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Marcelo Mellado y la narrativa municipal de Chile
"Madariaga y otros". Literatura Random House, 2018
Por Pedro Pablo Guerrero
Revista de Libros,
El Mercurio, 27 de mayo de 2018
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"Colectivos hay muchos; Madariaga uno solo", dice la tarjeta de presentación del taxista de San Antonio que se convirtió en personaje literario de Marcelo Mellado en Madariaga y otros. Protagoniza los siete relatos que constituyen la primera parte del libro, donde su autor admite un juego de géneros que va desde "el policial político, a la crónica de la recomposición de un sujeto chileno posible". En la ficción, Madariaga es un hombre ya maduro, enemigo acérrimo del poder municipal. Vive en Barrancas, solo con su gato, conduce un Lada de museo -parecido a los Fiat 125 que usaban los GAP de Allende- y ayuda a sus clientes a zafar de situaciones en las que peligran hasta sus vidas.
"Ni siquiera recuerdo su nombre de pila, pero se trata de alguien que todavía circula", dice Mellado. "Él siempre me llevaba en su colectivo y me contaba de su 
vida. Estuvo detenido en el campo de prisioneros de Tejas Verdes y escribió un libro al respecto, que se llamaba Yo también estuve ahí. Políticamente muy incorrecto, según cuentan quienes lo han leído: no tiene esa cosa testimonial formateada desde el sentido común de la izquierda. Le agradece a todo el mundo, hasta a los milicos, de estar vivo. Madariaga se ve como un servidor público, habla con los pasajeros y los aconseja. Es un patrimonio vivo de la ciudad".
En cuentos como "Madariaga y la ley de pesca", el protagonista acepta incluso que un dirigente sindical le pague una parte de la carrera en jibia y pescado. Acto de trueque común en las economías de la precariedad de las que el propio Mellado, admite, siempre ha sido tributario. "Hay una moral potente en Madariaga. La afirmación de lo comunitario y de lo colectivo, frente al individualismo brutal en un territorio en que el componente solidario siempre ha sido clave. Es la crítica de Madariaga al nuevo Chile", asegura el escritor. "No puedo negar que le tengo cariño al personaje y a la persona. Su paso a la ficción si bien tiene su propia verosimilitud, no es tan lejano utópicamente. Y definitivamente no es patético, es constructor de un nuevo mundo, uno que, quizás, siempre estuvo".
Como Madariaga, hay otros personajes del libro con un correlato verídico. Uno de ellos es el Cara de Viático, concejal socialista que surgió, recuerda el autor, de dos encuentros fortuitos que tuvo con la mitad del concejo municipal de San Antonio, tanto en Magallanes, como en Arica. Una forma de "corrupción blanda", según acusa. "Iban a congresos que los municipios organizan a lo largo del país, aunque por lo general son para funcionarios municipales y los concejales no lo son", precisa.
En la segunda parte del libro hay 11 relatos donde se puede a reconocer a otros personajes locales, como "Brecht", sobre un actor neurótico y arrogante que se propuso montar en el puerto "La ópera de los tres centavos"; "Hamelin", que describe una acción vecinal dirigida contra el conservador del museo local, y "Antológame", desaforada parodia de "El Aleph" en torno a un poeta de Valparaíso.
"En Madariaga y otros hay algo así como la puesta en visibilidad del municipalismo cultural", resume el escritor. "El Chile municipal es un fenómeno potente del nuevo país. Si hay algo que yo he intentado hacer es la narrativa municipal de Chile. Antes no existía, aunque tal vez González Vera sería uno de sus precursores. Pero lo mío tiene que ver con el reordenamiento de clases. La municipalización de la cultura y del territorio también implicó la creación de una nueva burocracia de serie B. De la mano del proyecto socialdemócrata concertacionista, genera un clasemedianismo perpetuo, con su propia lógica brutalmente corrupta y llena de operadores políticos".
En Valparaíso, donde vive actualmente, Mellado integró el colectivo La Matriz, que impulsó la candidatura de Sharp en la última elección municipal. Hoy, sin embargo, se muestra decepcionado. "El municipio porteño es la prueba más clara de la imposibilidad estructural de la izquierda chilensis de rediseñarse", acusa. "Estos tipos no tienen aparato teórico. No tienen modelos de diálogo. Son puro muñequeo, no tienen un proyecto político emancipador de verdad. Son continuadores del modelo, más perfeccionadito y menos corruptito, pero igual han generado un aparato nepotista, porque para ellos la política es un sistema de filialidades que termina sucumbiendo a la colocación laboral".
En contraste, su situación personal es tan precaria como de costumbre. "Estoy cesante", dice pronunciando la "c" como "sh", en un gesto irónico de marginalidad. "En el Clinic decidí hacer una pausa, dado el conflicto con sus trabajadores que, espero, se resuelva pronto", cuenta.
Relato chilote del siglo XIX: madera y piratas
"La República del Canelo", el relato más largo de Madariaga y otros, constituye la tercera parte y final del libro. Corresponde a la reescritura de una novela corta que publicó antes con el título de República maderera (2012). Es la ficcionalización -con anacronismos- de episodios históricos ocurridos en Chiloé a fines del siglo XIX: narra las tropelías del pirata Ñancupel y una conspiración extranjera que intentan sublevar a la población huilliche en una tentativa autonomista.
"Rememora la función histórico-extractiva. Hoy es el salmón; antes fueron las forestales. Y los sujetos migratorios, internos y externos, y un Estado ausente o no muy presente", dice el escritor.
Dedica el relato a Francisco Coloane. Lo conoció en 1985, cuando Mellado vivía en la Isla Grande de Chiloé. "Él es clave como autor de los pueblos abandonados. Igual o parecido a uno, guardando las distancias y diferencias del caso", explica Mellado. Reivindica, en este sentido, a ciudadanos como Madariaga y a activistas de derechos humanos y recopiladores de expresiones de la cultura popular, como la canción cebolla.
"Es un trabajo total y absolutamente de personas o de asociaciones particulares que dan visibilidad a algo que no la tenía. Nosotros mismos, a través del colectivo de Pueblos Abandonados o el Taller de Buceo Táctico, durante años hemos trabajado políticas culturales poniendo a San Antonio y otros lugares en el mapa de la cultura chilena. Eso es el efectivo autonomismo", concluye Marcelo Mellado.
