A la luz de la actual producción narrativa en Chile, la obra de Nicolás Poblete sobresale por su carácter prolífico —cinco novelas, dos colecciones de cuentos, una nouvelle bilingüe—, el estilo, ora experimental, ora convencional, y el hecho de que, si bien a primera vista es inevitable que cada libro suyo sea parecido al anterior, en el fondo todos son distintos, a veces tan diferentes entre sí que se hace difícil relacionarlos. Si ellos vieran, título glosado de un poema de Gabriela Mistral, es un intenso, florido, mórbido monodrama, aparentemente escrito sin reflexión ni revisión. La escritura, con ilustraciones de la diseñadora italiana Barbara Longi, de fuerte raigambre expresionista, presenta, al final de los sucesivos capítulos, las iniciales manuscritas de las palabras Si ellos vieran, lo que, en lugar de dar la idea de artificialidad, produce la impresión de que el volumen hubiese sido concebido en un breve período de febril inspiración.
Los personajes, sobre todo Victoria y Eugenio, sobrina y tío, protagonistas de la historia, actúan en un escenario espectral —aunque se llame Valparaíso— donde reinan el miedo, la incertidumbre, el ansia de amor, la muerte. La naturaleza de la prosa, repetitiva, salmódica, alucinante, sugiere una candente espontaneidad inventiva. Y en el exorcismo de una aguda crisis personal, Poblete desencadena un trance de profundas ramificaciones:
"La torre, en lo que se podría denominar un tercer piso. Aún cajas, dispersas a lo largo del suelo; algunas con sus brazos de cartón abiertos, una invitación a explorar; trampas, emboscadas. Una paloma disecada, esqueletos de murciélago en los que Victoria adivinó antiguas membranas: el cráneo amarillento de un roedor, columnas con estatuas a medio esculpir. Muñones, de velas, mechas carbonizadas, contornos derretidos y solidificados como en ese mismo instante. Tres candelabros, un hueco chamuscado con hollín era la chimenea, un piso de ajedrez, helado, con junturas grandes en las que se acumulaba mugre, un sebo que se pegaba a los dedos si los pasabas por ahí".
Este pasaje, así como tantos de Si ellos vieran, alude al incendio, casual o intencional, en el que murió la madre de Victoria. Y que produjo consecuencias irreversibles en cuantos rodean a Eugenio, sean figuras pasajeras, sean actores que permanecen en el desarrollo de la trama. Resulta evidente que Poblete intenta dotar a cada segmento del libro con la máxima vehemencia que pueda alcanzarse. De este
modo, los puntos culminantes, tanto en el lugar como en la proporción que ocupan dentro del relato, se encuentran determinados por la forma del texto. Y puesto que se trata de fragmentos acumulados, más que de frases y párrafos coherentes, el lenguaje debe ser acorde con el tono paroxístico que reina a lo largo de estas páginas. Lo anterior puede ser desafortunado si se entiende de manera negativa. Sin embargo, tal interpretación resulta errónea, en la misma medida en que lo sería describir el inconsciente como algo opuesto a lo consciente.
Y ya que hicimos referencia al expresionismo, cuyos principios éticos y estéticos en el drama y la pintura desnudaron las convenciones para revelar pasiones al rojo vivo desconocidas o distorsiones causadas por modelos de conducta y pensamientos impuestos, también en la literatura tradujo estados de ánimo de temible poder y exaltación. En otras palabras, estamos ante una verdadera onomatopeya de las emociones.
El fuego que provocó una catástrofe, que revive después en la mente de Victoria y que seguramente volverá a resurgir mientras ella viva, pasa a ser, parafraseando a Adorno, una suerte de registro sismográfico de shocks traumáticos. Al trazar la línea de la lectura, alterada por el desgarrado espíritu de Victoria, encontramos una secuencia de tensiones que reflejan su trayectoria psíquica: delirio y falso miedo en el presente; irrupción de los recuerdos y falsa seguridad en el pasado; histeria, cuando la presión alcanza un nivel insoportable, que se manifiesta en tratar de no ver lo que hay ahí o ver lo que no hay ahí. Las reminiscencias, un refugio ante la temida realidad, se transforman en la fuerza que la explica, al proveer los elementos trágicos de la propia biografía. Entonces, experiencias enemigas entre sí comienzan a generar una síntesis devastadora, cuando ya el alivio no es posible y se funden elementos contrapuestos. En síntesis, Si ellos vieran es una ficción sobre la ausencia, inclemente, ardua, por momentos ingrata, generalmente perturbadora y con elevados momentos poéticos.
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Onomatopeya de las emociones
Si ellos vieran, Novela de Nicolás Poblete. Editorial Furtiva, Santiago, 2016, 255 págs.
Por Camilo Marks
Publicado en Revista de Libros de El Mercurio. 12 de junio de 2016