fue hermoso” (Sudestada, 2024), sobre los inicios de Charly García. La visita también es el puntapié inicial para la publicación de su nuevo libro de ficción, “La máscara azul”, el primer título de una saga de queer noir o policial queer que acaba de ser lanzado en Chile por editorial Narrativa Punto Aparte.
Ambientada en el Buenos Aires de los años 80, recién recuperada la democracia, la saga tiene como protagonista al abogado gay Mateo Colombo, quien junto a su compañero Juan Manuel ejerce el papel de investigador en casos que afectan a la comunidad LGBTQ. Se trata de una pionera saga de policial queer latinoamericano que se proyectará a lo largo de varios títulos, mostrando también los espacios underground de la ciudad.
Autor de libros como “Juego de chicos, crónicas de fútbol gay” (publicado en Chile por Emergencia Narrativa en 2011), “Conversaciones con Washington Cucurto”, “Charly Queer” y “En busca del puto amor”, entre otros libros de ficción y de periodismo, Facu Soto aborda por primera vez la novela negra con esta saga que sacude los códigos del género con un relato planteado desde la diversidad.
“La máscara azul”, primera entrega de la saga, se ambienta en el Barrio Coreano de Buenos Aires, donde se esconde una oscura red de explotación sexual, en la que se interna el investigador Mateo Colombo. El caso avanzará por espacios de encuentros furtivos en la capital y por refugios en la Pampa hasta desembocar en el barrio alto de la ciudad, mostrando todos los contrastes de la sociedad de la época.
“El noir y el tema de la diversidad sexual, que es el único lugar desde donde puedo escribir, están atravesados por la interseccionalidad, por la cuestión de clase, de género, de raza, y es muy rico visibilizar esto. A Mateo no le importa tener caos que le den prestigio o lo posicionen un lugar social, es hijo de un carnicero, tiene encuentros en baños de trenes con otras personas que a veces le dan información clave en esos lugares, está todo entremezclado y eso me lo permite este género”, comenta Facu Soto.
“Al principio uno no sabe para qué lado juega Mateo, al inaugurar la saga recién estamos conociendo al personaje, pero sus ideales y principios son imbatibles, tiene cosas como muy de antihéroe pero también una cuestión ética intachable y se mete a defender algo que en esa época tampoco era muy defendido, la gente no quería ver. Tengo pacientes que fueron abusados y que me relatan que cuando le contaban a la mamá que habían sido abusados por un sacerdote en la parroquia les decían: no difames al cura, tapa todo, y eso fue hace dos décadas atrás. Me parece muy importante la cuestión política de abordar temas que hay que seguir visibilizando, y hablar, ser un disparador para pensar en estas cosas”, señala el escritor, quien es además perito sicólogo forense.
De hecho, cuenta Facu Soto, esta experiencia como perito, así como sus lecturas del género policial, le han servido para desarrollar su proyecto literario de queer noir: “Yo soy sicólogo y hago pericias sicológicas, voy a cámara Gesell hace más de diez años, escucho un montón de cuestiones que obviamente no escribo sobre eso pero sé sobre el tema, hice un posgrado en sicologpia forense, cursos de asesinos seriales, estoy como medio fascinado con todo eso, sé hacer una autopsia sicológica, entonces tengo ese plus también”, señala.
Buenos aires noir
Para Facu Soto, uno de los alicientes a la hora de escribir esta novela es mostrar también los cambios y contrastes entre una ciudad como Buenos Aires en los años 80, con toda su movida under y abriéndose recién a la democracia, y la capital que es hoy. En eso, su propia experiencia cobra valor.
“Yo salí a la calle muy joven, a Charly García lo vi por primera vez a los 10 años en el Luna Park y desde muy chiquito me empecé a meter, veía películas en el teatro San Martín, no entendía mucho pero percibía cosas, recuerdo cosas muy fuertes, cosas perturbadoras… De 15 años empecé a ir al Paracultural y a lugares muy under donde se generaba un montón de cuestiones, esa cosa explosiva que tenía que ver con el inicio de la democracia: Batato Barea, Piggieta, Tortonese, Fernando Noy, iba a las salas de ensayo de Don Cornelio y la Zona… Curtí mucho underground, donde había mucha libertad, muchos excesos después de años de represión, fue como una explosión de libertad de noche y en determinados lugares, contrastando un poco con el día, donde pasaban otras cosas: estaba la hiperinflación en una época donde subían las cosas cinco o seis veces al día, había represión, era impensable ver a los chicos de la mano, eso solo pasaba en lugares muy underground”, relata.
Parte de este trasfondo es el que sirve de escenario literario para la saga iniciada por “La máscara azul” y protagonizada por el investigador Mateo Colombo, quien encuentra aliados en la ciudad, como la periodista lesbiana Violeta Albarracín, quien colaborará en algunos de sus casos.
“El noir es un género donde me siento muy cómodo, tiene determinada estructura que me permite no desbordarme y a la vez jugar mucho con la ficción. Los principios de Mateo no se negocian, siempre está a favor de los más débiles, de las vidas que a nadie le interesa abogar por ellas porque son consideradas de baja estofa o que a nadie le interesan. Hay una mirada desde los márgenes, estos personajes no podrían tener vida si no es el noir”, concluye.
“Lo que escribo son cosas que me gustaría leer a mí y que no encuentro, esto no lo vi en ningún lado y me hubiese gustado tener un antihéroe que se preocupara de nuestras discriminaciones, de nuestras vida que para mucha gente no valen”, agrega Facu Soto, quien se decalra un admirador del escritor afroamericano Chester Heims: “Me inspira mucho, no era gay pero sí vivió la segregación y en algún punto tiene que ver con lo que yo escribo sobre sexualidades disidentes a mitad de los años 80, es una forma de hacer memoria”.
Sobre el autor
Facu Soto (Buenos Aires, Argentina, 1972) es perito psicólogo forense, periodista con perspectiva de género y narrador. Es egresado de la Diplomatura en Géneros, Políticas y Participación de la Universidad Nacional General Sarmiento. Colaboró en el suplemento Soy de Página 12. Coordinó talleres literarios, entre ellos el Laboratorio de Literatura Gay-Queer en el Centro Cultural Ricardo Rojas. Fue profesor de la Diversidad e Inclusión en la Universidad de Flores y titular de cátedra de otras materias.
Tiene más de 30 libros publicados, entre ellos, “Juego de chicos. Crónicas de fútbol gay” (2011, Editorial Conejos; 2012, Emergencia Narrativa), “Conversaciones con Washington Cucurto” (2017, Blatt & Ríos), “Alegría” (2018, Saraza), “Ioshua: la biografía” (2020, Mansalva), “Notas maricas” (2020, Ediciones UGNS), “De la noche a la mañana: La bio de Palo Pandolfo” (2022, Sudestada), “Todas reinas: César Cigliutti 24 años de presidencia en la CHA” (2022, Ediciones UNGS); “Charly Queer. Todavía sigo siendo un anormal” (2022, Chirimbote), “En busca del puto amor” (2023, Letras del Sur); “Charly x Charly” (2024, Biblioteca de Chilenia/El Brillo); “Cactus” (2024, Letras del Sur) y “Hubo un tiempo que fue hermoso” (2024, Sudestada).
www.letras.mysite.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez Solorza. e-mail: letras.s5.com@gmail.com Facu Soto, escritor:
“Estos personajes no podrían tener vida si no es el noir”
"La máscara azul", Facu Soto.
Narrativa Punto Aparte, 2024, 94 páginas
Por Marcela Kupfer