Nuevas Biografías
de Hans Christian Andersen
Conjeturas sobre
su sexualidad
Por Omar Pérez
Santiago
Publicado en la Revista de Libros de El Mercurio,
Viernes 1 de abril de 2005
El bicentenario de Hans Christian Andersen también
ha dado origen a una serie de biografías que muestran los
claroscuros
del escritor danés.
La Isla de Fiono es inolvidable por sus playas, sus aves
migratorias, sus huertos frutales y sus jardines. El paseo incluye
una visita a la ciudad de Odense -llamada así por el Dios Odín-
y a la casa del gran escritor danés Hans Christian Andersen,
convertida hoy en museo. En estos días, la ciudad está
dispuesta para acoger a las visitas de todo el mundo que
participarán en las celebraciones del bicentenario del escritor.
Pero aparte de los homenajes, los turistas e invitados se encontrarán
con un fuerte rumor. Hoy se encuentran en el centro del comidillo
cultural los contornos difusos de la abstinencia sexual de Andersen
(sus biógrafos concuerdan en que murió casto) y su presunta
homosexualidad.
Hans Christian Andersen se enamoró de varias mujeres pero
murió virgen, según el libro de la escritora Bente Kjoelbye,
H. C. Andersen og veninderne (H. C. Andersen y sus amigas).
Louise Collins, la hija de su benefactor, habría sido su primer
amor. Pero Louise se casó con un abogado de nombre Lind. En
1825 Andersen pasa las fiestas de Navidad con la familia Wulff en
Amalienborg, donde surge una larga amistad con Henriette Wulff. En
1858 Henriette muere ahogada en el barco "Austria" camino
a Estados Unidos, junto a 485 personas.
En el verano de 1830 visita en Faaborg a su compañero de
curso, Christian Voigt, hijo de un rico comerciante. Entonces se enamora
de Riborg, la hermana de su amigo, pero ella no le corresponde.
La talentosa soprano sueca Jenny Lind, conocida como ''canario sueco'',
llega de visita Copenhague en el año 1843 y a pesar que la
joven de 23 años vive con August Bournonville, Andersen le
envía flores, cartas y poemas. Tampoco es correspondido. A
Andersen se le asocia además con la bailarina danesa
del "Det Kongelige Teater", Anna Margrethe Schall, con quien
no tuvo mejor suerte.
Jackie Wullschlager ha escrito Hans Christian Andersen: The Life
of a Storyteller (H. C. Andersen: La vida de un narrador), una
biografía premiada en Odense con el Premio H. C. Andersen,
en la que habla con tacto sobre su supuesta homosexualidad. También
se anuncia el libro de Dag Heede, Hjertebrødre. Krigen om
H.C. Andersens seksualitet (Hermano de corazón. La guerra
sobre la sexualidad de H.C. Andersen).
Se levanta así una conjetura que ya circulaba en Copenhague
desde su muerte y es que en realidad Andersen no se habría
enamorado de Louise Collins, sino de su hermano Edvard. Lo mismo habría
ocurrido con Riborg Voigt. Era a su hermano Christian a quien Andersen
amaba. Wullschlager dice que las cartas que Andersen envía
a las mujeres están llenas de lugares comunes. Las cartas a
los hombres, en cambio, eran profundamente emotivas y ardientes. Afirma,
además, que a los 55 años Andersen estaba enamorado
de un joven bailarín, Harald Scharff, y que todo Copenhague
cuchicheaba sobre esa relación. Pero, al igual que con las
mujeres, no hay confirmación de amores consumados.
Andersen murió en agosto de 1875. En el velatorio en la Catedral
de Nuestra Señora de Copenhague el pueblo, encabezado por el
rey, lo venera como a un héroe. Fue enterrado en el cementerio
Assistans de Copenhague, junto a su dilecto amigo Edvard Collins y
su esposa. En 1920, cuando el chisme sobre la relación amorosa
de los dos hombres se transformó en sonora murmuración,
un descendiente de los Collins se llevó sus restos a otro lugar.
Admiradores de distintas nacionalidades llegarán esta semana
al cementerio Assistans a rendirle culto al inmortal fundador de los
modernos cuentos infantiles, leídos por gente de todas las
clases sociales y de todos los países. Un patito feo que se
convirtió en cisne.