Maha Vial:
"Mi poesía no es sutil" "Sexilio": (poema en un acto). Valdivia: El Kultrún, 1994, 34 páginas Por Marianela Zapata Publicado en Diario Austral. Martes 4 de octubre de 1994
"he aquí/ que tu sexo/ es pez de color/ rosa transparente/ translúcida/ transfigurada/ pez de color rosa/ pez rosa/ pez/ dormitando/ ciclopéidico ojo/ pliegado pobrecito burgués/ entre los pliegues prepuciocordes/ con las notas precisas/ de una sinfonía amato-amatoria", escribe Maha Vial en Sexilios (Valdivia, 1994, El Kultrún) su segundo libro de poesía, publicado a principios de setiembre.
Baja, delgada, de pelo muy corto. Cara limpia, sin maquillaje ni joyas. Sólo unas diminutas bolitas de oro adornan sus orejas. Está en su casa, en el sector Regional. Allí vive con Paz, su hija adolescente, y Pedro Guillermo Jara, "mi compañero", director de Caballo de Proa, revista de bolsillo. En el comedor resaltan repisas con obras de Chéjov, Huidobro, Zurita, Cortázar, Edwards Bello y Cela, entre muchos otros. Aparece con botas de reno que casi topan sus rodillas. Viste calzas, suéter y un casacón.
La imagen de mujer frágil, que proyecta a primera vista, desaparece cuando comienza a hablar. Un tono raspado y algo ronco, por su costumbre de prender un cigarro tras otro, caracteriza sus palabras. Además, su voz la descubre como la actriz que es. En uno de sus últimos trabajos participa junto a conocidos actores nacionales (Aníbal Reyna, María Cánepa) en un proyecto de literatura para escuchar, apoyado por el Ministerio de Educación.
En los ochenta forma parte del Teatro Municipal de Valdivia, y es una de las fundadoras del Teatro Altazor. Sin embargo, durante los últimos años opta más por el lápiz y papel que por las tablas. "Digamos que he hecho una pausa. Espero empezar a preparar algo para noviembre. Quiero retornar a mis designios. Ya bajé a los infiernos, salí, sufrí, me apalearon, me apaleé. Necesito el teatro", dice.
En 1985 aparece su primer libro de poesía, La Cuerda Floja, y gana la máxima distinción en el Concurso Literario de la Semana Valdiviana. El texto integra luego la antología critica, Poetas Actuales del Sur de Chile (Valdivia, 1993, Página Dura) trabajo de Oscar Galindo, docente de la Universidad Austral de Chile, y David Miralles, poeta.
Su obra se la asocia generalmente con la poesía erótica, ámbito con el que ella no siempre concuerda. "Puede estar cercano. Yo uso mucho la poesía en un sentido carnal. En el sentido tal vez de las pasiones humanas, algo que se rompe, que se deteriora. Pero la carne no siempre tiene que ser algo erótico. Soy más bien romántica. Yo diría que soy una romántica de la carne. Creo que esa es una definición que me viene y que la siento".
Cuenta que literariamente se alimenta de Walt Whitman, el poeta a quien Pablo Neruda dijo: "tu/me enseñaste/ a ser americano,/ levantaste/ mis ojos/ a los libros,/ hacia/ el tesoro/ de los cereales.../ ". Gonzalo Rojas, Vicente Huidobro y María Luisa Bombal están también dentro de sus preferidos.
SEXO EXILIADO
Maha cuenta que Sexilios se convirtió en libro gracias al aporte de amigos. Especialmente, de los mecenas Nury y Pancho, dueños del Tragabar, donde entre poema y poema, ella prepara combinados.
—¿Qué significa Sexilios?
—Se refiere al sexo marginado por un sistema manipulador. Me da la impresión que no sólo el sexo está exiliado, si no que otros derechos naturales, también. Y algo en la medida que se margina no es sano. Cuando se exilia el sexo surge la idea de que es un placer escondido.
—¿Cómo le gustaría que el público reciba este libro?
—No sé. El lector tiene libertad para poder elegir la poesía como él quiera. A veces la poesía tiene muchas lecturas. Aunque esto no quiere decir que Sexilios tenga muchas lectura. Sin embargo, sé que hay equivocaciones al respecto. ¡Pero yo no puedo hacer nada por las equivocaciones de la gente!
—¿A qué equivocaciones se refiere?
—A que se van inmediatamente a este punto: escribe sobre sexo, por tanto es una persona con trauma sexual. Pero por qué es una persona con trauma sexual (se pregunta y se responde) Porque es una mujer la que está escribiendo una poesía donde hay elementos sexuales. Si yo fuera hombre no me adjudicarían traumas sexuales. Sería un escritor, un poeta. El hecho que escriba con palabras que corresponden al ámbito sexual, al ámbito erótico, condiciona de alguna manera a la gente. Dicen ¡cómo una persona sana puede escribir esto!, cuando el texto puede ser muy sano, muy puro. (sube el tono de voz) ¡Yo te juro que este texto lo considero puro!
—¿Le preocupa que algunas personas califiquen su poesía como más pornográfica que erótica?
