EL AÑO DE LA QUILA
cuando florece la quila
se anuncia año de catástrofe
las ratas se reproducen
y comen todo a su paso
llamé
para saber
cuán cierto era
me dice
que nunca
la vio florecer
que mientras fue niña
y jugaba a atrapar tábanos para hacerlos música
encerrados en una botella de plástico
hasta que
muertos
se acumulaban en el fondo
nunca la vio florecer
aquí en la quebrada hay quila
sin flores
la quila florece
en años de sequía
en una medida extraordinaria
para no desaparecer
CAL
Sí, es verdad que levantaste esta casa
que hiciste el cálculo
de cuánto cemento
cuánta madera
cuánto vidrio
Es verdad que cerraste el cierro raso
yo misma preparé la mezcla de pasta muro y agua
y cada comida
para los días en que el sol
te rompía una y otra vez la primera capa de piel
te rompía
Esta casa hubiera desaparecido a los meses
las ratas que habitan la acequia
hubieran roto cada frasco con comida
cada saco
las chinchas hubieran subido a tus almohadas
y hubieran entrado a tus oídos sordos
yo mantengo a raya chinches, pulgas, ratas
haciendo de tus hijos personas
sabiendo antes que ellos cuando están enfermos
En estas manos se sostiene esta casa
si hubieras sido tú
habrías llamado la cal
y la cal te hubiera cubierto
NADA SUCEDE DOS VECES
Nada sucede dos veces
ni la noche de insomnio se repite
ni el dolor en las rodillas es el mismo
Esta quebrada se quemó
hace doce años
no se repetirán los surcos entre los árboles
ni la disposición de las ramas en el suelo
o la geometría de la vertiente
Nada sucede dos veces
no te despiertas dos días intentando recordar el mismo sueño
ni al tomarte de la mano esta me trasmite el mismo calor
Y es
una similitud breve, difusa
esa que me hace creer que nos vamos conociendo
La misma que perdida
haría que no te reconociera si viera tu rostro
surcado por arrugas y tu pelo por las canas
Las carpas giran en círculo
en el tranque
mientras tú
les tiras piedras, ahora, cuarenta años antes
de la imagen de tu rostro
viejo y desconocido
ninguna piedra
cae
en el mismo lugar
COMO UNA MANCHA
Me lavo los dientes
en una operación que repito pensando en la advertencia del dentista
cepilla tratando de ubicar los pliegues
el sarro se adhiere
en el espacio
en que las muelas se unen
miro al techo
una araña en él permanece inmóvil
cuento sus patas y calculo si pueden o no ser consideradas largas
busco las manchas que podrían indicar que no se trata de un peligro
pero estas ocho patas son lisas y oscuras
reviso que no haya sangrado
sigo contando las veces que debo cepillar
imagino que cuando encendí la luz
fue sorprendida
como yo
al verla
está quieta
queriendo no llamar mi atención
su medida quietud es para ella
la única forma de sobrevivencia
fuera de ese lugar que seguramente está dentro del muro
que separa el baño del dormitorio
y en el que se considera a salvo
me pregunto
si sabe que ese enorme cuerpo en movimiento
la observa calculando el lugar del golpe
si en su memoria de sobrevivencia
si es que existe algo a lo que se pueda llamar memoria de sobrevivencia
sabrá que al encender la luz es probable
que una zapatilla termine con su cuerpo
convertido en una mancha en el techo.
NADA
Nada imitando la forma de una flecha
esa forma primitiva
con la que hemos creado
esta torpe metáfora del tiempo