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Crítica Literaria

Por Patricia Espinosa

Publicado en Las Últimas Noticias. 16 de octubre al 13 de noviembre de 2020

 


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Monstruos. Lucía y otros relatos
Nata Arroyo. Bogavantes, 2020, 62 páginas.
LUN, 16 de octubre de 2020

Una vez que se ha fisurado la delgada frontera entre lo cotidiano y lo sobrenatural, nada vuelve a ser igual. En estos nueve relatos apegados a la extrañeza, un suceso o elemento singular distorsiona fatalmente la normalidad. Monstruos es el primer libro de Nata Arroyo, un conjunto de narraciones de terror cotidiano, provistas de canibalismo, crimen, espectros, posesiones satánicas y mucha, mucha venganza.

Si bien parece encomiable que Arroyo se dedique a cultivar este género, en especial por el poco interés que hasta el momento ha despertado en las escritoras nacionales, es necesario señalar que su libro hace uso de cierto formulismo en el tratamiento de la ficción extraña, y aun cuando está correctamente escrito, carece de flexibilidad. Su prosa es demasiado formal, apegada a un formato de cuento clásico, con clímax y desenlace bien amarrados, además con un lenguaje a ratos engolado, que les otorga a los cuentos un carácter demasiado solemne.

Aun así, es un volumen para nada descartable, ya que consigue instalar el terror en lo cotidiano mediante personajes peculiares en su condición anónima. Sus historias recogen a seres sin poderes sobrehumanos; las víctimas, por lo general, resultan ingenuas, incapaces de reconocer que en ellas opera lo demoniaco. Estos personajes se encontrarán siempre expuestos a una situación que les quiebra la rutina y los lleva a la tragedia. El mal, claramente, uno de los grandes temas del libro, no tiene posibilidad de ser eliminado; al contrario, una vez instalado, nadie lo confronta, ya que los sujetos se entregan a su influjo.

El crimen por celos tiene una fuerte presencia en este libro. En los relatos "Lucía", "Luminiscencia" y "Fuga", las mujeres enloquecen cuando suponen que están siendo abandonadas. El resultado es una actuación enceguecida, sin medir consecuencias, para llevar a cabo ejecuciones macabras, por revancha, por rabia. Tal situación sucede en contadas ocasiones con los personajes masculinos, quienes operan desde la racionalidad al concebir un plan de venganza. En mucho mayor medida las mujeres son terreno fértil para acatar instrucciones satánicas o ser destruidas por el odio.

Los niños, seres irracionales o ingenuos casi por naturaleza, también son privilegiados en atraer el mal. Así se ve en "El hijo", donde una guagua con rostro de adulto demuestra aborrecer a su madre, o en "Igual que las mariposas", historia en torno a una mano con vida propia que aterroriza a una pareja y en especial a su pequeño hijo. La posesión y el objeto demoniaco son dos temas clásicos en este tipo de narrativa, pero acá resultan abordados desde la falta de riesgo, con excesivo apego a la tradición.

La venganza, el otro gran tema de este volumen, se presenta de manera positiva y posee dos orígenes: surge como respuesta ante un comportamiento violento o es inoculada a los personajes por una fuerza maligna. Como sea, lo más llamativo de estos relatos es el triunfo del mal. Es ahí donde definitivamente Arroyo da el palo al gato. En última instancia el libro enaltece el crimen, siempre que esté motivado por la venganza.

Así, en estas historias triunfa el mal, hecho no menor, ya que no hay castigo, permitiéndole al libro abandonar cualquier intención ejemplarizadora. Esto hace pensar que la autora podría mostrar en el futuro cosas mucho más interesantes en el cultivo del horror.


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Nata Arroyo, terapeuta ocupacional, nació en Santiago en 1964. El libro que aquí se reseña es su primera publicación.


 


Un verdor terrible
Benjamín Labatut. Anagrama, 2020, 224 páginas.
LUN, 23 de octubre de 2020

Aun cuando la validez de la categoría alta cultura ha sido cuestionada hasta sus cimientos sin compasión alguna, todavía hay quienes se aferran a sus rancios frutos. Esta primera novela de Benjamín Labatut es un buen ejemplo de que sin parodia, ironía o crítica las producciones inmersas en ese escalón terminan siendo simulacrales, pretenciosas y forzosamente inclinadas a parecer inteligentes y densas. Por eso, Un verdor terrible podría hasta provocar un efecto de distanciamiento, y no porque sea experimental o vanguardista, sino por el tema abordado.

