Más
allá de la guitarra
a Víctor Jara
Más
allá de la guitarra
están las manos separadas de la patria
un
sonido de alas que arde
y quema mis zapatos
una invitación a orinar
sobre la tierra
con la semilla pura del canto
Más allá de
la guitarra
la sangre dibuja una música violenta
y la cabeza del
cantor se llena de agujeros
y de besos con olor a muerte
Más allá
de la guitarra
los caminos lloran
la lluvia llora y cae de rodillas
porque
el hijo de la tierra
no completará sus pasos
Más allá
de la guitarra
más allá del estallido
que apagó los
corazones
más allá de este poema
y con la herida inolvidable
de
un tiempo inolvidable
los ojos buscan a Víctor
más allá
de la guitarra
y de la patria
Vincent
1993
a Vicente Huidobro
El gran poeta de las vanidades
se mira al espejo y dice
no hay otro mejor que yo
no hay otro más
hermoso y delicado
más burlón, paradojal e irresistible
Y
cuando voy por las calles
me persiguen y me piden autógrafos
se
aglutinan en torno mío o se desmayan
porque soy más inmortal
que las agujas
y en mi boca suspiran las estrellas
Así, cada montaña
es un pelo en mi oreja
y cada nube una escalera de emergencia
donde subo
y bajo como un mago
persiguiendo su conejo sin darle jamás alcance
No
obstante los helicópteros me adoran
me adoran también las escolares
que diviso de reojo
me adora el trapecista de un circo desahuciado
me adora
la azafata de un vuelo imaginario
me adoran los enanos, los duendes, los fantasmas
y
todos gritan "Ahí va Vicente, ahí va
con su cara encerrada
en un sombrero
ahí va, el que se orina en los astros
el que respira
copihues
y cambia de color hasta volverse inaguantable"
Y yo me río
como un Buda chocho
cuando arrojan flores a mis pies
y me lleno de números
telefónicos
y de mujeres que darían sus propios pechos
por
rozar mi frente de amante multitudinario
o por mirar mis cabellos salidos de
un arcoiris de fruta
Tengo unos cuantos lunares en francés
y un
gato que me habla en un idioma postumo
y un perro que me muerde y me lame
las antenas
y un cilantro preguntando quién soy
y yo le digo "No
me busques
no hagas caso de la rosa deshojada
tú tienes tu propia
sabiduría
tu propio olor
tu apellido en la cazuela del domingo
y no necesitas ser tan hermoso
para que ellos te respeten
cuando con
sólo probarte
tienes ganado el cielo
y un espacio en mi garganta"
Ahora
me marcho en mi paracaídas
me marcho en mi aeronave de plumas anónimas
me
marcho a pellizcarle las nalgas a un piano
a dormir una siesta en un ataúd
de huevo
Me
sobra un muerto
a Pablo de Rokha
Me sobra un muerto, me
sobra
me sobra un muerto y no soy yo, quién es
y viene de la levadura
y de los precipicios
me sobra un muerto „
un muerto martillándome
la piel
me sobra un muerto y no soy yo
porque estoy vivo y lo presiento
lo
respiro y cae de la manga de otro muerto
y cae y cruza mi camisa, y da la
vuelta
y sigue y sigue en mi esqueleto, un muerto
un muerto en mi esqueleto,
instalado de por vida
un muerto me sobra y no soy yo
y llora y grita y
ríe con su carcajada demoniaca
un muerto, un muerto sagrado
un muerto
en el gemido del espanto
un muerto derramado en mi garganta y en mi sed
con
su ceniza de elefante
en el vinagre, en el aliño de los años
un
muerto arañando los cristales
entre tábanos y hormigas y gusanos
hambrientos
defecando un muerto sus palabras
o en la suma de las voluntades
o en ninguna
o en la roca de las rocas, trapicado el invencible
el muerto
agujereado por los otros
inmutable en el zarpazo, en la estocada del olvido
me
sobra, me sobra un muerto y no soy yo
porque patea y raspa
engulle con su
dentadura cavernaria
hasta rozar por fin la sal del universo
La
playa de los pobres
Los pobres veranean en un mar
que sólo
ellos conocen
Allí instalan sus carpas
hechas de mimbre y celofán
y
luego bajan a la orilla
para ver la llegada de los botes
curtidos de adioses
En la playa
la miseria se broncea boca abajo
el hambre toma sol en
una roca
los niños hacen mediaguas en la arena
y las muchachas se
pasean
con sus bikinis pasados de moda
Ellas tienden sus toallas de papel
y se recuestan a mirar el reventar de las olas
que les recuerda la forma
de un pan
o una cebolla
Mar adentro nadan los sueños
Y ellas
ven al vendedor de helados
acariciando sus pechos
o a ellas mismas en un
viaje hacia la espuma
del que regresan con vestidos nuevos
y una sonrisa
en el alma
... .. .. .. .. 2
Los
pobres veranean en un mar
que sólo ellos conocen
Y cuando cae la
tarde
y el horizonte se desviste frente a ellos
y las gaviotas se desclavan
del aire
para volver a casa
y el crepúsculo es una olla común
llena
de peces y colores
ellos encienden sus fogatas en la arena
y comienzan a
cantar y a reír
y a respirar la breve historia de sus nombres
y beben
vino y cerveza
y se emborrachan
abrazados a sus mejores recuerdos
Mar
adentro nadan los sueños
Y ellos ven a sus hijos camino de la escuela
cargando
libros y zapatos y juguetes
o a ellos mismos regresando del trabajo
con
los bolsillos hinchados
y con un beso pintado en el alma
Y mientras ellos
sueñan
el hambre apaga sus fogatas
y se echa a correr desnuda por
la playa
