Proyecto Patrimonio - 2021 | index | Oreste Plath | Marino Muñoz Agüero | Autores |
"Geografía Gastronómica de Chile”: artículos reunidos (1943-1994) / Oreste Plath
(editores: Rodrigo Aravena Alvarado, Anabella Grunfeld Havas).
–(1a. edición).- Santiago de Chile: Ed. Biblioteca Nacional, 2018
Por Marino Muñoz Agüero
.. .. .. .. ..
César Octavio Müller Leiva (Santiago de Chile 1907 – 1996) cuyo seudónimo es Oreste Plath llegó a todos los rincones de Chile; no hubo aspecto de la cultura tradicional que no observara, registrara y difundiera: folclor religioso, lenguaje, juegos populares, medicina tradicional, folclor de distintas zonas, animitas, pájaros e insectos, creencias populares, mitos y leyendas y tantos otros temas atingentes, analizados en el contexto social, histórico, simbólico y paisajístico que los rodean. Supo conjugar la rigurosidad del científico social con la pasión de un poeta embotado por colores, olores y sabores. Fue un comunicador, un maestro que a través de sus escritos nos lleva a recorrer paso a paso, letra a letra —con minuciosa elegancia— los escenarios de las más puras expresiones de nuestra existencia republicana.
"Geografía Gastronómica de Chile” es una muestra de su preocupación por la tradición alimentaria; asumía que el comer y beber de un pueblo forma parte de la cultura: los ingredientes utilizados, su procedencia y modo de producción, la toponimia asociada, el tipo y lugar de preparación, la diferencia entre comer en casa o fuera de ella, la elección del menú para fechas u ocasiones especiales, las instancias sociales para compartir una comida, los utensilios para la preparación, conservación y consumo de los alimentos y bebidas son elementos constitutivos de la cultura alimentaria de un pueblo y, por lo tanto, de su identidad.
Lo primero que hacía Oreste Plath cuando llegaba a una ciudad era visitar mercados y “picadas”, ahí se empapaba de sus ambientes, probaba la comida, conversaba con clientes y dueños de locales. Hizo su trabajo con sumo respeto hacia las personas, espacios y tradiciones. ¡Qué falta nos hace hoy este caballero de amables modales! cuando las tradiciones se miran “desde arriba”, por ejemplo, en zonzos programas televisivos con producciones periodísticas de utilería, recurriendo incluso a la insultante imitación de las personas y más aun, a la burla de sus costumbres. Qué falta nos hace, cuando hasta las “picadas” otorgan franquicias comerciales para reproducirse a kilómetros de su origen; y qué decir de las parodias snob que aspiran a reconstruir ambientes de “almacén” u ofrecen “productos de elaboración artesanal” en un Mall, o locales que se apropian de recetas ajenas como el “Terremoto” o la “Chorrillana”.
El escritor en más de una ocasión expresó su preocupación por la emergencia desenfrenada de “emprendimientos” comerciales que interfieren la evolución cultural natural, y lo hacía con la autoridad del observador y habitué, porque cuando Oreste Plath nos habla de las cocinerías de Angelmó le creemos, pues sabemos que estuvo ahí.
Todo lo anterior se refleja en “Geografía gastronómica de Chile”, texto que, al abrirlo expele los olores del viejo mercado de Temuco, de “La Piojera” o de los coches-comedor del tren al sur. Cada capítulo es una vuelta a la manivela de un viejo organillo, y sus páginas destilan gotas de “Apiao”, “Pajarete” o “Pipeño” de Chillán.
En el libro se nos entrega una selección de sesenta y siete artículos (de casi doscientos recopilados) nunca antes reunidos, pues el autor privilegió la difusión a través de diarios y revistas, permitiendo el rescate y registro de conocimientos, usos sociales y prácticas generalmente transmitidos por “tradición oral”. Los artículos se reparten en cinco secciones: “Espacios”, “Aquí se come y se bebe”, “Folclor lingüístico y alimentación”, “Cosmovisión: saberes de los sabores” y “Platos, ingredientes y preparados”. Desfilan por sus páginas, el charqui, curanto, “agüitas”, chupones, mate, limones de Pica y tortas de Curicó, entre otros.
La obra se inicia con una semblanza del autor a cargo de Pedro Pablo Zegers Blachet, y Mónica Bahamondez Prieto, Director de la Biblioteca Nacional y Subdirectora de Gestión Patrimonial respectivamente, responsables de la iniciativa. A continuación, las palabras de su hija Karin Plath Müller Turina y el prólogo de los editores Rodrigo Aravena Alvarado y Anabella Grunfeld Havas. Cierran la publicación un glosario, un mapa gastronómico de Chile y la reproducción gráfica de notas originales del autor. Todo ello hace de “Geografía gastronómica de Chile” un texto imprescindible para el conocimiento de nuestra identidad nacional.
Para terminar, reproducimos una anécdota que retrata a Oreste Plath. El investigador hizo de la sección Referencias críticas de la Biblioteca Nacional su gabinete de trabajo. Meses antes de su fallecimiento estuvo hospitalizado por un breve lapso y funcionarios de varias secciones de la Biblioteca en pleno periodo de vacaciones de verano, fueron a donar sangre a su nombre. Cuando lo dieron de alta, invitó a todos a almorzar, pensaron que los llevaría a su casa, sin embargo, hizo parar taxis y partieron a “El Hoyo” en el barrio Estación Central, al llegar pidió prietas con papas; con mucho esfuerzo lograron convencerlo para que optara por una cazuela de vacuno. La historia la cuenta Justo Alarcón Reyes (“Homenaje a Oreste Plath” (1907-1996), Academia Chilena de la Lengua, Universidad de Talca, 2001, pag. 150).
César Octavio Müller Leiva adoptó su seudónimo de Orestes (mitología griega) y de Plath, una marca de cuchillería. Se casó con Isabel Nicasi, de quien enviudó tempranamente y, luego, con la escritora Pepita Turina (Josefa Alvina Turina) originaria de Punta Arenas; de ese matrimonio nació la pareja de mellizos Karen y Carol.
Descarga gratuita (PDF)
http://www.bibliotecanacionaldigital.gob.cl/visor/BND:355398