El libro se conforma de una serie de segmentos unidos por una figura: la del hombre inteligente, sabio y extravagante. El primer tramo del volumen contiene cuatro relatos en torno a científicos pertenecientes a diversas épocas y lugares, cuyas investigaciones causaron el mal o los llevaron al fracaso. El segundo se organiza en un "Prefacio", cinco relatos y un "Epílogo"; aquí los textos se centran nuevamente en científicos, ahora como parte de una comunidad. En este panteón de super-héroes de la ciencia aparecen nombres tan rutilantes como Albert Einstein, Karl Schwarzschild, Erwin Schródinger, Werner Heisenberg, Niehls Bohr y Alexander Grothendieck. Las narraciones abordan tramos de sus vidas y de sus avances investigativos. Así, se expone el fervor con que se involucran en sus disciplinas, pero también su proximidad con la locura, el delirio y la obsesión. El cliché del científico excéntrico o loco alcanza aquí su punto cúlmine.

La escritura de Labatut contiene un importante estilo periodístico, donde resalta lo anecdótico pero también la solidez en la construcción de perfiles. Todo en un tono informativo, objetivo, ajeno a figuras retóricas y a expansiones de corte científico-filosófico, asunto que termina atentando contra el conjunto.

En la parte final del libro, la situación cambia, ya que no solo adopta el formato de un clásico cuento, sino que la prosa se carga de símbolos, descripciones líricas y cierta filosofía orientalista inserta en lo doméstico. El protagonista de esta sección es un hombre joven, que pasa una temporada en su casa alejada de la ciudad. En una de sus caminatas, donde se empapa de naturaleza, conoce a un extraño ermitaño a quien bautiza como "el jardinero nocturno", quien es, cómo no, un viejo sabio que le entrega pistas sobre cómo vivir en armonía.

Dicho sin ambigüedad alguna, a esta novela le sobra la úlima parte. Si bien puede tener mil interpretaciones, todas resultan forzadas, porque es demasiado evidente la intención de aterrizar el segmento anterior y darle un giro al artefacto narrativo convencional para jugar con el tema del cruce entre realidad y ficción.

Labatut ofrece, en fin una novela plenamente moderna, donde endiosa a la ciencia y a los científicos, centrándose en masculinidades que poseen el don de la inteligencia y la sabiduría, todo sustentado en la arraigada representación del científico chiflado.

Esta obra se ubica en el terreno de la mundialización, en cuanto asume formatos transnacionales con puntos de vista ajenos a la territorialidad del autor biográfico. Los autores están en su derecho de mundializarse, no todo se trata de criollismo y color local; sin embargo, alta cultura eurocéntrica y mundialización desde Latinoamérica es una mezcla fatal. Con todo, Un verdor terrible puede ser considerado un buen libro de divulgación científica.


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"Un verdor terrible" es el tercer libro de Benjamín Labatut. Los anteriores son "Después de la luz" -inclasificable volumen de digresiones sobre el vacío- y el conjunto de cuentos "La Antártica empieza aquí". El autor nació en Rotterdam en 1980, pasó su infancia en La Haya, Buenos Aires y Santiago, y se estableció en Chile en 1994.




Palo blanco y otros cuentos
Rodrigo Ramos Bañados. Zuramérica, 2020, 137 páginas.
LUN, 30 de octubre de 2020

No es fácil recomponerse después de un mal paso, porque eso fue su libro anterior, un mal paso, y al parecer solo eso. Esta vez Rodrigo Ramos Bañados se dedica al cuento, recuperando con ello una actitud desenfadada y una capacidad excepcional para descubrir el lado despreciable de los seres humanos. Palo blanco y otros cuentos, su reciente libro, es un conjunto áspero, decadente y excepcional en elaborar rencores.

Uno de los aspectos más atractivos de estos dieciséis relatos es el desprecio que los diferentes narradores tienen por sí mismos y todos aquellos que los rodean. Nada escapa a su mirada escrutadora, que es capaz, en un par de pinceladas, de construir un perfil sólido y pleno de indicios que delatan vidas angustiadas de las que resulta imposible fugarse. Todos los personajes resultan ser sujetos enclaustrados por la necesidad de parecer comunes para camuflar el intenso odio y rabia que los consume.

Ramos Bañados construye ficciones centradas en un personaje con, a lo más, un par de vínculos. Esto tiene como correlato una escritura de frases cortas, despojadas de símbolos y de una retórica ampulosa, lo cual incluye la ausencia de reflexiones en las que los protagonistas intenten mostrar su intimidad. En su reemplazo, el volumen entrega algunos datos puntuales que movilizan unas historias siempre centradas en cómo evoluciona la intensa tormenta interior que padecen los personajes.

Entre las narraciones destacadas está "El crimen del fisicoculturista", sobre un hermoso muchacho asesinado. A él lo conocemos a través de una diversidad de personajes que envían cartas a un juez, donde se sugieren motivaciones, posibles victimarios y, por sobre todo, una imagen del finado llena de rasgos contradictorios. La figura ausente es el núcleo de una narración, que se abre hacia las vidas de quienes escriben las cartas e incluso el propio juez.

