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Entrevista a Mauricio Torres Paredes
La poesía una siniestra sinfonía de los incomprendidos: entre la poética futurista y de cyberpunk

Por Andrés Hermann
Publicado en https://teoriaomicron.com/ 28 de Agosto de 2018



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En algún momento escuche decir a un poeta amigo de la región de Concón-Chile, que el poeta es un escritor de momentos,
ya que no dedica un tiempo determinado a su ejercicio de versificación detrás de en un escritorio, ya que éste lleva a cabo su tarea en todo lugar.

Con lo antes expuesto, el poeta quizás se acerque a la idea de ser un constructor de neologismos y atmosferas que suceden “en la virtualidad de lo aparente” (Torres, 2005).

En esta nueva edición de la Revista “Teoría Ómicron”, traemos una entrevista con el poeta chileno, Mauricio Torres Paredes, nacido en Santiago de Chile, (1973), el mismo año en el se daría un golpe militar en este país, aspecto que marcaría el interés de su escritura, volcándolo así a la construcción de una poética de imágenes de un Chile futurista y apocalíptico, que hace una crítica persistente a un sistema que engulle su poder político en la enajenación del pensamiento de sus ciudadanos.

Conocí a Mauricio Torres, en un viaje que realice a Chile en junio del 2018, en la Comuna de San Miguel, barrio ubicado en el sector sur de la ciudad de Santiago, lugar donde vivió el gran escritor Pedro Lemebel y los integrantes de la inmortal banda de rock/pop Los Prisioneros. Mauricio me acogió en su departamento y desde ahí al calor del buen vino chileno, el asado, la música de una radio comunitaria del sector y las interminables conversaciones distópicas y literarias, pude acercarme a varios de sus libros de poesía como son: “Todas las playas del planeta” (2005), “Al mundo le aze falta un orgazmo máz” (1997), “Adicción, adicción” (1998) y “El futuro prometido” (2001), obras que me permitieron encontrar en esta tierra de poetas, nuevos registros literarios, que plantean desde la creación de un nuevo lenguaje, como dice Torres ¡Guerra a las haches! hasta la construcción de una poética ziber, sórdida, de un Chile futurista.

Acomoda la almohada

sostén la mano en la cuchilla

aprieta y vuelve apretar

Mauricio, quisiéramos que compartas a los Omicronianos algunas ideas de tu obra, para así acércanos a tu fuerza creadora, la cual nos ha parecido estar enmarcada en los registros de la ciencia ficción y el cyberpunk. ¿Consideras que tu poesía está enmarcada en un registro de la distopía y la ciencia ficción?
Creo que tanto la distopía como la ciencia ficción, han sido elementos que he utilizado para componer algunos de los escenarios en los cuales acontece mi poesía, donde se oportuna el mestizaje entre máquinas y diversidad humana, por ejemplo, o en un panorama hibrido, donde se presenta la decadencia de la promesa de progreso y libertad en la cual se nos tenía embaucados, pero más que nada es un juego o una forma de manifestar la inocente estupidez que hemos tenido frente al poder y al control que se nos ha aplicado.

Ser el país conejillo de indias del imperio y laboratorio de su modelo económico-social y cultural es algo demasiado complejo de entender, es una mezcla entre castigo y perdón, porque en algún momento quisimos caminar de manera independiente como pueblo. Ese castigo-perdon persiste hasta hoy y en la trizadura  que separa a la gente común, de los poderosos, de las grandes transnacionales y de los que se creen dueños del país, es donde yo me ubico anunciando que este falso futuro es solo una ficción mal hecha y que de tanto decirte que es una maravilla, uno y otro y otro se lo han ido creyendo. De alguna manera yo digo, claro que sí es ficción, pero muy poco tiene de ciencia.

¿A qué te refieres cuando planteas en tu poética que Chile es una escenario ziber y futurista?
El Chile que yo imaginaba a los 7 años, era un paisaje moderno, rodeado de naturaleza, de colores y adelantos tecnológicos, pero había mucha pobreza por esos años y había que imaginar lindo para no verse invadido por la tristeza, había que progresar en todo y nos dispusimos a eso, y el futuro llegó con autos y teles y celulares y ropas chinas, y aumentaron las formas de trabajo esclavizantes, la depredación del medioambiente y del paisaje que tanto queríamos. Nada había cambiado, pero todo había cambiado. Qué más parecido a un cuento de ciencia ficción, pero de esa al estilo Poe, llena de terror.

Recuerdo que uno de los libros más hermosos que había visto, era uno que se llamaba Las Aves de Chile, y esa idea se me vino a la cabeza cuando escribí Ziber Chile a mis 24 años, sabía que ese libro de las aves ya no sería más, que la depredación había comenzado. Sabía que con la vuelta de la democracia no se acabarían los asesinatos y la violencia de Estado, no sería las muertes de la dictadura, obvio, pero nada cambia completamente de esencia. Además ya teníamos suficientes antecedentes para saber que el país lo habían vendido. Así floreció este escenario ziber donde una buena cantidad de sus ciudadanos tienen algún tipo de enfermedad sicológica, pero transitan en bellas máquinas móviles.

