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Oh, Michael
(1958-2009)
Muerte del pop, la genética popular de lo transplantado

Por Mauricio Torres Paredes

 

Cuando conocí a Edgar Alan Poe, sus cuentos, su poema el cuervo, supe que los desequilibrios humanos eran carentes de pulso y sobre vivían en la urgencia de lo limitante, supe también que existían otros discursos mas halla de los tradicionales, de los dominantes y que la muerte siempre ha de ser una acción rebelde y como plantea el viejo Parra “un habito colectivo” ¿Quien sino la ciencia tiene hoy el derecho hoy de resucitación?

Cuando supe de la intervención de Vincent Price en la canción Thriller, con su voz inigualable, con su oscuridad perpetua y su risa perversa, supe que tu decadencia como la decadencia de la humanidad era reflejo de la transformación de tu rostro, de tu raza, de tu piel. El reflejo de todos y cada uno, ese reflejo oculto en un encierro hermético, la caída del ángel negro, las profundidades de lo siniestro.

La piel reflejo de reflejos, el cuerpo se te escapó mil y una veces, se transplanto tu mito y la realidades fueron una farándula al igual que la desaparición de un filosofo en la antigua Roma, de un alquimista en la edad media, de una estrellas del pop en la freak época posmoderna. ¿Algún veterano médico  alemán nazi, habrá alguna vez imaginado que se podría llegar a descolorar la piel de color y formar arialidad, que lo hibrido tiene la posibilidad de subsistir?

Oh Michael, para que hablar de tu obra musical, de tus excentricidades, de tus amores y de la enigmática, incomprensible vida que llevaste o que te llevó o que simplemente se llevaron, serían temas inacabados, de percepciones multiplicables, de una carga ética y valórica gigante, que como poeta dejo a los voluntariosos personajes que esperan un mundo mejor, yo por mi parte me remito a delirar con un acontecimiento humano demasiado humano como es la muerte, tu muerte Michael Jackson. Imagínate que escribo tu nombre en este computador y no me colorea las palabras (tu nombre) como error, esta máquina al parecer te conoce en demasía, al igual que la máquina deseante.

Y tu siempre con tu incertidumbre, con tu nihilista ser, prometiendo volver a los escenarios como quien espera en su pueblo ver llegar al circo con el excéntrico personaje de dos cabezas, las hermanas siamesas o en estos tiempos el niño que muestra su mascota virtual. Londres te esperaba, los medios comunicacionales te esperaba volver a construir-destruir, mientras la multitud agolpada ante la guillotina esperaba gritar muerte al moustro, pero siempre los escenarios de la realidad te quedaron pequeños, validando la tesis de que la realidad supera a la ficción.

Confirmado a la edad de 50 años muere Michael Jackson, ya no tenia pulso, se hizo lo posible para resucitarlo. Su carrera y su vida controvertida. Autopsia, funerales, entierro, volver a escuchar tus canciones. “Y el mundo entero ha de responder ahora mismo para decirte una vez más ¿Quién es Malo?".

 

La CARNE

Explosión discriminada y dispuesta
a ser acallada incluso con la muerte.
Pasos transportados
inalterables
Hechos futuros
La carne
Nueva carne
La nueva carne electrificante
La enfermiza blanca carne arrolladora
... Y no soporté...
Llegue a matar el extremo
De -tener el tiempo
Des-hacer el espacio.

 

 

 

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Oh, Michael.
(1958-2009)
Muerte del pop, la genética popular de lo transplantado.
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