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Ultima Palabra
Sobre la poesía de Octavio Gallardo
Por Gabriela Borrelli Azara
Buenos Aires, Argentina
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¿Cómo será cuando se pronuncie la última palabra? ¿Quién la dirá? ¿El último ser humano sobre la tierra? ¿Cómo será el momento en que ya no se pronuncie ninguna? La muerte, lo sabemos, no calla a los muertos ni garantiza la última palabra porque nuestros muertos siguen hablando. Tendrá que ser más que la muerte entonces, tendrá que ser la nada, y ni siquiera. En esta paradoja, en este misterio, se inscribe el libro de Octavio Gallardo, Último Poema. Escritura entregada al testimonio pero también a la pura poesía, como él mismo lo dice en uno de sus poemas:
“UN POEMA NO SERÁ HABITABLE
hasta que se encuentre escrito,
al menos en una pequeña parte
de lo que no hemos nombrado
lo otro, es el vacío.”
Tal vez será el vacío entonces, el lugar al que no se accede nunca porque lo innombrado no es un lugar. Pero el poema sí lo es. Lo dicho sí lo es. ¿Y lo que no está dicho? ¿Dónde vive? “Sin mí la patria no contesta”
La idea que atraviesa todo el libro podría ser la siguiente: el poema es un lugar dónde encontrar a nuestros desaparecidos. Si nombro, creo, y si te nombro a vos que no estás, nombro una patria, esa misma que quisieron eliminar, esa misma que enterraron, esa misma que nos arrebataron. Pensaron que sería nuestra última palabra, pero la poesía está siempre aquí y allí para decirnos que será difícil escuchar una última palabra, que es casi imposible pronunciar un último poema.
“Aquí un poema es el infinito,
No necesitas escribirlo”
Gallardo practica una suerte de antropología forense literaria dándole voz a una desaparecida. Y así como aquellos que con sus cepillitos quitan la tierra de los huesos e identifican cuerpo y nombre, así Gallardo con cada poema identifica palabra y vida.
Ya el gran Raúl Zurita nos había regalado a chilenos y argentinos, ese testimonio poético imprescindible para nuestros pueblos desaparecidos “ INRI”:
Bruno, Susana, tal vez sus cuerpos se levanten
desde debajo de las piedras. En una tierra enemiga
es cosa común que las margaritas sostengan la
nieve que quedó de los cuerpos en la
primavera.
Y Octavio, insertándose en esa tradición le ofrece la voz de sus poemas a una voz apagada para decirnos que no está escrito el último poema, que la última palabra será difícil de pronunciar, que tenemos la cordillera como una columna vertebral que une un cuerpo mutilado pero de pie. Que nos abrazamos en poesía. Y que caminamos con nuestros muertos, que las margaritas nos sostienen y besan en la boca, con el genital de nuestros labios.
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Gabriela Borrelli Azara es periodista, escritora y conductora de radio. Desde hace más de 10 años se dedica a la difusión de poesía en diferentes medios radiales. Y escribe para medios gráficos sobre literatura y poesía.