Cuando leí tu libro “Todas las playas del planeta” me acordé de un poeta ecuatoriano llamado Jorge Carrera Andrade, el cual tiene una obra llamada “Hombre planetario” ¿En este trabajo, tuviste el interés de abordar una conciencia planetaria?
Hay una mezcla de cosas y sentidos en …todas las playas del planeta, lo que desborda es ironía, burla, rabia frente a la estupidez, pero a la vez dulzura y comprensión. Me acerco desde el slogan, desde la frase publicitaria, la página como soporte para decir que importan más las finanzas que el ser, y bueno el tiempo me ha dejado claro que es así y que lo otro son solo discursos que sostienen la máscara que no permite mostrar el verdadero rostro que tenemos.

Las playas están todas contaminadas, que real se siente decir eso. A este lado del pacífico está sucediendo constantemente, acá en Chile esas noticias son recurrentes y todos ya saben porque sucede. Hace unos días atrás la playa de Quintero, que queda como a dos horas de Santiago, fue contaminada. Hace como un año y medio atrás, quemaron 250 mil hectáreas forestales en 5 días y la justicia y los medios de comunicación dieron por olvidado el hecho, ese es el panorama de …todas las playas del planeta, el paisaje que leímos en libros de hace 30 años hacia atrás, ya no son más.

Para Mauricio Torres, ¿la poesía constituye una esperanza para construir un futuro prometido?
Mientras la poesía tiene que estar cerca de la esperanza y la desesperanza, pero no tiene que ser ninguna de las dos, sino que tiene que ser posibilidad. Y la idea de “futuro prometido” solo fue una fantasía, ahora por lo menos en toda nuestra América hay gente que quiere volver a la promesa que nos hicimos, que es mucho más potente de la que nos hicieron, y es la deuda que nos tenemos.

Sí creo que las nuevas generaciones pueden llegar a ser más astutas de lo que fuimos, pero tampoco son futuro, el futuro está siendo ahora, en este momento, debemos volver a la presencia, a presentarnos, a ser presente y presentes, el futuro se cambia desde acá.

Y la poesía debe de propiciar perseguir, acercar y anunciar este nuevo panorama que se nos presenta, nos debe de alentar y humanizar. No puede ser posible que aun en el planeta haya gentes muriendo de hambre, donde multimillonarios e instituciones y agencias súper poderosas podrían cambiar este panorama, pero tampoco a nadie le importa realmente, porque nos han adormecido, porque el miedo abunda, porque no queremos ser apuntados por el qué dirán, o simplemente porque nos han logrado deshumanizar. El futuro es ahora y lo prometido no pasa de ser palabra sin poética.

A qué se refiere Mauricio cuando expresa en su poética ¿“Hemos olvidado lo que habíamos olvidado”?
Podría preguntar o preguntarme ¿dónde está la memoria? ¿Dónde se enmarca o vive? Pues bueno “hemos olvidado lo que habíamos olvidado” No conseguimos recordar quienes fuimos y por lo mismo no sabemos quiénes somos. No somos lo que creemos o lo que nos han dicho que somos, nos han hecho creer que somos personas civilizadas, racionales, y solo somos lo que no hemos podido ser, nada más ni nada menos. Desde Gabriela Mistral con Tala o Antonin Artaud con “viaje al país de los Tarahumaras” por dar unos ejemplos, sabemos que contamos con nuestra memoria y esta acontece en la falla de este bello panorama moderno y futurista.

Sabemos de dónde venimos y quiénes somos, y sabemos que se nos ha querido borrar esa memoria a través de la espada, la cruz y el billete, pero lo que hace la poesía es recordarnos, significar, que lo que habíamos olvidado o han querido que olvidásemos, está más vivo que nunca y no está vivo porque existe en algún lugar, sino porque vive en nosotros y desde nosotros.

Pero mientras la poesía no se haga escuchar, esas fallas serán transformadas en otro paisaje ilusorio que distraiga la atención, pero es inevitable que se dé la ebullición de esas características únicas de eso que nos corre por las venas que es mucho más que sangre, es también la valentía de saber quiénes y cómo somos.

En un nuevo libro que estoy trabajando, titulado Luna Ácida, hay un poema donde un Astronauta Chileno, llamado Jhonny Martínez, viaja desde el norte al centro del país en bus, es el primer astronauta chileno, pero nadie lo reconoce y en el transcurso del viaje se pregunta por qué eligió el oficio de astronauta, si será la soledad su gran compañera, pero el silencio del espacio es tan distinto al silencio de la tierra y sabe que volviendo a su hogar estará la fiesta y también sabe que nunca tiene que olvidar, que en cualquier momento la vida te puede desconocer, estés fuera o dentro del planeta.

