El borrador de la “Política Nacional de la lectura, el libro y las bibliotecas” del Ministerio de las Culturas de agosto de 2022, que me han enviado por correo, está descentrado. El esfuerzo no prioriza ni focaliza del todo en su motor: la creación y los creadores, los escritores y poetas.
Nadie duda que la escritura y la lectura son una parte decisiva del desarrollo cultural. Es central, tanto en una sociedad rica como en una pobre. Es la columna vertebral del acceso y participación de los ciudadanos.
Sin creación literaria no habrá lectura.
La literatura tiene una gran fuerza e importancia determinante.
Cualquier anécdota, (que a un niño se le caiga un helado, por ejemplo, o que un perro sea atropellado en la calle), puede constituir en la pluma de un buen escritor, un cuento adorable.
Un país necesita crear sus historias, sus cuentos, sus leyendas. Sentir una historia emocionalmente. Eso fluye en las venas de la cultura contemporánea de masas.
La habilidad narrativa es una competencia fundamental para las relaciones interpersonales y la participación en la vida social.
Una política de la lectura, el libro, librerías y bibliotecas, solo es viable con esas creaciones escritas.
Por ahí va, creo yo, la deuda del actual borrador del plan de lectura: está descentrado. No prioriza en su motor: la creación y los creadores, la participación de los escritores y poetas. Quizá habría que jerarquizar e interrelacionar más sus ámbitos de acción.
Los escritores somos una banda diversa. Distintos. Movidos por emociones disímiles. De generaciones muy variadas. La mayoría persiste por el placer absoluto de escribir. Hay algunos virtuosos, perspicaces, sobradamente inteligentes, y que a la precariedad le ponen buena cara.
Pero, la mayoría está marginada de la masiva dinámica comunicacional por donde transitan las historias, los cuentos, las leyendas.
Primero, los escritores son obviados por los medios de comunicación, la televisión, las radios.
Segundo, las obras que se convierten en series, en films, en obras de teatro o en novelas gráficas son pocas.
Los escritores chilenos estamos fuera de las redes o múltiples plataformas “streaming” por donde pasa el entretenimiento a nivel mundial que, de alguna manera, tienen un mismo objetivo: contar historias, y uno de sus elementos básicos es el mismo: la palabra.
Es un escenario de una creciente diversidad de soportes y plataformas disponibles para contar historias.
El mundo camina veloz. En Chile estamos estancados.
El mundo va a mil. Y nosotros metidos en un viejo callejón colonial, donde hay polvo en el verano, barro en el invierno.
¿Estamos condenados?
Las redes en Chile están monopolizadas por un grupito.
No se diversifica.
¿Cómo darle dinamismo a ese mercado, el mercado de las narrativas?
Primero, debemos ponerle entusiasmo. Aunque encogerse de hombros sea quizás una tendencia más natural del gremio. El gremio de los escritores es débil, retraído. Nuestro trabajo es solitario.
De cualquier modo, sin entusiasmo e imaginación seguiremos estancados, como una linda tortugita de charco comiendo insectos y gusanos.
Segundo, abrir horizontes. Modernizarse.
Sugiero 3 cosas al Plan:
1.Un programa que financie proyectos innovadores en la intersección o integración entre la literatura, los escritores y la industria audiovisual, para diversificar el mercado con combinaciones de soluciones fiscales, regulatorias y de fomento. Inversión en la inserción de los escritores y sus obras con las industrias de series de televisión, el cine, la televisión, el teatro, internet. Invertir en la línea de escritor-guionista-director, con soluciones innovadoras, diversas y dinámicas, análogas y digitales, públicas y privadas.
2. Un programa que invierta en el contacto de los escritores con los medios de comunicación, periodistas culturales, y medios informativos.
3. Un programa que financie encuentros internacionales con escritores extranjeros, como un modo de fortalecer y enriquecer la vida literaria del país.
Soy bien consciente que estos son apenas algunos de los problemas de los escritores. El listado es largo. Sí. Pero hay que empezar en alguna parte.
www.letras.mysite.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez
Solorza. e-mail: letras.s5.com@gmail.com LA CREACIÓN LITERARIA, EPICENTRO DE UNA NUEVA POLÍTICA CULTURAL
Omar Pérez Santiago, escritor.
