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ENTREVISTA:
EL TERRITORIO POÉTICO DE MAURICIO TORRES PAREDES
Por Daniela Toledo
Publicado en http://www.sudalalengua.com/ 3 de Enero de 2018
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El poeta nació el año en que la infame dictadura partió a Chile, su poesía tiene escenas grabadas a fuego de esos crudos años, pero también posee la audacia de permitirse soñar con una expresión libre y transgresora.
A sus 44 años asegura estar en un momento clave de su carrera, por el mayor reconocimiento internacional. El reciente viaje a México, en su Gira Poética 2017, le dejó la certeza de que su poesía es parte de la identidad del lenguaje contemporáneo, en el nuevo territorio que se manifiesta.
Mauricio camina tranquilo, siempre observando cada detalle que sucede en la calle, atento a los sonidos, a las carcajadas, casi buscando un descubrimiento poético, y es que su principal inspiración está en lo cotidiano: “En todo existe una revelación hacía la poesía”, asegura.
— ¿Cómo se gesta la oportunidad de presentar tu obra en México?
— El 2015 mientras participaba en un encuentro de poesía en la ciudad de Valparaíso, invitado por la poeta Isabel Guerrero, se me acercó el organizador del Encuentro Internacional de Poetas de Zamora-Michoacán de México, Roberto Reséndiz. Me contó de los 20 años del festival y me invitó a ser parte de los poetas convocados para el año 2016.
Yo venía de haber presentado mi poesía en la Feria Internacional del Libro de la Habana, donde también adquirí muchos saberes y que sumado a la primera visita que hice a México, ampliaron mi visión poética.
A través de algunos contactos que me entregó el poeta Fabián Burgos, llegué a Ciudad de México y me encontré con una cantidad de ejercicios poéticos diversos.
— ¿Cómo se gesta la oportunidad de presentar tu obra en México?
— El 2015 mientras participaba en un encuentro de poesía en la ciudad de Valparaíso, invitado por la poeta Isabel Guerrero, se me acercó el organizador del Encuentro Internacional de Poetas de Zamora-Michoacán de México, Roberto Reséndiz. Me contó de los 20 años del festival y me invitó a ser parte de los poetas convocados para el año 2016.
Yo venía de haber presentado mi poesía en la Feria Internacional del Libro de la Habana, donde también adquirí muchos saberes y que sumado a la primera visita que hice a México, ampliaron mi visión poética.
A través de algunos contactos que me entregó el poeta Fabián Burgos, llegué a Ciudad de México y me encontré con una cantidad de ejercicios poéticos diversos.
— ¿Qué encontraste en esa propuesta mexicana que te cautivó y qué lugares recorriste presentando tu obra?
— Me encantó que apostaran por la ruptura. Vi en esos encuentros de poesía una apuesta directa y totalmente contemporánea. Nuevas miradas, palabras, espacios y ficciones dignos de reproducir. Me inspiró muchísimo la declamación de memoria, no lo veo comúnmente en Chile y en México se hace mucho, fue una experiencia interesante.
Toda esa propuesta nueva dio paso a la idea poética de la Rebelión de la Falla, mi última publicación, que fue publicada por Editorial Niño Down, y comprende una antología de poemas desde 1995 hasta el 2016, que se presentó en el Festival de Poesía MAGMA en Ciudad de México. También presenté en el Palacio de Bellas Artes “Morfología del Espanto” de Pablo de Rokha en una jornada llena de alegría y emoción con más de 70 personas que asistieron a conocer su poesía, su historia de vida y entender porque es uno de los poetas más grande de nuestro país.
Además, esa cautivación como bien la llamas tú, me convocó a participar en una serie de recitales poéticos, entrevistas, conversatorios, talleres, lecturas de poesía en cofradía con muy buenos poetas de los distintos lugares que visité. Ciudades como CDMX, Guadalajara, Querétaro, Aguascalientes, Morelia y Lagos de Moreno, me llenaron de cordialidad, aventuras y la espontaneidad que falta en la poesía.
— “La Rebelión de la Falla” es tu antología (1995-2016) que fue publicada en Ciudad de México en agosto de este año. Cuéntanos de ese libro, de qué trata y cómo se compone.
