ORTEGA
“Y los amigos que la fama te dio
Todo, todo, todo, de sa pa reció”
Adrián Otero
Quería escribir un libro sobre ortega
pero ya lo habían hecho,
como sucedió con mike tyson o su novia
que hasta tuvo una revis
todo está inventado
(pensé mientras repensaba en el sinopsismo
de esa referencialidad tan denostada
en los talleres de corte y confección
bajo sistema de cama caliente)
cuando uno duerme el otro arriba
y así hasta que cante el gallo o se le corte la respiración
¿donde parábamos con los pibes fusilados?
sigamos
nosotros, la literatura -uh, cierto que está prohibido
decir literatura en un texto-
sigamos
la pólvora
que terminó con los guapos
del novecientos
y ese holograma indicador
de temperatura ideal que quilmes
puso en su etiqueta para revolucionar el mercado
y la despensa no choree con el frío
eso quería
mi abuelo llamándome orteguita
como un claro ejemplo (buscar términos lingüísticos)
preguntarse qué significaría
en esta serie la palabra orteguita
de simbolismo (expresar de otra manera)
de ariel solo tuve las recaídas
pero esas son cosas de la gilada
ortega era un pibe fresco
con tobillos de goma sosteniendo
unas cañitas encomiables
y desnudas bajo unas medias
redundantemente aboyadas hacia abajo
de esas que venían antes con tres tiras
a media tibia y causaron estragos
en los pibes que se criaban soñando ser esos tipejos jóvenes
que venían a destronar a gorditos retacones de otro fulbo
como ramón ismael medina bello
pibes que dormían cuchando sweet child of mind
y aunque ortega viniera del palo de la cumbia
que recién empezaba a descongelarse
de la era windows de daniel agostini y alcides
ese burro pionero
era la gambeta de cada uno
de los pibes de esa degeneración
jubilando a viejos mañosos
que no solo tapaban a los pendejos del club
sino atrasaban al fulbo argento con corrientes empolvadas
en las que hoy sabiondos quieren volver a mojar las patas
el cholo con sus palabras
me dijo que no todo lo viejo
está caduco
si te fijás
ortega es una evolución
de rubén polillita da silva
definiendo
para mi da silva era un tipo sin códigos
que pasó a la contra y en un partidito de morondanga
de esos de copa de verano
se besó reiteradamente el escudo de su pecho estalactítico
tras un gol de chiripa
el último gran gambeteador después del loco rené
y no me vengan con latorre y su quiebre de tobillo de country
o esos caballos modernos que la tiran larga para un costado
con una pierna porque la otra ni pa apoyar
la desobediencia
debida puesta en un marco
donde se pretende disciplina
no te pasés de la raya
que te hago una rinoscopía
la contradicción al servicio del apodo
a medida que crezco en las inferiores del club
pierdo los rasgos circenses que había trasladado
de los 25 contra los portones de las casas deshabitadas de calle cervantes,
los recreos en el patio de baldosas de la número 62 para la cual arrancábamos
una piña de las redondas que ya estaban abiertas
ojo que con las que parecían
una zanahoria se complicaba
bueno, eso.
El primer día me tiraron a la cancha en topers de lona blanca
de esas que el imaginario colectivo supone rolingas
parecidas a las pamperos con que mandaron al muere a los pibes de malvinas
hoy las sigo usando no sé si porque atraso
o por cábala sino es lo mismo
todavía existen pelotudos
que hablan de jugar en términos bélicos
y tipos que ven esto como algo de vida o muerte
para esos todavía no encontré calificativo
diegote diría que son arqueros
debut
jugué como jugaba en el potrero
pero a medida que el grupo
me fue interiorizando a patadas
de los códigos del fútbol de verdad
caí a pedazos dentro de una metáfora obvia
con lo que el viejo dejaba
en una lata de leche nido
cuando venía del sur
llegué a unos fulbence blancos
tapones fijos que llevaba hasta la escuela
-los abuelos suelen recomendar
a sus nietos el uso exclusivo
para los días de partido
una vez ablandado el cuero-
una vez cada dos semanas se le pasaba
pomada cobra negra en latita chata
con cepillo como karate kid
demasiado brillo es ser fifí
en su época había los de tapones de madera en una bolsa
y te ponías lo que encontrabas y sino te jodias
te levantabas
antes de caerte
del cagazo a rasparte
no existía ni ají spray
ni canilleras
y el entrenamiento constaba en bajar y subir
las escaleras de la tribuna que llevaba
el nombre del fundador “ignacio nicolás”
los días que jugaba la primera, las dos mujeres que más quiero,
tejían en el gordini estacionado a una cuadra
lo único que se dibujaba era el nombre;
el resto era gritos
capacidad de resumen
un amigo de los que hacia banco conmigo en el club social
llega a boca
jugamos al pool después de varias chichas
como todo buen deportista pierde
y no paga las apuestas
yo tampoco hubiera cambiado
la camiseta en un clásico
tras comerme tres pepas
menos con un tipo
del carácter
de ortega
el viejo cuenta que basile se fue de pibito del barrio
hoy dirige a mi amigo y parece no recordar mucho su origen
dice ante cecilia rubiska o alguna de esas que se siente un porteño
me acuerdo de rubiska porque tiene unos ojos cristalinos, buenos pechos y según los muchachos boca de petera
la última vez que dije que basile
era un viejo borracho de mierda
los ojos se le inyectaron
había mandado al banco a la joya que entró y la puso
grité un gol de boca cosa que no puedo contar a nadie
el viejo se sintió por primera vez orgulloso de mí y no me dijo orteguita
alfio basile hizo debutar a ortega en un mundial con 18 años
“lo que se dice hacer teatro es otra cosa”
edwing van del sart
en el programa viejo de fantino
antes de la introducción de gatos
en la medianoche televisiva con tandas de sms
en el canal del colorado
ortega cuenta que su primer premio se lo acobachó tras recibir su parte de jorge nicolás higuain
en un calzoncillo eyelit amarillo patito durante el trayecto que une la capital
y su natal ledesma con sus correspondientes paradas
acá no hay poesía
no existía
una cancha erigida sobre un yacimiento de cascotes en la parte alta de una ciudad
donde es mejor no ver demasiado
la leyenda dice que brotaban y los galleguitos la juntaban con pala de no sé sabe que color
¿cuanto pende de aquello?
