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Crítica literaria

Por Patricia Espinosa
Las Últimas Noticias, 8 al 22 de Marzo de 2013

 

 

 

 

 

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Entre mundos
Patricia Cerda. Cuarto Propio, 2013, 181 páginas.
LUN, 8 de Marzo de 2013

La escritura de Patricia Cerda privilegia la narración sentimental o rosa, modernizada por medio de mujeres autónomas en lo económico, pero, como corresponde a este tipo de historias, emocionalmente débiles. Así, bajo una débil capa de feminismo, pululan la fetichización del discurso amoroso y los personajes femeninos serviles al estereotipo romántico. Entre mundos es un volumen compuesto por relatos donde encontramos a mujeres solitarias, sumidas en una tristeza insuperable ante la falta de un hombre.

Lo único rescatable de este libro son los momentos en que lo intercultural consigue ocupar un lugar más o menos paralelo a la preocupación amorosa. En “Solidaridad con Chile”, la protagonista es una alemana que durante los años setenta tuvo un romance con un chileno exiliado y que en el presente realiza un viaje a Chile a encarar a su ex amor y a reencontrase con una ciudad que alguna vez conoció a través de los refugiados. En “Cosmopolita”, por su parte, una muchacha peruana emigra ilegalmente a Alemania y se desempeña como niñera de una rusa ninfómana. En este relato se contrapone el conservadurismo de la latinoamericana con el desparpajo erótico de su jefa; que la joven peruana termine imitando a la rusa es demasiado esperable.

A pesar del relativo interés que puedan despertar algunos personajes femeninos que no temen enfrentar situaciones complejas, la mala factura se impone en la construcción de estos relatos. Además, Cerda es una narradora que abusa del cliché. Así se advierte en “Sócrates en el bolso de mano”, una historia precaria, resumible en un par de líneas, donde la cursi protagonista lee a Platón mientras prepara su mudanza. Las citas del filósofo la entusiasman para emprender un viaje a Grecia. Y eso sería todo.

La vieja historia de la asesora de hogar que se enamora del dueño de casa es el centro del relato “Miércoles de justicia”. En esta oportunidad el galán es un atractivo alemán recién llegado a Chile con su fría esposa; la joven, una morena, ex trabajadora de café con piernas, es sensual y provocadora. Suponer el desenlace no es una gran tarea. Sin embargo, no se trata sólo de malos desenlaces, sino de una progresión narrativa y de una prosa simplistas. Igualmente estereotipada es “Desde el templo”, donde una universitaria chilena conoce a un alemán al que le gusta que ella lo golpee durante el acto sexual. Esto genera una gran incomodidad en la protagonista, que decide cortar la relación, aunque veinte años después reencuentra al hombre, envejecido pero igual de adicto a los latigazos.

Entre mundos es un libro primario, carente de expectativas, en el cual las mujeres aparecen condenadas a lamentarse por los fracasos amorosos, quejarse por la soledad y anhelar el regreso del príncipe azul; todo esto adherido a una escritura rígida y torpemente ingenua.

 

 

El descorazonamiento
Cristóbal Pérez. Chancacazo, 2012, 140 páginas.
LUN, 15 de Marzo de 2013

En estos relatos de Cristóbal Pérez siempre circulan personajes al borde de la crisis, que se dejan arrastrar por decisiones equívocas y fatales, que generan culpas transitorias y olvidan fácilmente. Surge así uno de los aspectos más destacados de este libro: el drama sin dramatismo, una de las ya clásicas paradojas posmodernas.

El descorazonamiento es un volumen de seis historias que funciona como una correcta maquinaria narrativa. Digo correcta, porque son cuentos clásicos en lo estructural, sustentados en un narrador, con no más de un par de personajes, un conflicto y un desarrollo más bien lineal. Relatos en que la psicología de los personajes activa la acción, atravesada de forma permanente por una expectativa que gatilla un desenlace rotundo, sin ambigüedad alguna. Es destacable el amplio vocabulario que maneja el autor, lo que sumado a la presencia continua de citas musicales de alta cultura contribuye a configurar personajes y escenarios en su mayoría refinados, donde las principales preocupaciones son de tipo afectivo.

La psicología de los personajes es narrada con austeridad, control y pulcritud. Como si se tratara de una historia policial, los relatos velozmente van entregando las pistas que conformarán el caso. Así, los sucesivos narradores de cada uno de estos textos definen a cada personaje desde sus gestos, vestimentas, actitudes, y luego en reflexiones íntimas. La represión es un punto nuclear en estas historias en las cuales la existencia se organiza a partir de un abismo que separa lo público y lo privado. Es en esta última zona donde se sitúan los deseos y las pasajeras culpas. Mientras, en lo público, predomina una actitud contenida, aunque siempre dispuesta a transgredir los límites de la rutina.