— Esta antología me la propuso la gente de Editorial Niño Down y la pensamos como una compilación de poemas publicados y otros inéditos, que pudiesen contener desde mis primeros escritos hasta los que estoy trabajando para las futuras publicaciones, como son “Ya desaparecida América” y “Luna Ácida”. Son más de 70 poemas los que lleva este libro.
La idea era contar con un registro-libro que cubriera de alguna manera 20 años de escrituras recopiladas en función de esta nueva idea de la “Falla”. Esta acción totalmente solidaria entre autor y editorial, como artefacto de disturbio, como una máquina poética, fue algo que me interesó y me interesa mucho seguir el ritmo que me entregue.
También esta obra es una especie de homenaje a los jóvenes del territorio, esa es la idea que quise que fluyera de esta antología y que a través de su nombre “La Rebelión de la Falla” diera cuenta de nuevas voces para nuevos aconteceres.
Creo que “La Rebelión de la Falla” es la manifestación errada de distintos sucesos y acontecimientos que descomponen la ficción que instala el neoliberalismo, y que posibilita que por entre las quebraduras de ese paisaje, brote la realidad, esa realidad en que la poesía circula.
— Seguiste con la idea poética de la falla y la convertiste en un ensayo ¿es tu actual obsesión?
— Si, puede ser (ríe). Presenté en octubre, en el Primer Coloquio de Literatura “Poesía sobre Poesía” realizado por la Universidad del Humanismo Cristiano, mi ensayo “Hacia la memoria de la falla. Composiciones poéticas del Chile de hoy” en donde doy cuenta de las posibilidades de encontrar la realidad a través de la “falla” y como la poesía exhibiría su memoria, la memoria de la falla.
Me adentré nuevamente en la memoria presagiada en el libro El Paseo Ahumada de Enrique Lihn, poemario fundamental de la poesía de nuestro país y que da cuenta de toda la ficción instalada por el neoliberalismo, y que pude advertir en el laboratorio-experimento en que estamos viviendo. Es tremendo Enrique Linh, el mejor poeta de los últimos 40 años en Chile.
— Pero ¿Por qué era importante difundir tu poesía en tierras mexicanas, que representa para ti ese país?
— Mira, yo no tenía planeado llegar a México, no era que yo hubiese diseñado una hoja de ruta o hubiese ideado un plan desde un primer momento. La oportunidad se presentó en estas circunstancias que te comentaba y sentí que no era una casualidad, que era el momento para salir a mostrar mi obra a esas latitudes.
Siempre he pensado -más como fantasía creo- que las cosas relacionadas con mi escritura tienen que ir dándose, manifestándose en tiempos y circunstancias que fluyan. Creo importante que el subconsciente y el inconsciente converjan y que sea una marea de sentires los que posibiliten que las cosas se den sin ser mayormente planificadas, ni soñadas. Esperar la llegada del acontecer y estar preparado para entregar lo mejor en ese momento en que se de ese suceso.
Déjame darte un ejemplo, en una presentación en Guadalajara -donde tengo grandes amigas y amigos poetas, escritores y gente ligada a la cultura- en el primer recital poético que di en esta ciudad, organizado por Rossana Camarena, luego de leer y presentar mi poesía, dos jóvenes estudiantes de la carrera de Letras en la Universidad de Guadalajara me invitaron a la facultad de Letras para que leyera y hablara sobre mi poesía. A los días presenté frente a sus compañeros y compañeras, profesores y académicos parte de mi obra. Fue una experiencia maravillosa, que fluyó sin que yo alguna vez lo hubiera imaginado, pero lo interesante fue que ellos sintieron necesario que su comunidad escuchara mi trabajo y yo sentí que ese era el momento indicado para entregar mi poesía. Eso que te cuento, refleja cómo se ha movilizado mi poesía, conforme vaya siendo aceptada. Hoy es aceptada en México, y eso es formidable.
Además que para mí México es la capital cultural de este gran territorio entre océanos. Se entiende mestizo, ama su tradición renovándola desde la misma experimentación del hacer y eso para mí es su gran valor, lo que los hace fuertes culturalmente.