con los huesos llenos de lágrimas
La
última cena
Y el gusano mordió mi cuerpo
y dando
gracias
lo repartió entre los suyos diciendo
"Hermanos
éste
es el cuerpo de un poeta
tomad y comed todos de él
pero hacedlo
con respeto
cuidad de no dañar sus cabellos
o sus ojos o sus labios
los
guardaremos como reliquia
y cobraremos entrada por verlos"
Mientras
esto ocurría
algunos arreglaban las flores
otros medían
la hondura de la fosa
y los más osados insultaban a los deudos
o simplemente dormían a la sombra de un espino
Pero una vez acabado
el banquete
el mismo gusano tomó mi sangre
y dando gracias también
la repartió entre los suyos diciendo
"Hermanos
ésta
es la sangre de un poeta
sangre que será entregada a vosotros
para
el regocijo de vuestras almas
bebamos todos hasta caer borrachos
y recuerden
el último en quedar de pie
reunirá los restos del difunto"
Y
el último en quedar de pie
no solamente reunió los restos del
difunto
los ojos, los labios, los cabellos
y una parte apreciable del estómago
y los muslos que no fueron devorados
junto con las ropas
y uno que
otro objeto de valor
sino que además escribió con sangre
con
la misma sangre derramada
escribió sobre la lápida
"Aquí
yace Mario Meléndez
un poeta
las palabras no vinieron a despedirlo
desde
ahora los gusanos hablaremos por él"
Todos
amaban a Cristina
Todos amaban a Cristina
porque tenía
los senos blancos
porque su vientre semejaba
un dulce cáliz
donde
se ahogaban las oraciones
y los salmos
"Yo soy la eternidad y la vida"
decía
Cristina
mientras los días
comulgaban en su cuerpo
y un río
de hostias
florecía entre sus piernas
iluminando las aguas del recuerdo
y
del olvido
"Todos amaban a Cristina"
repetían los pájaros
"Todos
amaban a Cristina"
garabateaban los peces
al desangrarse en la arena
y ella se descolgaba de su sombra
como una mariposa de miel
llenando
el aire de caricias
y de pétalos azules
quemando con su aliento
la camisa de los siglos
desenterrando el esqueleto del viento
en una
plegaria de besos
en un canto de amapolas tristes
que sólo sonreían
al verla
Porque ella era la paz en la carne de los templos
era el vino en
la misa del domingo
era el pan en la mesa de los sueños
Todos amaban
a Cristina
porque clavada desnuda en la cruz
sus senos blancos iluminaban
el mundo
Canción
de ayer
a Stella Corvalán
La loca guardó
el amor en una cartera
quiso dejarlo allí por años
que se
pudriera
entre las costuras atormentadas
de su existencia
en el veneno
de su delirio
Pero no pudo
En esos instantes de lucidez
en que se miraba
al espejo para encontrarse
para enumerar sus gestos abandonados
ella recordaba
aquel amor y suspiraba
entonces lo sacaba de su cartera
para quitarle las
telarañas
para vestirlo y para afeitarlo
y para ordenar sus cabellos
y
salir con él tomados de la mano
hacia la eternidad de los atardeceres
y
recorrer los hoteles y los teatros y los puentes
y recorrer aquellos lugares
donde
los sueños quedaron tatuados
donde la ausencia sembró de caricias
los
espejismos incurables
Y ella fue feliz
ingenuamente feliz, perdidamente
feliz
Y ya no escondió el amor en una cartera
esta vez se lo regaló
a la noche
para que todas las estrellas
se acurrucaran en él
Porque
en mi casa ocurre de todo
Aquí se baila al ritmo de las estufas
se
canta como los grillos más desesperados
se aprende a desnudar al viento
que
nunca nos muestra su trasero
y en noches de luna llena jugamos a ser felices
midiéndonos
los colmillos
Porque en mi casa ocurre de todo
y los pocos ratones que existen
están
condenados a seguirnos la corriente
unos vestidos de superhéroes
otros
haciendo gárgaras
con los bigotes de un gato muerto
Y así
como las ampolletas aportan lo suyo
las sábanas también observan
más
allá de sus narices
y ven miles de piojos sentados en el patio
y
pulgas tomando sol
entre las patas de una gallina
y caracoles reunidos en
una gota de champagne
cuando la tarde estira sus piernas
por encima de los
vivos
Pero nos faltan aún las bisagras
y algunas flores que no han
sido entrevistadas
y están las escaleras y el baúl de los recuerdos
y
aquella hormiga pacifista
con sus dotes de gran oradora
Y no se asusten
si a ratos quedamos a oscuras
son los zancudos que apagan la luz
y vuelan
con su coreografía hacia otra parte
Porque en mi casa ocurre de todo
y todos tienen derecho a voz y voto
desde el baño a la cocina
desde
mi cama al hueco dejado por las arañas
antes de hacer sus maletas
Todos
sonríen de alguna manera
y se conforman con lo poco y nada que poseen
Porque en definitiva aquí pueden estar tranquilos
y saben que es
peligroso cambiar de domicilio
cuando han logrado el respeto de este pobre
poeta
que bien los tiene en su Santo Reino
Los
buenos muchachos
El cadáver del poema se parece demasiado
a la página en blanco
El cadáver del poeta se parece
demasiado
a la fosa que lo espera
El poema y el poeta no caben en la
misma fosa
Eso ya te lo advertimos .... repiten
los gusanos
corta las patas del poema y la cabeza ....
si quieres
nosotros nos ocupamos del resto
Qué te parece
.... cholito
LA
POESÍA DE MARIO MELENDEZ
Por
Xavier Oquendo Troncoso