Entrevista a Manuel Silva Acevedo
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Bibliotecas Escolares/CRA, Ministerio de Educación de Chile, n. 41, enero 2009.
Manuel Silva Acevedo nació en Santiago en 1942. Desde los años sesenta ha
publicado gran número de poemarios, con una fuerte presencia de lo político y lo
erótico, emparentado con la poesía de Enrique Lihn. Sus versos han sido
traducidos al inglés, francés, alemán e italiano. En 1988, el Fondo de Cultura
Económica publicó una antología panorámica de su obra, Suma alzada.
Prologada por Adriana Valdés, esta publicación refuerza su presencia en el
panorama poético hispanoamericano. En 2000, su poemario Cara de hereje fue
adaptado a la media máscara de la Comedia del Arte por la compañía de teatro
La Mancha. En 2002, recibió el premio Eduardo Anguita, otorgado por la Editorial
Universitaria.
- Pensando en la lectura de la poesía por parte de los jóvenes, ¿por qué leer
poemas hoy? Es decir, ¿qué otorga la poesía hoy que no da la prosa?
- Un poema cargado de significación –es decir, un buen poema– es como una
bomba de racimo, capaz de producir un estremecimiento emocional y un
expansivo y radical cambio en nuestra conciencia y en nuestra apreciación
estética. La poesía es el reino de la libertad, tal vez el único a estas alturas de la
historia humana. En él la imaginación y la potencia creativa no tienen límites, lo
que para un joven representa un amplio y rico espacio de expresión, desde el
cual puede echarse a volar más allá del horizonte conocido. Un espacio que se
renueva con cada lectura como el mar se renueva y que contiene un algo secreto
e indescifrable, del cual solo nos da una pista.
En un tiempo fragmentario y vertiginoso como el actual, quizás solo la poesía es
capaz de sintetizar e integrar las múltiples y cambiantes facetas de la implacable
realidad que nos toca vivir. Si bien es difícil definir con precisión la orientación de
un poema, el sustrato del lenguaje poético será siempre el inconsciente de donde
brotan las palabras y las imágenes en un (des)orden y una (in)dirección que el
poeta intenta gobernar, aunque muchas veces termine siendo gobernado por el
dictamen de su lado desconocido.
- ¿Cómo puede uno acercar a los jóvenes a la poesía o a un poema en
particular?
- Hoy son pocos los jóvenes que se sienten atraídos por la poesía como un
ejercicio de libertad y búsqueda. Pero aquellos que experimentan su poderosa
atracción sin duda la perciben como un misterioso desafío que atañe a la propia
identidad, a una toma de conciencia estética y a la diferenciación en una sociedad
cada vez más reguladora y homogenizante. Desde luego, el primer paso para
que esta atracción se produzca es la lectura de poesía, y allí estriba la
principal dificultad, porque los jóvenes de hoy no leen o leen muy poco siendo
seducidos e inducidos a la pasividad por la facilidad de las imágenes de la tv y la
red Internet. Pero en esta última también pueden encontrarse con la poesía, solo
basta con desear buscarla. Ahora, hay momentos en la vida de un joven, ya se
trate de catarsis emocionales o conflictos irreductibles, en que un poema puede
ser la llave maestra que cambie radicalmente su punto de vista y lo libere de
procesos psíquicos mecánicos.
- Durante muchos años trabajaste como publicista. ¿Dónde se toca un poema
y un anuncio publicitario?
- Aunque cierta antipoesía pareciera complacerse en que se tocaran, creo que se
trata de dos paralelas que si llegan a tocarse solo lo harán en el infinito o en
ninguna parte. Si le abrimos paso en la poesía al dios del comercio de los pies
alados estaremos cometiendo alta traición. Pound lo tuvo muy claro. Para decirlo
en términos parrianos, no confundir gordura con hinchazón.
- ¿Cómo es política la poesía?
- La poesía, como toda obra de arte, es política solo por el hecho existir en un
momento histórico, político y social determinado ante cual se enfrenta, se evade,
o toma partido de un modo manifiesto o velado, o incluso involuntariamente. Por
eso me atrevo a decir que, en todo tiempo y lugar, el deber de todo poeta es
hacer buena poesía, lo demás viene por añadidura.
- Antes del golpe militar de 1973, escribiste Lobos y ovejas, que leído a
posteriori resulta premonitorio. ¿Es la adivinación una característica de la
poesía?
- Hace tiempo que los dioses nos retiraron sus favores, entre otros el arte de
vaticinar. Me inclino más bien por el aserto de que el poeta puede llegar a ser
una antena de la raza, uno cuya sensibilidad y buen olfato le permiten
anticiparse a los hechos que ya se detectan en el aire, como el olor de la sangre,
por ejemplo.
* * *
Algunas de sus obras
· Perturbaciones. Ediciones Renovación, 1967.
· Lobos y Ovejas. 1976. (Premio Luis Oyarzún 1972, otorgado por Revista
TRILCE y la Universidad Austral.)
· Mester de bastardía. Santiago, El Viento en la llama, 1977. (Premio "Libro de Oro" en mención poesía.)
· Suma alzada. México, Fondo de Cultura Económica, 1998.
· Cara de hereje. Santiago, Lom, 2000.
Una serie de poemas, artículos y entrevistas aparece en:
http://www.letras.s5.com/archivosilvaacevedo.htm
Un video de Manuel Silva Acevedo leyendo sus poemas está en http://es.youtube.com/watch?v=zG-8z4iZ3yw