—(Se acomoda en el sillón y lleva sus manos a la cabeza, a la altura de la nuca) Creo que si llegara a escribir algo pornográfico, lo encontraría bien interesante (se ríe). Hay mucha pornografía latente, en la televisión, en los mensajes publicitarios. La Corín Tellado, de alguna manera, es una escondida y secreta pornógrafa. No sería muy difícil hacer pornografía. Pero no creo que ocurra éso.
Lo que pasa es que mi poesía no es sutil, no hay palabras escondidas. No me planteo decir algo pero buscando una manera especial para que no hiera la sensibilidad de ciertas personas. (Molesta) ¡No, eso pertenece más bien al ámbito de cabezas burguesas y eso no me interesa! Es decir, me da igual.
PLACER CONSCIENTE
—¿Sexilio tiene mucho de testimonial?
—No, ninguno de mis textos tienen una relación directa. Por supuesto que estoy metida en ellos. Están mis pensamientos, caóticos o no, mis emociones, pero no es una poesía escrita a partir de situaciones puntuales que haya vivido.
—La figura de los asexuados saprótrofos cruza toda su obra. Esta figura corresponde a personas, instituciones...
—Para mí, dentro del mundo metafórico, es el sistema que impone valores, normas, reglas y que impide despertar. Al sistema le conviene que todo su rebaño no sea rebelde. Que sea medianamente gozador. Que viva la medianía, así no tiene que reclamar nada. Porque, medianamente tiene sus cosas, medianamente come, medianamente es feliz. Todo lo vive en la medianía: sus placeres, sus pasiones. Eso es la mesura, estar ahí sin reclamar demasiado, sin pedir demasiado.
—Los últimos versos del libro dicen: "Y en el final/ es aquí cuando construimos el único verbo/ EL VERBO SEXUAR". ¿Cómo se entiende este concepto?.
—Para mí este es un verbo bien interesante (lo subraya). Se refiere al acto consciente de adquirir placer sexual y compartirlo con otra persona. Hacer el amor es una cosa muy grande y, a veces, muy hipócrita. Alguien puede decir que hizo el amor, pero en realidad fue sólo una aventura. Por otro lado, fornicar es una palabra absolutamente dura, relacionada con el pecado. Entonces yo me pregunté cómo se denomina esa sexualidad plena, que todo el mundo tiene derecho a ejercer y, ¡que no está integrada como verbo en ninguna parte!. Como para mi el verbo es movimiento empecé a probar, dije sexo, luego sexualmente y ¡de repente! sexuar. Lo conjugué, salió y no tiene nada de pecaminoso.
—Sexilios está escrito desde una voz femenina y otra masculina. ¿Cómo logra desdoblarse?
—Experiencias íntimas me han llevado a pensar que uno es un ser en constante movimiento. Es la voz de la historia, la influencia del padre, de la madre. Creo que dentro del cuerpo de cada ser humano coexiste un hombre y una mujer. Yo tengo también lo masculino. ¡Por supuesto que lo femenino es lo que me define!.
Fragmento de "Sexilio", 1994
maíz
fruta mordida
licor
hierba viento
The Cure
un pájaro se duerme
entre tu pie dorado
y el blanco mío
háblame del origen del mundo
dime la tragedia de los cuerpos
esos pequeños cuerpos
acorazados reprimidos de su piel
y después
sumérgete en mis enarboladas
e incipientes montañas . . . . . . . . . . AMAMÁNTAME YO
nos quieren manchar de
excremento/ nos quieren sifilizar
nos quieren hacer bailar en el vacío/
nos quieren sangrar la bandera
sexológica/ nos quieren sifilizar
nos quieren encerrar en sus
urinarios logísticos
nos gritan nos gritan corruptos de mierda/
nos quieren sifilizar
nos mandan emisarios de otras lenguas/
nos hablan del paraíso descoitizado/
nos quieren sifilizar
nos quieren nos quieren nos quieren sifilizar
amor mío nos quieren amor mío matar.
(Entonces rodamos por las
escaleras/ caemos por el abismo
galáctico de la libidinosis y no existe
dolor fuera del dolor y Dios está
aquí/ ¡ah dulce sabor seminal!/
¡ah dulce olor vaginal!/ Dios está
tiene que estar y no sembrará su
rostro en los áridos genicios
cadavéricos/ Dios tiene)
Somos la Creación del Fuego
SOMOS LA SANTISIMA
SEXUALIDAD
*
sexo y libertad despertarán en el mismo lecho
(las muchachas caminan
con sus paños cubiertos de sangre
las muchachas llevan sus pechos descubiertos
las muchachas sonríen mientras cae la tarde sobre sus
pies desnudos y son ana inés pa
tricia carla andrea ana inés pa
traen el deseo la pasión el ardor mutilado
y van llorando un no sé qué de silencio
y mojan todos los pubis del universo pubis amarillos
violetas castaños negros intensos y son ana inés pa)
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dirigida por Luis Martinez Solorza. e-mail: letras.s5.com@gmail.com Maha Vial: "Mi poesía no es sutil"
"Sexilio": (poema en un acto). Valdivia: El Kultrún, 1994, 34 páginas
Por Marianela Zapata
Publicado en Diario Austral. Martes 4 de octubre de 1994