Si en el relato anterior una cierta frialdad o insensibilidad con la víctima lograba unificar los distintos testimonios, en "Ahogo" ocurre todo lo contrario. En primera persona, se construye una situación común: un tipo solitario viaja en metro hacia Limache e imagina historias a partir de los demás pasajeros. Aquí la delicadeza por el detalle, la mirada aguzada para "leer" cuerpos, vínculos y estilos de vida pasa a ser fundamental. Sin embargo, el significado de esa sutileza sufrirá un profundo vuelco al conocerse la biografia del viajero.

Un narrador recurrente es el hombre solitario, que tiene una hija que vive a cientos de kilómetros. Esta imagen, que podría concitar cierta complicidad, queda completamente desvirtuada por la tendencia del autor a exponer a niños y niñas como pequeños dioses del mal, odiosos, insoportables en su condición autoritaria y manipuladora. Así, los padres terminan siendo sus esclavos. Estas escenas son exploradas con minuciosidad y habilidad en los relatos, generando atmósferas pesadas que se saturan aun más con la tortuosa relación entre padre y madre.

Leer cualquiera de estas narraciones implica acceder a una temporalidad particular, donde predomina el detalle, el gesto, la rabia y por sobre todo el aguante. Los personajes que circulan por acá están siempre resistiendo de una manera muda, sin grandes discursos ni ataques de furia. Una calma forzada que se transmite a la escritura, concentrada y templada, pero siempre enfocada en el ejercicio de un odio parsimonioso.


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"Palo blanco y otros cuentos" es el primer libro de relatos de Rodrigo Ramos Bañados (Antofagasta, 1973). Antes publicó cinco novelas -entre ellas, "Ciudad berraca" y "Pop"- y un volumen de crónicas.


 


Preguntas frecuentes
Nona Fernández. Alquimia, 2020, 90 páginas.
LUN, 6 de noviembre de 2020

Mientras nuestros escritores y escritoras continúan reflexionando sobre la revuelta y la pandemia, Nona Fernández se atreve a publicar en caliente desde el interior mismo de la tragedia y la esperanza. Preguntas frecuentes es el primer texto literario publicado tras el estallido del 18 de octubre, y en él la ficción parece no ser suficiente para dar cuenta de la magnitud de la crisis. Nona Fernández le imprime un nuevo rumbo a su abundante obra, al adentrarse en una escritura impulsiva, visceral, pegada a la urgencia de los tiempos.

La autora entrega un volumen breve e intenso con dos textualidades diferentes. En la primera se establece un contrapunto entre dos voces de mujer: N y A. N es escritora y columnista en medios de prensa y, lo principal, convierte los recuerdos, sueños y experiencias de A en relatos. Esta última trabaja en el área de atención al cliente de un organismo estatal y su misión es responder a las interrogantes de los ciudadanos. En su infancia, A sufrió un accidente automovilístico donde murieron su madre y hermana. Si bien ambas voces se alternan, el foco principal es la vida de A. En un determinado momento A le dice a N: "Ya no hay límite entre nosotras. ¿Quién está del otro lado del computador? ¿Me estaré leyendo allá? ¿Este encierro es mío o tuyo? Como sea, soy tu personaje, debería asumirlo. Y supongo que es lo mejor que me puede pasar, que alguien transforme toda esta mierda que vivo en algo digno". La soledad, la presión del encierro, el insomnio y los tortuosos recuerdos conforman un cuadro que excede a A, dejando en evidencia la posibilidad no solo de estar siendo llevada a la escritura por N, sino de ser ambas una misma entidad.

La segunda textualidad —el capítulo que cierra el libro— es la que otorga contexto a la narración sobre A. Se trata de una suerte de columna en primera persona cuyo objetivo es exponer los hechos políticos acontecidos en el país a partir del 18 de octubre. La narradora, ¿A, N, Nona Fernández?, elabora un itinerario de sucesos horrorosos, consecuencia del descriterio y falta de humanidad del gobierno y los políticos de todo el espectro. Su mirada es dolorosa, habla por el colectivo y se ubica entre aquellas dañadas por el abuso y la precarización; sin embargo, con enorme entusiasmo afirma "Chile despertó", destacando el ánimo colectivo, la voluntad del pueblo para exigir un cambio radical del modelo.

Los segmentos dedicados a A y N corresponden al tipo de relato desarrollado en las anteriores obras de Fernández. Mujeres, memoria, crisis de identidad operan como los ejes a los cuales se suma el tópico del escritor y su doble. El capítulo de cierre es una escritura cercana a la crónica o columna de opinión, donde se impone lo informativo, desde una perspectiva personal, por supuesto política y con una enorme carga crítica. La voz narrativa posee aquí un carácter épico, habla por muchos y muchas y, además, privilegia una perspectiva utópica, basada en la recomposición y el triunfo de los sometidos y sometidas.