hoy en día los rivales deliran
gallego puto y tirapiedras
el folclore se confunde con ver quien la tiene más larga
esto también me parece una gilada
me llevo mal con un técnico
que jugaba en la misma categoría de mi viejo
en el pasado se cagaron a palos
que en los códigos de la cancha está bien
no quiero preguntarle si por problemas de pollera
mi viejo se jacta de haber inventado una jugada
con la cual un hincha enloquecido le arrojó una
espica cuando una radio era como un hometeatre
de la explicación deduje que hizo una vertical y la sacó de taco
en la cancha aprendí que hay cosas que no tienen nombre
a mi viejo le creo, puede tener defectos, pero miente poco
el cholo nunca me contó de papá como jugador
ni llegó a ver un partido en el chamuyo del hometeatre
no sé si se avivaron los de la radio o la tele, pero en simultáneo hay delay
-me hubiera gustado tener que explicarle al abuelo que es el delay-
supongo que hubiéramos visto igual
así se veían los partidos en su casa aunque se gritase un gol tres segundos después que la imagen porque los relatores de la “televisión para todos” son los peores de la historia de las transmisiones del fulbo argento, claro después de mauro viale y tinelli
el abuelo me llama burro a secas
el día que el diego se cortó las gambas solito me di cuenta que todo tiene un techo
nos volvimos a casa temprano
ahí jorgito haggi era maradona y en el café
se batía que islas no era la primera vez
que se comía una pepa cosa que no sorprendió a nadie
julio de 1994 foxforo stadium
apagué o apagó la luz y el único rastro de vida paranormal que se dibujaba en el póster del placard era un rombo verde fosforescente como el que usaban en los chalecos los del operativo “sol sin droga” que no era más que el logo de la empresa lotto
el mundial no es un potrero
ahí te equivocás y armás las valijas
mancuso va de relleno como garcé
no sé si ya en esa época lo conocía al diego que se lo veía forzosamente arreglado con el cabezón
el coya concentraba con el D10s
con el tiempo el apodo del rey perdió vigencia
por el uso y fue reemplazado por (acá buscar definición lingüística)
cada domingo voy
ahora me vuelve a llamar orteguita junto a la pava
me pide que ponga el mute y prende la radio porque prefiere al vitorhugo
fue tornero de buques en puerto belgrano hasta terminar en el taller de marchese que fundió y se fue con todo
ahí le dio un patatráque de presión
cada vez que ortega cuchareaba o entubaba algún burro se le enrojaba de contradicciones la yugular porque era de boquita aunque tenía a esquelotto
yo no soy ortega
por empezar soy zurdo
lentísimo y a medida que voy subiendo de categorías
me van retrasando en el puesto
empecé siendo un once con poca explosión y está visto que para ser wing tenés que ser un midget
después involucione
a lo que hoy llaman carrileros ergo por los márgenes u orillas
pero tenia menos recorrido que la unión (acá léase línea de bondi caduca)
el abuelo se ve que me decía ortega ya por cábala
inadaptado
fui de enganche
a ver si con los caficios me contagiaba pero empecé a engordar
y a padecer acido úrico
ahí juné que jugar pendía de la camaradería
trataron de reinventarme como marcador volante
una suerte desgracia de doble tres para partidos que hay que meter
para ser delantero me faltó facha
para ser central altura
¿para ser yo?
ocho años en el club
pedí permiso al técnico para volver
y el lugar fue el último orejón del retiro
un cómodo lugar donde se jubilan los jugadores con oficio.