— Hablas de que somos un gran territorio con capital azteca ¿Cuál es el aporte de tu poesía al lenguaje poético de este continente?
— Somos un gran territorio, un gran pueblo con un centro energético en común, pero que se moviliza. Hoy creo que la capital cultural de este territorio es México, pero en un tiempo más, puede ser otro lugar.
Primero, siento que es imperioso entender nuestro continente como un territorio poético, liberado, lenguajeado desde otra dimensión, quebrando con ese dibujo de pueblos castrados, oprimidos, y hablar desde los pueblos fuertes y unidos que somos, para poder darle libertad y espontaneidad al lenguaje y que permita acercarse a lo cotidiano, saltar más alto, atravesar mayores espacios y que sea como una cama elástica que ayuda a proporcionar otras sensaciones y experiencias.
Para eso será necesario permitirse romper el statu quo de la tradición, no para abolirla sino para para permitirse mirarla también desde fuera.
Explicado esto, siento que el aporte de mi poesía a este nuevo territorio poético es el reajuste del lenguaje, de expresar en sintonía el tiempo que compongo y el espacio que visito, en ese sentido mi poesía alimenta al territorio y su tribu y viceversa.
Los aportes que puede hacer mi poesía en un territorio o en tal o cual persona, creo que está ligado con entender de qué manera esa poesía con la cual me encuentro, alcance y plasme en el papel, en mis palabras y en mis actos, transmitir lo más fidedignamente ese momento vivenciado y encuentre las palabras que posibilitan realizar el ritual de transferencia.
En ese sentido el aporte de mi poesía está en un constante decir desde el silencio a la bulla, para que se agencie en los lugares y con las vivencias que me encuentro y constituyen realidad.
— ¿Cuál es el aporte de Chile en esta definición de territorio y qué lugar ocupa hoy la poética mexicana?
— Chile es un referente en la poesía, así lo siento y sé que nos reconocen en otras partes del mundo por aquello. Nuestra poesía le aporta identidad a este nuevo territorio, a pesar de que creo que México está en un proceso creador importante. Tienen intelectuales geniales: ensayistas, críticos, pintores. Contiene una riqueza cultural que se está creando constantemente, donde descubren las raíces de sus costumbres ancestrales y las incorporan a su cotidiano. En la poesía, sin embargo, a pesar de tener una fuerte tradición, creo que amerita un quiebre que posibilite una creación que incorpore las nuevas lecturas de estas mixturas culturales que están presenciando. Esas mixturas son las que se manifiestan por ejemplo después del terremoto del 19 de septiembre, donde supe de muchos y muchas poetas que fueron a ayudar a las familias que lo necesitaban y apoyaron a su pueblo orgulloso y de pie frente a la adversidad. En esos escenarios transita también la poesía..
— ¿El drama permite acercarse al lenguaje poético?
— El lenguaje poético de México es el lenguaje que hasta ahora ellos han necesitado, hoy hay nuevas necesidades y creo que ese lenguaje está en constante alteración.
Por ejemplo, la muerte ha sido y es una fuente de inspiración poética, el drama de lo muerto, lo que termina para siempre es también un instante. Y en México se concibe la muerte de una forma particular. Creo que esa experiencia provoca una poesía distinta, que se tiene que transformar en poema, pues la poesía ya está contenida en ese acto de morir.
— ¿Cuáles son los proyectos en los que estás trabajando actualmente?
— Para el próximo 2018 hay varios proyectos en carpeta. Estoy trabajando un nuevo libro que lleva por título “Luna Acida” que espero publicar a fines de abril de próximo año.
Además comienzo a trabajar en conjunto con Santiago Faúndez, en la reedición del libro “Fuego Negro” de Pablo de Rokha (tercer libro de la colección De Rokha al Sistema de Editorial Quimantú) y en la reedición del libro “Bobby Sands desfallece en el muro” de la poeta Carmen Berenguer, que trabajaremos en conjunto.
Se vienen también otros proyectos a concretar, en un año cargado de actividades y viajes por este gran territorio poético.