. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . A Francisca Muñoz.
Ya que enfrentado al funk de Chancho en Piedra,
debo confesarlo
respecto del atentado
en el Metro Escuela Militar:
fui yo
quien bailaba con la verga afuera,
fue mi afán
a la entrada del Metro mientras acontecía
el atentado,
sin ninguna razón de peso ni motivación
que agregar a la acción irracional y exhibicionista
de bailar con la verga afuera
mientras a la pobre señora la bomba
le amputaba los dedos y a mi
me amputaba el coxis,
doblemente torturando a la pobre señora con la imagen
de una verga bastante repugnante a la vista volando
por los cielos y en pedazos y sus pobres deditos
sumándose al total de 11 falos,
dicta la suma freudiana.
Mi compungida solidaridad en ese sentido
con la pobre dama y con mi pobre
entrepierna también
compungida
y con el pobre guerrillero
que vio a la señora aproblemada
y no halló mejor resolución.
Pero un mea culpa por sobre todo.
Fui yo. Fue mi afán.
La bomba me la lanzaron a mí
que tenía la señora al lado,
yo le ofrecía la verga en irrelativo desplante
y por culpa de mi estupidez
aconteció todo.