de ahí estás a un paso del afuera
un blindex espaciotemporal
un trasmisor de ideas radio ambulante
decíle a pirulo que baje a dar una mano
un capitán sin cinta
tener la responsabilidad de las órdenes con bolsitas de agua
achicar hasta las reservas
marcar a tipos como ortega y ofrecerle la raya
semblantearlo de una patada
chequearle el aliento para saber si con un buen codazo en las alturas todo queda afuera
el abuelo seguía llamándome ortega y entendí que su diminutivo significaba otra cosa
recién ahí cuando todavía no existían los programas de futbol de 4 horas se empezaba a rumorear que le tiraba el chupé
empiezo a escribir poesía
en la universidad llaman lírica a otra cosa
ramón se mete en un chaleco de once
baras por culpa del rey del chou
el abuelo tiene una trombosis como la de ceratti
le dicen que se le puede disparar en cualquier momento pero igual firma su cargo
odia el hospital que le chupó al hermano y a la madre
dice que ni en pedo se queda un fin de semana en observación
porque juega boca
no se le disparó jamás pero boca no me acuerdo como salió
los médicos o no saben nada o se hacen los boludos
el día que se metió al quirófano con un 70 en contra de salir mal me llamó aparte
me dijo ortega cuidáme los pichones y portáte mal
el cholo criaba canarios en cautiverio
y al mes que se murió la mayoría
de los pájaros del jaulón fueron muriendo
capaz algún parasito por el traslado al fondo de mi casa
capaz la ventana ilegal que tienen en mi medianera los del taller tirando piezas de gasoil
o porque lo extrañaban
nunca más pude ver un pájaro encerrado
siempre me quedó picando esa tradición de exterminio heredada
como tapar la perrera con los diarios fachos
o estirar el pega pega por un alambre encima de la aguada y que las bandadas se enchastren hasta el alma para formar parte de la decoración de un patio
ortega por suerte a los 35 y bajo el ala protectora de daniel
sigue volando
yo debo conformar mis oníricos domingos con los comentarios en la tv publica de roberto perfumo
al cementerio no pude volver.
Inédito
SEE YO
Micrones, el antagonismo de dos
que no se conocen ni conocerán jamás.
Así de nunca puede decirse esto.
La sábana se petrifica, además estamos nosotros,
puestos en jaque, enredados en cordeles
de cobre y cobalto, el hilo narrativo de esta cordura.
Las muñecas de lado desorbitadas.
Tienen el fondillo gastado.
Han esperado demasiado en el barro,
Las rodillas recubiertas del musgo
que trae la creciente todavía no han tocado el suelo.
Verde te vas poner si seguís así
repetías mientras los cormoranes
hundían los ganchos en el bajío.
Sabíamos bastante, desfallecer,
llegar al monte a buscar la lapida.
El límite difuso de la mantis.
Jamás de los jamases la encontrarás.
El bosque es demasiado frondoso.
No alcanza con descubrir las piernas y sacudir un poco,
no alcanza con abrir las conchas y hacer un rosario
de esas perlas de plástico o pensar en naftalina.
Esto es demasiado poco.
Se corta la vos,
voz adentro del eco del culo que se zarandeaba
al compás de la tarde trasportando esqueletos
envases de brama descartable para los dragones del halcón;
fresquita
traspiradita
imploran
La lengua se hace y deshace a un lado de la legua,
la laguna mental , la vacación de mis actos.
Podríamos arrojarnos al suelo,
sentir los pasos del caballo cansado
o la amazona o la dueña.
Podes dibujar las yeguas pastando
en las banquinas de hardingreen.
No
Todos nos perdemos en la búsqueda.
No todos interactuamos y coexistimos en esta negativa.
La no disponibilidad, los cinco segundos de anonimato
que se secaron como un guascazo en el dobladillo del chupín.
El chupandeli no se dio cuenta y tiene la razón:
te la van a dar.
El revez cayendo detrás de la trama.
Oídos sordos, estómagos llenos
partículas y partituras acéfalas.
Todo eso que se fue es la gloria,
el éxito paupérrimo de los peces
que mueren queriendo decir algo junto al balde.
Hormigas con embriones de estómagos armados
para trasportar ideas que se caen toronjas
del dulce pico de las colegiales que llenan su aipo
de velvets y udergrounds de canto sobre las ochavas.
Tarareaban, le cortaban la respiración
y las leguis de cada uno de los parroquianos jovenes del bar religión
a donde suelen acudir los baquianos
que vuelven de las barracas y las barcas.
La ortodoxia de las boteras que se parecían a vos
cuando creías en nosotros
y padecían estigmatismos irreversibles
escalando el gremblin y se cruzan de piernas mientras pintan
las uñas de la señora antes de salir a comer los nervios
con lo que parece ser un partido.
Para mi mueren en cero.
El mequetrefe que arranca la bandeja justo en la entrada,
la hembra penetrada por la pata del dinamo.
Shoqueadas, desparramadas
él ,su locura escarbando la grieta.
Ahí me encontrarás,
de ahí salió la punta del bichocanasta devenido en carnada
con una questión matete todo.
El todo débil
¿Hacia dónde miramos cuando nada?
Tejer y renacer, ensartar, partir en el instante mismo
Piezas en penumbras,
reinas y peones.
El llano
lo llano
jamás de los jamases
¿Lo entendés?