¿Al mundo “le aze falta un orgazmo máz”?
Más de uno, unos varios diría yo, a todos y todas, es de las cosas que nos han prohibido en todas las épocas. Es de los temas que más se estudian a nivel planetario, la sexualidad, sin embargo si le preguntas a la gente si el mundo necesita un orgasmo más, la gran mayoría dirá que es fundamental, pero los miedos aplicados persisten.

Por eso como te decía en una de las preguntas anteriores y relacionándola con esta pregunta, el mundo necesita un orgasmo máz, no desde la esperanza, sino que desde su prática.

A kien le kontaré el zueño ke tube oy?
¿A kien le kontaré ke ezcucho a laz nubes ke me reklaman mi boz auzente?

¿Por qué escribir una poesía fonética? ¿Por qué construir un nuevo lenguaje basado en la tecnología como elemento central?
Por que de vez en cuando a la poesía hay que separarla, alejarla y cuidarla de reglas y normalidades que se le van colgando, esa también es una labor que tienen los poetas. Cuando escribí “Al mundo le aze falta un orgasmo máz” en 1997 nadie leyó este libro por estar lleno de K en vez de C y de Z en vez de S, en ese tiempo se me decía que estaba mal escrito, lleno de faltas ortográficas, no merecía ser leído, una vez un creyente evangélico me dijo que era palabra muerta. Pero mira hoy el lenguaje inclusivo (elles, nosotres) o mira la escritura de los jóvenes que hacen registros con otros signos y otras formas de escribir fuera de lo tradicional, es la insurrección, el atrevimiento, la confianza de saber que también puede ser así,  yo repliqué y lo escribí y contribuí con mi grano de arena, para decir de otra manera, Por ejemplo, hace poco tiempo atrás las mujeres cuestionaron varias palabras y significados de la real academia de la lengua española, una de ellas fue el término “sexo débil” Hoy en día el sexo débil no existe, eso es subversión y la fonética está llena de eso.

También creo que el decir, que las cosas suenen, que el silencio viva aunque no se escuche, tiene su esencia en lo fonético, como yo digo las cosas, como hablo, que sonidos suenan cuando hablo, hay una magia emocionante

¿La poesía tiene la posibilidad de re-inventar y transformar una realidad paralela de ficción?
Quienes tenemos la misión y la capacidad de transformas esta realidad paralela de ficción son tú, yo, ellos y ellas, la poesía está para posibilitar y manifestar la posibilidad, está en los pequeños triunfos y en las grandes derrotas.

Pero también se manifiesta, acontece y se rebela y con ella vivimos, es real, en ese sentido nos alienta a la transformación, nos entrega una energía que nos puede ayudar a movernos y mover hasta las montañas.

Además que no hay nada que reinventar, sino que volver y estar, ahí se concentra la realidad y caen los espejismos, la poesía nos muestra trucos nuevos y estos explotan en creación.

¿Mauricio, tu poesía constituye un auto-reflejo de tu personalidad? ¿En ti habitan adicciones, emociones sórdidas y demonios internos?
Yo no vengo del olimpo ni bajé del, yo me asomo de lo subterráneo, mi lengua más que nada es “terrorista” como diría Roland Barthes, construyo desde un lenguaje menor y tercer mundista, desde ahí exploro las emociones o sucesos que me acontecen o se me rebelan, pero lo que nombro en ese sentido, lo hago para que no se pierdan y desaparezcan totalmente, para saber lo que puedo escribir y decir, pero también para que cuenta que sucede, eso es parte de mi personalidad.

Existen esos espacios sórdidos, llenos de adicciones y demonios internos, pero son tan humanos y tan desconocidos, que más que yo habitar en ellos, siento la curiosidad de imaginarlos, y como los encuentro tan poéticos, los traigo al sentido común y los mezclo con mi sentido poético.

Hace unos días atrás iba por la calle y mientras caminaba me cruce con una pareja joven, ella una bella chica y el un joven que llevaba en su cara una cicatriz desde su frente hasta su mentón, nos cruzamos, yo los miré y el me miró desafiante a los ojos y yo lo miré y me dejó mirar la cicatriz que llevaba en su rostro dignamente. Luego seguí caminando y pensé, este chico tiene la valentía de lucir su cicatriz, qué más poético que eso. La vida de la calle quieren desconocerla, pero está incólume, mírenla, escúchenla, siéntanla.

Ahora que hemos logrado dialogar con el poeta de la distopía, de la construcción de nuevos lenguajes y universos paralelos, de habernos acercado al poeta de la “Siniestra sinfonía de los incomprendidos”, compartiremos una selección de algunos de sus poemas.

 

LAZ ANDROIDEZ
Doblando la ezkina me prezipitaz enzeñandome la
paganidad kon ke resuelbez tu programación en
eztoz díaz de fin de ziglo

Me demoro en entender ke erez karne y fierro
Me demoro en ezpekular komo tu mente rezizte la 
nada al kaztigo al humano ke dioz le dio
Me demoro y me demoro máz ke eztoz tres años
ezperando ke loz kablez agan kontacto ya zabez
no
rezizto no zer parte del fin
Yo también puedo zerzenar la iluzión



 

 

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