Preguntas frecuentes es un libro tremendamente valioso tanto por su temática como por la forma en que está elaborado, sinuosa, rugosa, inorgánicamente, pero, por sobre todo, ajena al retoque, al pulimiento. Ese es su gran mérito, aquello que le permite convocar la inmediatez de la escritura, la urgencia de una literatura que testimonie la revuelta social con enorme pasión y rabia.


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Nona Fernández nació en Santiago en 1971. "Preguntas frecuentes" es su séptima novela; de las anteriores destacan "Mapocho", "Space Invaders" y "Fuenzalida". También es autora del libro de cuentos "El cielo", del ensayo "Voyager" y de un par de obras teatrales.





Un amigo es una niebla
Nicolás Campos Farfán. Overol, 2020, 92 páginas.
13 de noviembre de 2020

Esta novela de Nicolás Campos puede ser catalogada sin más de intrascendente y, lo que es peor, tediosa, porque muchas veces la dupla intrascendente-entretenida no queda nada mal. El tedio aquí surge de varias fuentes, como la reiteración de una historia ya contada mil veces, la quietud enervante de personajes que parecieran estar embalsamados y el nulo vuelo filosófico que alcanza una historia que exigía un nivel de reflexión más profundo.

Es posible considerar Un amigo es una niebla una especie de novela generacional, donde se impone la indiferencia en todos los aspectos de la vida. Sumidos en una abulia profunda, los personajes consiguen con esfuerzo amistades y parejas, pero queda claro que hubieran estado mejor evitando tales complicaciones. La narración se centra en dos amigos estudiantes de filosofía en una universidad de la Quinta Región. Esto al interior de un marco tan gastado por su uso que pierde toda eficacia: un Valparaíso maloliente y decrépito, escenario de continuas borracheras y de reuniones entre universitarios y escritores. Ha sido tan usada esta imagen que el esquema de tres amigos jóvenes, dos varones y una mujer, en ese Valparaíso decadente también está presente en el libro El faro de Felipe González, publicada este mismo año también por La Pollera.

La voz que narra es la de uno de estos amigos, el de pelo morado, quien tiene un carácter introvertido y afición a lo intelectual. Marcelo, el compinche, también tirado al intelectualismo, es el polo opuesto, canchero, seductor, pendenciero y aspirante a escritor. Junto con Vanessa, novia de Marcelo, conforman un trío de camaradas que dedican su tiempo a beber y conversar, unidos, más que por afectos, por la costumbre.

El narrador es más bien un testigo inmune. Esta condición le permite hurgar y cuestionar las vidas y decisiones de sus amigos, pues no se expone, no corre riesgos mostrando su intimidad ni sus decisiones. Uno de los pocos momentos donde es posible conocerlo un poco más se advierte en el siguiente pasaje: "Pasaba a otro tema, convencido de haber dicho y escuchado cosas profundas o graciosas, y al rato, al reproducir lo dicho, venía una oleada de decepción [...]. La parte central de las conversaciones consiste en lo que uno no alcanza a decir, y en cómo nos sentimos al hablar con alguien. Lo realmente dicho es lo de menos".

No obstante, a pesar de esos errores, este libro construye una propuesta estética interesante. Hablar o comunicarse tendría un valor secundario; lo prioritario sería aquello que se contiene y que quizás nunca será expresado. Por lo tanto, solo queda la simulación, un histrionismo vacío, que lleva al protagonista a situarse siempre en un fuera de lugar, un más allá, donde existe un otro verdadero, del cual, en todo caso, poco y nada sabemos.

Si dejamos de lado los clichés y la modorra, Campos logra elaborar atmósferas decadentes y acierta en mostrar el sin sentido de las relaciones humanas. Sin embargo, es incapaz de dar espesor a su protagonista, al convertirlo en un signo vacío. Además, el volumen tiene un desenlace propio de un machetazo, ya que en medio de una conversación sin importancia se pone punto final. Un amigo es una niebla es una novela cansina y, por sobre todo, tremendamente insegura en términos de su propuesta.


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"Un amigo es una niebla" es el cuarto libro de Nicolás Campos Farfán. Los anteriores son la novela "La distancia", el conjunto de cuentos "Te convertirás en un extraño" y el poemario "Vocoder" El autor nació en 1983, en Santiago.



 

 

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Crítica literaria
Monstruos. Lucía y otros relatos, Nata Arroyo; Un verdor terrible, Benjamín Labatut; Palo blanco y otros cuentos, Rodrigo Ramos Bañados; Preguntas frecuentes, Nona Fernández; Un amigo es una niebla, Nicolás Campos Farfán.
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16 de octubre al 13 de noviembre de 2020