Proyecto Patrimonio - 2011 | index | Priscilla Cajales | Autores |




 



"Termitas"
La Calabaza del Diablo, 2009

Priscilla Cajales


.. .. .. .. .. .

LORCA
   
Lorca es un muchacho ciego
que trabaja en una fábrica de plásticos en Av. Matta
Lorca tenía las manos verdaderamente sucias
Lorca no sabía que una mosca estaba todo el tiempo parada sobre su cabeza
La mosca está atrapada por el pelo de Lorca, la mosca está pegada a este chico
como yo
que aprovecho el movimiento
 para acercarme a él y su overol
y leer donde dice su nombre: Lorca
Acercarme para olerlo
bien debajo de la axila
donde los delgados vellos disfrutan de la humedad del cuerpo de Lorca
este ciego con vista al piso
este ciego de 25 años
bello
como los chicos de santa rosa del recorrido hasta el paradero 6 de esta calle tan larga 
Lorca no se baja nunca
este recorrido a casa termina
cuando la calle pierde su nombre.

 

ÁNGULO

Hay costumbres que heredé de ti, seguro
Otras de las cuales me deshice lo antes posible
sólo del terror de pensarlo
Pienso,  por ejemplo en las largas horas en micro
por el lado sur de la ciudad
Ahora que lo recuerdo
de niña creía en  la cordillera como en un único pedazo de suelo erguido
y es que desde este lado
el smog y la distancia la vuelven
borrosa y lejana
sólo años después                                                                                       
me enseñaron que son miles los relieves
que hay caminos
y cerros dispersos
y que sólo producto de esta lejanía
es que se  ha vuelto tan poco nítida y distante.

 

TERMITAS

I
Y a donde te fuiste a volar corazón / que te destrozaste solito /Que te encerraste a llorar tranquilo / la escena más triste de la noche de fiesta /Que te llenaste la boca de canciones maracas/ de falsas penas de compañeros/y brindando por esta soledad tan repetitiva/Que te quedaste cansado de esperar abrir la puerta del taxi para salir disparado/ porque no te dio el cuero/el cuero sintético del tapizado te quedó más cómodo/más corta/Encender el televisor es el camino más corto ahora también/hay un par de nombres que no recuerda/ pero de los cuales conserva algunas manchas/en su enagua vieja/lo único que queda es hacer caso del calendario chino y dar por terminado este año de dragón que a nadie dejó contento/cuando la ciudad está encendida/ es como un helicóptero rondando/en cambio ahora/a mi cama caen insistentes termitas /apareándose incluso en el breve instante de la caída/ llegará entonces el final y no habrá nada/ sólo el escenario de esta ciudad/que no alcanzó a ver/la escena más lúcida de la jornada/

II
Y me rasco esta picada de termita/ sabes/ se incrustan en la madera y lo destruyen todo/ como tú/ luego la madera queda pulverizada y careada/ Y estoy careada por este mal olor que atraen las carnicerías bajas /de este lugar /Afuera/hay hombres acarreando sacos de harina a esta hora de la mañana/ y si lo piensas bien/ el sonido de las campanas no es más que producto de la fuerza del viento/ ni pensar en un síntoma de mejoría/

Al parecer /y sólo me doy cuenta cuando llego de pronto a mi habitación vacía/ en donde el televisor/ es lo único que no ha dejado de funcionar en las últimas tres noches/el calor que emana de él atrae a las termitas/ deben confundirlo con el calor del nido que han  formado en el entretecho de esta misma habitación/Luego sólo dejan el rastro de sus pequeñas alas de hadita madrina/Pequeñas/ pequeñas al fin/ que caben / en unos de estos cuadraditos en los que escribo de pronto.

III
Parece que ahora pasará algo mejor/ después de todo a lo largo del año las termitas / pequeñas destructoras de mi habitación/ me han dejado solo algunos montoncitos de aserrín sobre la cama y el televisor/Pareciera que ahora  ya no comen/el calor de estos meses las ha puesto a volar /y a dejar por todas partes estas pequeñas alas/ que se parecen tanto a mis pestañas/ envueltas en jabón.

 



Verano  TV

III
Cómo confiar en los signos vitales del conductor
cuando la velocidad alcanza 160 kilómetros por hora
Desabrocho el cinturón de seguridad
con los ojos fijos en  los carteles
de emergencia

Este recorrido a casa es terrible
en el sentido de los castigos del Olimpo
en el sentido de una pena capital

Este camino a casa es como una terapia grupal
la  todos los integrantes
ríen a carcajadas
mirando fijamente a los ojos del instructor

Este camino a casa
es como todos los caminos
a todas las casa de la periferia de la ciudad
como los caminos de Lorca
de Camila
de los padres de Camila
que la sientan a ver la televisión por cable
pero esta marca periférica
supera las astucias lingüísticas
se lee como una mala canción a través  del auto
en el que últimamente
 sólo funciona el sistema de sonido
Igual al auto blanco de mi padre
asentado en el jardín de mi casa durante media década
esperando la ayuda de los niños del barrio
para un primer impulso motor
un jardín en el que nunca creció nada más
salvo el calor de los meses vacacionales de Santiago
pequeñas piernas
 atestadas
y corriendo descalzas por la calle
tardes de calor capeadas
por la felicidad eufórica del único grifo abierto
o los largos viajes en micro
rumbo a la fuente alemana de plaza Italia
en donde solíamos veranear
en aquellos años.

 

MATE

Los  perros se suicidan
 arrojándose bajo los neumáticos de los automóviles
realizan el mismo juego monótono desde hace años
equivocándose  por esta  única vez

No es casualidad                                       
tampoco la poca luz de este día en pleno verano
Ni la disposición de los cerros de esta ciudad
que no son más que la  continuidad de las paredes
ocultándonos el atardecer
que en cambio
 en la ciudad vecina 
se muestra entero
Nada de particular en la disposición de estas calles
pensadas para el extravío
 y el olvido de la misma ciudad
 porque este lugar se olvida a la vuelta de la esquina
En cambio el olor
el olor  ha quedado impregnado en todo el país

Son muertes inesperadas, es cierto
 pero más  necesarias aún 
que el descanso de los ojos
que por demasiado tiempo
han estado sometidos
al reflejo de la luz del  televisor
Porque esta ciudad nos cobija a todos
 aquí nadie muere de frío                                          
el sitio  perfecto  para no tener ningún lugar a donde ir
 y quedarte en un banco
dando de comer a las palomas
o insistiendo en una ronda de ajedrez
perdida desde el primer movimiento.


 


 

Proyecto Patrimonio— Año 2011 
A Página Principal
| A Archivo Priscilla Cajales | A Archivo de Autores |

www.letras.mysite.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez Solorza
e-mail: letras.s5.com@gmail.com
"Termitas"
La Calabaza del Diablo, 2009.
Poesía de Priscilla Cajales.