"Hombres maravillosos y vulnerables", Pablo Toro. Libros La Calabaza del Diablo, 2010, 77 páginas.
Atrapados por el mal
Por Patricia Espinosa
Las Últimas Noticias, Viernes 26 de Noviembre de 2010
Una galería de seres deteriorados, a veces odiosos, frágiles o ridículos; seres que, a pesar del tono de broma infinita, viven el fracaso de manera intensa: Hombres maravillosos y vulnerables, de Pablo Toro, es un pequeño conjunto de relatos que no sólo se interna en la cultura de masas con ironía y feísmo, sino que logra dar cuenta de vidas perturbadas y de una sociedad que apesta hasta en sus más mínimos rincones.
En el volumen predominan los relatos derivados del realismo puro y, en menor medida, del realismo maravilloso. Hay un buen manejo de la ironía pero también del chiste fácil. Claramente a Toro no le sienta ese humor básico que, por ejemplo, apela a la diarrea infinita de un empleado bancario o a cerros fecales que tapan el sol o a la presencia de una mujer con dos miembros que autoengendra cientos de hijos. Sin embargo, más allá de lo anterior, es posible advertir una escritura cuidada en la construcción de atmósferas, escenarios y personajes, fluida en términos de acción, y que, además, contiene como marca distintiva la configuración de un bestiario atrapado por el mal.
Toro acierta en la construcción de historias sucias y raras sobre personajes malditos; se eleva cuando abandona la humorada friki y se lanza a buscar la extrañeza en lo común, como sucede en el relato “Vendaval”, en el cual surge la voz directa de un ex ministro de Pinochet y su fanatismo culposo. Ese relato no sólo está bien escrito sino que posee una tensión dramática constante y una atractiva mezcla discursiva de ingenuidad y perversión.
La escritura de Toro derrocha acidez, rudeza y odiosidad; sin conmiseración, vuelve detestables a sus personajes. En medio de toda esa mala leche, sin embargo, también hay espacio para generar cierta condescendencia ante la soledad desgarradora de sus protagonistas. Así sucede en “El proceso”, en torno al amor entre dos hombres, el abandono y la posible superación del dolor; el relato expone lo tortuoso que resulta para el protagonista reconocer su amor y, luego, ante el abandono, optar por recuperar la familia. La denuncia, por su parte, ocupa un lugar prioritario en el relato que da título al volumen; de la pequeñez humana a la falta de dignidad, el exitismo enfermizo y el abuso de poder circulan en ese texto. Allí, en busca de un miserable trabajo en la televisión, un joven pasa por una entrevista con un productor que lo pone a prueba en su capacidad de resistencia. La petición de sexo oral del poderoso y la aceptación del subalterno funcionan como un retrato hiperrealista sobre la pasividad de un individuo que ya no se cuestiona, un personaje al que la indiferencia ha convertido en un ser pusilánime al que sólo le queda señalar: “Las cosas son como son, la vida es lo que es”.
Toro ha escrito un libro que contiene más de un par de relatos buenos; eso, si se tiene en cuenta que Hombres maravillosos y vulnerables es su primer libro, y dadas las condiciones actuales de la narrativa chilena, es algo casi heroico.