“Letras y humo”, el único de estos textos donde la ironía está presente, aborda a un escritor en decadencia pero en extremo vanidoso, que dicta un taller literario en su cómodo hogar. La rutina del taller se rompe con la malhadada lectura de un aspirante a escritor que enfrentará con violencia las críticas del maestro. Los relatos siguientes se concentran en turbias relaciones de parejas. “Nado nocturno”, “Ardor austral” y “El descorazonamiento” se entrometen en encuentros amorosos casuales, donde un protagonista masculino, bastante timorato, se verá enfrentado a mujeres que simbólicamente operan como viudas negras.

Un caso particular lo constituyen “Una extraña noche en la ópera”, una inquietante historia situada en la intimidad de un estreno musical, y “Nubes grises”, quizás lo mejor del volumen, centrado en una mujer que trabaja demasiado y que, además, debe lidiar con su hijo y una tortuosa vida sentimental. El proceso de destrucción del personaje es impecable, al igual que el modo sutil de justificar su accionar y la estremecedora decisión que toma.

El descorazonamiento es un conjunto de relatos sugerentes y reflexivos que inscriben a Cristóbal Pérez en una buena senda literaria, especialmente considerando que es su primera publicación.

 

 

Campo de tiro
Leonardo Videla. Alquimia Ediciones, 2012, 187 páginas.
LUN, 22 de Marzo de 2013

Un tipo gordo, sudado, tímido, cargado de historias familiares y de ambición es Roberto Hitschmann. Además, es estudiante de física, oriundo de la ciudad de Valdivia, y arrastra un proyecto de tesis y una novela. Tal es el protagonista de Campo de tiro, de Leonardo Videla: un personaje atractivo, dadas sus peculiaridades físicas (al borde de la obesidad), sus pretensiones intelectuales y esa extraña disociación que muestra al proyectar inteligencia ante todos quienes lo rodean, menos para el lector. Lo que nos llega es la imagen de un tipo débil, inseguro y torpe que se ve entrometido en una comedia de equivocaciones trágico-farsescas de la cual no saldrá indemne.

Campo de tiro alterna segmentos breves sobre las andanzas de este personaje con los de una novela histórica que va escribiendo. La convivencia de ambas narraciones funciona bien, a pesar de existir un claro desequilibrio entre ellas. La centrada en el estudiante resulta mucho más acabada que la histórica, ya que esta última tiende a exagerar con datos insignificantes. El relato del tesista de física, en cambio, es expuesto en un estilo autobiográfico, cotidiano, con sencillez, ingenuidad y humor. Recorremos así la rutina familiar del estudiante con sus padres en Valdivia y luego el viaje a un congreso de física en Brasil, donde es acosado por un famoso científico que le ofrece una beca en Italia a cambio de favores sexuales. La turbiedad del ambiente académico y las torpezas del protagonista son descritas de un modo bastante divertido.

Los segmentos de la novela histórica se organizan a partir de la recopilación que el robusto protagonista realiza de cartas y documentos de su familia paterna. Una saga de colonos alemanes que cubre desde el siglo XIX hasta la Segunda Guerra Mundial. Esta vez, la prosa se vuelve seria, informativa, se aleja de la intimidad de sus personajes y se torna un tanto recargada. Emergen demasiadas historias paralelas, por ejemplo aquella que gira, con desbordante detallismo, aldededor de la adolescencia de Albert Einstein, y una exacerbada presencia de explicaciones de teorías científicas. A lo anterior se suma la acumulación de anécdotas de batallas que difuminan el foco, ya que el centro de este relato es el tío del joven tesista, su arribismo desmedido, sus ansias de figuración, quien viaja a Alemania en tiempos de guerra para ayudar a un científico nazi de apellido Von Baer a buscar una semilla ultrarresistente a todo tipo de condiciones de siembra adversa.

Con recursos de una autobiografía, más aventuras, cuotas de espionaje y guiños a la novela de campus, Leonardo Videla sostiene una novela con dos focos que se retroalimentan, generando una permanente expectativa respecto a sus siniestros personajes y los estrambóticos sucesos en que se ven insertos. La presencia continua del mal, ya sea en una guerra o en el mundo universitario, sumada a la tensión entre ser exitoso o fracasado, son el marco reflexivo de este libro que progresivamente se desliza hacia un final donde sólo queda en pie la tragedia.



 

 

 

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Crítica literaria.
"Entre mundos", Patricia Cerda; "El descorazonamiento", Cristóbal Pérez; "Campo de tiro", Leonardo Videla
Por Patricia Espinosa
Las Últimas Noticias. 8 al 22 de Marzo de 2013.