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El emperador más cruel, el Mataojos
Por Omar Pérez Santiago
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El emperador bizantino Basilio II (958–1025) fue el monarca más cruel del medioevo. Hace más de mil años, en el año 1014, con calculado e infinito salvajismo ordenó cegar con un hierro candente a 15.000 prisioneros búlgaros. Mil años después, en Chile, en unos pocos días, se mutilaron ojos a 241 chilenos, según el Instituto de Derechos Humanos. El malvado Basilio, el Mataojos, anticipó la forma de barbarie del gobierno de Sebastián Piñera, gobernar con el miedo.
ATERRADO
En junio de 199 visité la ciudad de Sofía, la capital de Bulgaria. Yo estaba pleno de gratitud pues el motivo de mi visita fue que allí se rodó un film basado en una historia que yo escribí llamada La Novia de Borges, un cuento sobre el amor no correspondido de Borges con Estela Canto.
Por la tarde desde los estudios de la teve búlgara, visitamos al Café Praha en el centro de Sofía con una amiga, una genial y espigada bailarina búlgara, parte del elenco del film y que en ese momento vestía un llamativo jersey lila. El Café Praha era un lugar de moda, cálido, alegre y festivo. En ese momento Bulgaria venía saliendo del comunismo y el ambiente era vibrante. Paseamos luego por el centro de la ciudad, una de las capitales de Europa más verde, cuando por primera vez se escucharon sonar las campanas de la iglesia rusa, después de varias décadas de silencio.
En uno de sus numerosos parques vi un monumento al emperador búlgaro, Samuel II, (979-1014), una especie de padre de la patria. Sus ojos estaban abiertos de terror.
El zar Samuel vio llegar a su ejército, hombres mutilados por el emperador Basilio II y horrorizado sufrió un ataque al corazón y murió.
BABA VIDA
Después que se terminó el rodaje del film sobre el enamorado Borges fuimos a visitar el convento medieval de Baba Vida a orillas del Danubio. Desde Sofía el bus tomó tres horas y media por la montaña hasta un castillo medieval en excelente estado de conservación y una atracción turística de primer nivel.
En el año 1014 Basilio II sitió la fortaleza de Baba Vida y derrotó a los búlgaros. Fue implacable. Ordenó dividir a los presos en grupos de cien. Y sus verdugos con un hierro al rojo vivo cegaron los ojos de todos ellos. A uno de cada cien cegó sólo de uno ojo, para que sirviese de lazarillo a sus compatriotas.
Volvemos a Sofía. En el camino imaginé la marcha penosa de ciegos, una caminata de kilómetros de los desdichados soldados búlgaros bajando la cordillera. Quizá muchos cayeron por las hondonadas. Había muchos lobos en la montaña; en Bulgaria aún hoy se pueden encontrar lobos en la montaña. Quizá los ciegos fueron comidos por los lobos grises. Quizá muchos de los mutilados fallecieron desangrados.
¡Vaya uno a saber cómo sufrieron esos hombres!
GOBERNAR CON EL MIEDO
El descerebrado de Calígula repetía la frase del poeta latino Lucio Accio, "Oderint dum metuant", un aforismo de los gobernantes malditos que significa: “que me odien con tal de que me teman”.
Es la vieja política de gobernar con el miedo.
Al otro día visitamos al escritor Deyen Enev, en su casa en las faldas del monte Vitosha, donde vivía con su mujer y sus dos hijos. Había publicado un imaginativo libro de cuentos “Lecturas para un tren nocturno”. Nos invitó con un aperitivo de raika, un aguardiente búlgaro. Deyen tenía historias fascinantes que contar y esa tarde Deyen me reveló que el gran tema en la literatura búlgara es el miedo.
Hoy, pasados los años, creo entender mejor de dónde viene ese miedo. El miedo es un fantasma del dolor profundo (W. H. Auden), son las dolencias sicológicas poderosas e invisibles de las generaciones precedentes.
¡Qué difícil debe ser para un búlgaro olvidar ese miedo profundo de los miles de ciegos!
PIÑERA, MATAOJOS
Patricio Meza, vicepresidente del colegio médico de Chile señaló hace unos días que "nunca antes en la historia de la salud visual de Chile había existido en tan pocos días la cantidad de personas que van a quedar ciegas en forma permanente de un ojo".
Esto fue provocado por carabineros y avalado por el presidente Piñera.
Pasarán los días, pasarán los años, y los chilenos no olvidaremos.
Cada primavera recordaremos a los jóvenes que les reventaron sus ojos para crear miedo.
Piñera es y será por siempre, un Mataojos.
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Omár Pérez Santiago es un escritor y cronista chileno. Egresó de la Escuela de Ciencias Políticas de la Universidad de Chile, y luego estudió historia económica en la Universidad de Lund (Suecia). Sus últimos libros publicados son: Tycho Brahe, la triste eternidad (novela) Julia, la belleza y el sentido de la vida (novela), El pezón de Sei Shonagon (novela), Caricias, poemas de amor de Michael Strunge (traducción), Allende, el retorno (novela), Introducción para inquietos, de Tomas Tranströmer (traducción, 2011), Nefilim en Alhué y otros relatos sobre la muerte (cuentos, 2011), Breve historia del cómic en Chile (2007) y Escritores de la guerra. Vigencia de una generación de narradores chilenos (ensayo, 2007).
