Eso queremos. Chile se encuentra en un umbral de transformaciones vastas. Quiero alertar que esa labor no es sólo nacional. Nada funcionará completamente si no hay una política de inserción de nuestra cultura en la actual carretera mundial de circulación de productos artísticos. Eso quiero alertar.
Ya se produjo el cambio en la distribución del poder de los circuitos y de las redes culturales a nivel mundial. Este asunto tensiona a todos los países. Vean, la penetración del arte chino en el mercado mundial es un electroshock. Lo mismo pasa con el despliegue de la novela policial sueca o el auge de las telenovelas turcas.
Los flujos informáticos han trasladado el mayor flujo de información de la historia, por donde transitan los productos culturales y artísticos. Los intercambios en esa carretera trasforman las diferentes sociedades y con ellas los valores tópicos que influyen sobre las identidades culturales.
Desgraciadamente, en la actualidad, Chile funciona como en la época de los barcos a vapor. No hay grandes experiencias de construir audiencias para su arte y sus artistas en la era global.
Esta falencia es inicialmente una carencia de la voluntad política. Nada se puede hacer sin atrevimiento político.
Pero, aun así, no bastaría con buenas intenciones políticas. La inserción en flujos culturales es un asunto de alta capacidad técnica, de inteligencia, aplicación, arduo trabajo y de preparación intelectual.
Subirse a esa carretera no es solo suerte. No es solo despabilarse. Es un problema de inteligencia y aplicación. Hay que pensar, reflexionar, descubrir nuestra herencia cultural. Hay que pensar la cultura chilena en el contexto de los flujos globales, que construye mapas de la geopolítica del entretenimiento, donde se instalan valores, cultura y arte. Es la gran carretera del arte y la cultura donde se desenvuelve una batalla por la diversidad cultural. Los flujos, corrientes o carreteras culturales se mueven y generan tendencias que piden altos niveles interpretativos de los contextos. Hay que aprender a interpretar códigos culturales.
¿Y qué es eso?
Abarca las problemáticas relativas al acto de la traducción como metáfora y mediación en los procesos de presentación de las obras en contextos artístico. Nada sencillo.
1 Fomentar la intermediación artística y potencie en economías artísticas globales de escala.
2 Construir una red y plataforma de difusión, exhibición y comercialización global del arte y la cultura chilena.
3 Encadenar y genera nuevas instancias de apoyo permanente para proyectos de creación y de mediación entre el público global y los contenidos artísticos nacionales.
4 Potenciar la cultural inserta, a través del reconocimiento de la labor que desarrollan artistas, creadores y empresas, que permita normar y mejorar las relaciones entre todos los agentes que operan a nivel internacional. Las industrias culturales son industrias creativas donde cada producto es diferente, original, singular.
Para que tenga éxito la agencia de fomento debe respetar una base mínima:
1 Asumir el carácter diverso de la cultura chilena. La diversidad pluricultural ayudará a fortalecer las raíces verdaderas de la creación nacional.
2 Crear una cultura democrática, meritocrática y transparente permitiría el surgimiento de los nuevos talentos. La cultura de castas, la desigualdad de oportunidades, y los privilegios de las antiguas elites sostenidas en una fronda aristocrática, son un impedimento y un retraso para las culturas.
3 Valorizar las energías creativas de los numerosos chilenos en el extranjero, muchos de ellos educados en las mejores escuelas y universidades del mundo.
4 La agencia debe dejar que los artistas, las organizaciones culturales, las empresas creativas hagan su labor, sin inmiscuirse en sus contenidos.
www.letras.mysite.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez
Solorza. e-mail: letras.s5.com@gmail.com
ALERTA
Insertar la cultura chilena en la red mundial de circulación
Por Omar Pérez Santiago
Revista Crítica de arte y Cultura Off The Record. Agosto 2021