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CHILE, PAÍS… ¿de que?
Reflexión sobre algunos aspectos poéticos expuestos en el ensayo
“Chile, País de Críticos” de Felipe Cussen
Por Mauricio Torres Paredes
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Escribo este artículo con la intención de referirme a algunas afirmaciones realizadas por Felipe Cussen en su ensayo titulado “Chile, País de Críticos” publicado con fecha 15 de mayo de 2013 en Revista Intemperie.
Parto por la explicación a la pregunta que se hace Cussen, de lo que el llama “nacionalismo poético” respecto de la afirmación de que “Chile es país de poetas”.
Bien tendría que saber Cussen que la Ilustración con su proyecto de igualdad empleado desde la Escuela y la Academia, potenciaron formulas hegemónicas desde la literatura, en un comienzo congregando la lirica, la narrativa y el drama como géneros literarios, para generar formulas homogéneas de caracterización, que con la caída del humanismo se desplazó hacía otros condicionamientos fuera de la Academia y de lo académico, donde la poesía, que nunca fue una carrera universitaria, por suerte, comienza a tener un poder con y desde la gente. Ya que como bien plantea Nicanor Parra “el poeta baja del Olimpo”. La idea de que Chile es un País de Poetas y como Cussen sorprendentemente cree que descubrió, es solo un discurso ideológico de la burguesía y sus dispositivos de poder para instalar una verdad que no es tal. Como la idea de que nuestro país tiene el más bello himno nacional o el mejor ejercito, por ejemplos.
Justifica su tesis con datos vagos e inacabados, coloca como ejemplo una opinión de Cristián Warnken en un artículo de El Mercurio, donde se quiere fortalecer un mito constituido desde la idea del Estado-Nación que hoy por hoy ya está solucionado. Recordemos por una vez más que estamos en tiempos de globalización.
No sé a que viene en su ensayo hablar de Marcelo Bielsa (en el cuarto párrafo de su ensayo; entrenador de la selección Chilena 2007-2011, dato que se olvidó citar) y generar una serie de juicios de valor por las actitudes de los poetas chilenos. Es una falta de respeto de parte de alguien que se hace llamar “crítico” donde su labor está con la conjunción del poeta y su obra, y donde esta ultima no es comentada.
Respecto al trabajo que desarrollamos los poetas con referencias teóricas y filosóficas, que cuestiona el autor del ensayo “Chile País de Críticos” que bien recuerde, que parte de la reflexión filosófica es la poiésis, la poética, la poesía y que en el desarrollo de la poesía política contemporánea se viene mixturando hace varias décadas. Recordemos los trabajos realizados por Osvaldo Lamborghini (1969-1985) con autores como Freud y Lacan; o el encuentro entre Juan Luis Martínez y Felix Guattari, psicoanalista y filósofo; o Carmen Berenguer con Nietzsche y Foucault. Pasa que con los teóricos de la sospecha, la escuela de Frankfort y las teorías posestructuralistas, se cuestiona el patrón hegemónico de las hegemonías, entre ellas la Academia y sus ciencias duras, además de la política partidista, que se ha querido instalar como “verdad” En lo que la poesía ha buscado espacios en el valor ético (política) para su desplazamiento al valor estético (artes y poesía).
Le sugiero a Felipe Cussen que lea el trabajo que hemos desarrollado en el libro DESMANES, poesía combativa para las luchas cotidianas (Editorial Quimantú, 2011) en conjunto con el periodista y crítico cultural Samuel Ibarra, donde analizamos las escrituras poéticas contemporáneas, planteando que es un ejercicio significativo para lograr acercarse al ethos de una época compleja. Y frente a ello la poesía sigue tratando a toda costa de distanciarse de la academia y de las formulas políticas tradicionales.
El agotamiento discursivo de la academia como institución es innegable, carece de estrategias, de formulas de análisis críticos, no alcanza a comprender el entorno en el cual se instituye, que es el país. Cuenta con uno que otro dispositivo de agenciamiento, pero que no alcanza a atrapar ni a seguir la velocidad de la poesía como lenguaje. Y es ahí donde el crítico debe de apuntar, si quiere ir descubriendo y entendiendo “lo no dicho”.
El ensayo desarrollado por Felipe Cussen del instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago, no alcanza a construir un análisis crítico del trabajo poético y/o de la poesía contemporánea chilena. Incluso está lleno de supuestos que dificultan su análisis de crítico y el entendimiento de su escrito. Además de no existir una “conclusión” final de sus dichos y relato que plantea, hecho grave para la seriedad que puede tener un trabajo literario.
Como poeta, que con otros poetas hemos reflexionado y analizado la crítica que se desarrolla en torno a la poesía, creo es importante que los críticos y la crítica nacional sea un aporte. Se manejen distintas disposiciones teóricas y que los análisis que se hagan vayan más allá del sentido común y de los juicios de valor.
19 de Mayo 2013
