Es el último domingo de febrero. Plaza Yungay.
Irita y Gabbe pasean como una pareja de enamorados.
Como una pareja común de enamorados.
Se detienen un instante a mirar la estatua del Roto Chileno de la plaza Yungay. Un homenaje a los rotos que murieron alguna vez por la patria.
La pareja parece real y común, pero desbordan.
Irita y Gabbe parecen una pareja común, pero lo tienen todo: fama y poder, a lo menos. Celebrity and Power.
Él es el presidente de Chile.
Un niño corre hacía Gabbe.
—Hola, presi.
—Hola, niño, ¿cómo te llamas?
—Pepo.
—¿Pepo?
Llega la mamá de Pepo:
—Presidente, mi hijo Pepo quería saludarlo y tomarse una selfie con usted. Todos los niños del barrio lo aman.
Se toman fotos con celulares
El presidente e Irita siguieron caminando de vuelta a su hogar.
—¿Viste que nuestra mejor ministra se casó, la Cami?
—Sí.
—¿Nos casamos nosotros, Irita?
—No quiero casarme, Gabbe.
—¿Por qué no?
—Has oído hablar del tema del “eclipse del marido”.
—Je. ¿El marido es una institución en decadencia?
—Sí, pasado de moda como una fábula de Esopo o de Walt Disney. Además, seríamos una familia muy fome.
—¿Fome?
—Sí. Tú, Gabbe, como presidente de Chile y yo, caminando tomados de la mano hasta viejos. Nooo. Abajo la clase media. Abajo el hastío y el aburrimiento.
Ambos ríen.
—¿Qué es ser un “hombre de verdad”, Irita?
—Salir del modelo de hombre que ha estado unido al poder, a la distancia emocional y a la violencia.
—¿Y si nos casamos con cláusula de salida?
—¿Cómo es eso?
—¿Renovación cada 10 años, por ejemplo?
Vuelven a reír.
—Eres el romántico de nuestra relación, Gabbe.
—Es que quiero tener hijos.
—¿Me das un ultimatum, acaso?
—Naaa… ¿Te da miedo tener hijos?
—No quiero una vida tradicional, casada con un presidente que debe comportarse como un cotidiano, para darle el gusto a la presión social de El Mercurio. Gabbe, tú me has hecho vivir una experiencia extraordinaria, fantástica. Vivo un sueño.
—Pero no quieres casarte conmigo.
—Yo hablo desde el punto de vista de la mujer.
—Dicen que el punto de vista de la mujer está en la cremallera del pantalón. Je.
—Por eso andas con el cierre abajo. Malo. Chico malo
Ríen con el chiste de doble sentido.
Caminaron hasta su casa, saludaron a los guardias y entraron.
—Sabes, Gabbe, creo que el principal acontecimiento político actual es la desintegración del proyecto chileno de la huevonería, dijo Irita mientras se lavaba los dientes.
—¿Hay un deseo del chileno de vivir de otro modo, Irita?
—Sí, aunque subterráneo. En la intersección entre el juego político y la vida privada es donde fluye la "guerra cultural", Gabbe.
—Pero, el cambio será lento. Como película de un solo plano. No será inmediata.
—No, pero vivimos una época de contundencia privada, de rearme cultural silencioso por el fin de la pompa y la mediocridad.
En el dormitorio Gabbe se coloca su camiseta de pijama con un estampado de osito.
—Je je je. ¡Qué chistoso tu pijama! Gabbe.
—Pero es cómodo…
—Tal como lo que dijo Fabrizio Copano en el Festival de Viña,
—¿Qué dijo Copano en el Festival de Viña?
—Que eres Winnie the Pooh.
—Ja ja ja.
Ella se desnuda completamente y se mete debajo de la sábanas y abraza al presidente.
—¿Qué lees, Gabbe?
—Gioconda Belli. Un poema erótico: Escucha caracola del oído
como gime la humedad.
—¿La humedad?
—Sí, gime la humedad…
—Je, je, je. Mejor me das un beso, Gabbe.
(Continuará)
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dirigida por Luis Martinez
Solorza. e-mail: letras.s5.com@gmail.com Los Millennials del Barrio Yungay 1.
Por Omar Pérez Santiago.
Publicado en Off the Record, N°48, marzo de 2023