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SIN TROFEOS NI MEDALLAS
Selección Nacional: Muestra de poesía chilena deportiva.
Poesía,
67 páginas.
Libros del Pez Espiral, 2017
Por Nicolás Meneses
Publicado en
https://revistatatami.blogspot.com/ 7 de Agosto de 2018
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La única aventura editorial chilena que ha reunido poemas sobre deportes ha sido la antología de Floridor Pérez Poesía de los juegos y deportes publicada por Zig-Zag. Dicho proyecto, pese a revisar y visitar a la mayoría de los grandes poetas chilenos, supera apenas las doscientas páginas incluyendo la variante de los juegos. Sin tomar en cuenta la discreta calidad de gran parte de los poemas que Floridor agrega a su antología, al menos el gesto marca un precedente para Selección Nacional: Muestra de poesía chilena deportiva. Quizá como línea continuadora, porque se sabe partido inconcluso, Andrés Urzúa convoca a 11 poetas y los alinea en este breve libro.
Si bien la antología de Pérez quería sentar un registro y demostrar que desde La Araucana la literatura chilena ha tomado como discurso el deporte, Urzúa acá nos quiere decir que la derrota en las competiciones ha sido poética nacional. No es tan solo rescatar un tópico esquivo para los escritores, a saber, que el estereotipo del intelectual o el hombre de ideas rehúye de lo físico-deportivo. Muy vinculado al oficio mismo de la escritura, los poemas de la muestra abordan el fracaso desde toda perspectiva: ya sea desde la gloria que pudo ser y no llegó, la debacle política, la usura y el engaño como deporte, los acribillados en el Estadio Nacional, hasta la más obvia metáfora del boxeador como el escritor siendo noqueado por la vida y la indiferencia. La muestra de 11 poetas que reúne Urzúa acá pone en juego un sentimiento negado por el sistema político exitista chileno y lo resalta: las efemérides del fracaso.
El libro abre con un poema del mismo Floridor Pérez, La partida inconclusa, que habla sobre la muerte a manos de la dictadura del Alcalde de Lota, Danilo González. La disputa se produce en el contexto de detención, espacio que marca el ocaso de un proyecto político y condena a todo un país a vivir a oscuras. Así, Elvira Hernández es quien toma ese testimonio y lo devuelve en el poema Deporte nacional, donde metaforiza el fracaso mismo del régimen democrático y su espejismo de representatividad. De acá en más aparecen figuras desconocidas y entrañables del deporte nacional, pequeños héroes que estuvieron o casi rozaron la cima. Entre estos destacan quizás dos de los mejores poemas de la muestra, Yo vi jugar a Jesús Trepiana de Erick Pohlhammer, un poema en tono conversacional que con un emotivo ritmo nos habla de un portero excepcional, de un espectador marcado por el amor a mujeres que ya no están y el antiguo guardavallas de Unión Española. El otro poema, Beijing 2008, Patricio Almonacid, Héroe Nacional de Óscar Petrel, también escrito desde la piel del fanático y espectador, que aviva la épica de un ciclista que en los Juegos Olímpicos desacata todas las recomendaciones para una carrera de alto rendimiento y se lanza disparado en los primeros kilómetros agotando todas sus fuerzas. La rabia y la derrota tienen en ese gesto, el de quemar una oportunidad deportiva como incendiar las naves, el premio del pequeño instante de gloria y pantalla, la estupefacción del comentarista que ve con sorpresa esa orgullosa renuncia a la competición.
La antología acierta tanto en su intención de evidenciar el sino deportivo y político de Chile, haciendo carne el “El equipo chileno juega bien/ pero la mala suerte lo persigue” de Nicanor Parra. También en incorporar a autores cuyo tema principal en algunos libros ha sido el deporte, como Juan Carlos Urtaza, Jorge Velásquez, Pohlhammer y Elvira Hernández. Una muestra que da cuenta de la necesidad de rescatar un discurso tan relegado en la poesía como el deporte, casi monopolizado por la narrativa periodística y que deja con ganas de un segundo tiempo y por qué no, un alargue y penales.
