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Patricia Espinosa | Autores |



 


Crítica Literaria

Por Patricia Espinosa
Publicado en Las Últimas Noticias. Del 29 de enero al 26 de febrero de 2021





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Chino
Antonio Ostornol. Libros de la Lumbre, 2020, 213 páginas.
LUN, 29 de enero de 2021

La novela de artista es una variante de la novela de formación que pone en relieve el deseo de conciliar arte y vida que experimenta un personaje que pasa por constantes crisis, pues no tiene un lugar en la sociedad. Esta vida llena de frustraciones, siempre ligadas al despertar de su sensibilidad, se interpone entre él y sus sueños.

Chino, de Antonio Ostornol, es una robusta novela de artista, oscura, con un ritmo acelerado y un estilo vehemente, profundo, desbordante de lírica. La turbiedad atrapa cada enunciado de la narración: todo acto tiene su contracara lóbrega, toda palabra posee su opuesto perverso. Siempre, tras la aparente bondad, pulsa la mezquindad y el interés por el beneficio personal. Lo más terrible es que el protagonista es un púber expuesto a ser violentado por adultos que solo lo ven como un cuerpo seductor.

Grandote, moreno de ojos pequeños, tímido, silencioso, "con una seriedad asesina", de palabras "esculpidas con altanería y temor": así es Ricardo Wong, el Chino. Una mezcla de fragilidad con rudeza y cierto aire salvaje que impresiona y suele alejar a la gente a primera vista. Sin embargo, su imagen de huraño es superficial, ya que se trata de un tipo sensible e introvertido que mira la realidad desde un punto de vista poético, incapaz de hacer mal porque sí.

Este adolescente se encuentra en su último año de secundaria, y es oriundo de La Serena, saxofonista autodidacto e hijo adoptivo de una pareja de comerciantes orientales. Su hermano mayor, el hermano mito al que parece querer imitar, también saxofonista, ha partido hace muchos años a Estados Unidos, generando en la familia un ánimo de tristeza permanente.

Tras participar en un delito menor, Wong es castigado por su padre y matriculado en un colegio lejano a su lugar natal. La experiencia lo enfrenta a sortear grandes desafíos, como el acoso de la directora del establecimiento u obsesionarse con Soledad, una compañera de curso desenfadada, llena de secretos, que marca constantes límites a su cohibido enamorado.

La novela visualiza la sensualidad del personaje como una acción que genera en otros, pasiones monstruosas; no obstante, también internaliza tal sensualidad en un espectro más amplio, que va más allá de la carne. El Chino es un músico cuyo arte despierta placer no solo para su público, sino principalmente para el mismo: "Soñaba con la vibración del instrumento regida por la fuerza de sus pulmones y la resonancia que lo invadía a través de las yemas de sus dedos [...] En esos momentos de ensueño, se llenaba de reverberaciones, cruces melódicos, contrapuntos. Su aliento pulsaba, su respiración poderosa ordenaba el ritmo de las notas y el instrumento y su nostalgia se sincretizaban".

La historia transcurre entre el atentado a Pinochet y las postrimerías de la campaña del No. Son años de recuperación de la vida nocturna, lo que permite que reaparezca una bohemia destruida por la dictadura. El Chino se conecta con este pequeño mundo, buscando con fervor ser un artista y sumergirse en algo parecido al éxtasis.

Ostornol ha escrito una magnífica novela, tremendamente visual, con rotundas atmósferas oscuras y perfiles decadentistas. El máximo logro de este autor es transmitir la pasión del personaje y sus estados de trance cuando ejecuta su instrumento, pero también sus enormes frustraciones y ganas de conseguir todo aquello que se le niega.


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"Chino" es la quinta novela de Antonio Ostornol, quien en 1981 debutó en el género con "Los recodos del silencio", y luego siguió con "El obsesivo mundo de Benjamín", "Los años de la serpiente" y la premiada "Dubrovnik". El autor nació en Santiago en 1954.

 

 

 


Memorias de una niña alba.
Historias de una infancia ultrajada.

Bruna Faro. Mago, 2020, 274 páginas.
LUN, 5 de febrero de 2021

Un hogar de menores de Osorno sostenido por una comunidad religiosa es el escenario de esta aterradora novela sobre la violencia, la impunidad y la corrupción de un sistema completo. Bruna Faro, su autora, consigue aproximarnos con crudeza a una realidad devastadora, desde la voz de una pequeña protagonista incapaz de dimensionar el horror al que es sometida tanto ella como la totalidad de las niñas de la casa de acogida.

El libro tiene como protagonista a Aurora, una mujer que decide escribir su experiencia en el "hogar" tras ser convocada por una de las exinternas para dar su testimonio a una denuncia legal al administrador y personal de la macabra institución. Aurora se ubica entonces en sus siete años y recuerda la etapa más terrible de su vida y la de Margarita, su hermana menor, ingresadas por su madre como internas al Hogar de Niñas El Alba.

A través de ella conocemos cada una de las rutinas de la entidad. Su mirada ingenua le impide realizar interpretaciones sobre las experiencias diarias. Aprende rápido que únicamente debe obedecer y callar. Comportamientos que no solo siguen al pie de la letra ella y su hermana, sino la mayor parte de las internas. Sin embargo, las reglas del hogar van contra todo principio humanitario. El personal, todas mujeres, es cómplice del gran jefe, el tío Ricardo, un tipo bestial que golpea y abusa sexualmente de manera sistemática a niñas de diversas edades.

En este pequeño reino, el tío Ricardo tiene un poder ilimitado, conviniéndose en la representación de la maldad absoluta. El relato construye su perfil de manera minuciosa, aproximándonos a su modo de operar y sus rutinas de violencia. Los abusos son descritos paso a paso, focalizados siempre en las víctimas. El objetivo del tío es dominar a las frágiles niñas a través del control de sus cuerpos; es él quien decide cuándo y dónde someterlas a sus depravaciones.

La historia de Aurora, que incluye los testimonios de muchas otras exinternas, se establece como un referente de múltiples casas de menores de nuestro país, constituidas en un paraíso para abusadores que incluso han llegado a provocar la muerte de niños y niñas desprotegidos, carne de cañón de un sistema que los desprecia y considera un sobrante social.

Bruna Faro escribe con dureza; no se va por las ramas al momento de fotografiar las constantes escenas de violencia no solo sexual sino de todo tipo, incluso alimentaria. Tal es el hambre a la que son sometidas las niñas que llegan a recoger comida descompuesta de la basura. Los castigos por "robar" frutos de la pequeña huerta son implacables, al igual que cuando las más pequeñas se orinan en la cama, al ser quemadas en sus genitales y expuestas al escarnio de la comunidad.

Es imposible quedar impasible ante una historia tan desgarradora. La autora consigue en cada página hacer al lector parte de esta historia-denuncia e involucrarlo en la rabia, la tristeza y la desesperación de la protagonista.

Bruna Faro ha escrito una novela feroz contra la violencia de género y el abuso infantil, a estas alturas institucionalizada. El relato debiera ser una lectura escolar obligatoria, por decir lo menos, no solo por su temática, sino por el modo en que está escrita, impregnada de angustia, pero también de fortaleza y hambre de justicia.


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Bruna Faro nació en Pinto, localidad cercana a Chillán, en 1981. Vive en Chiloé, donde se dedica al diseño y confección de muebles. El libro que aquí se reseña es su primera publicación.


 

 

De ahí venía el miedo
Jorge Marchant Lazcano. Tajamar, 2020, 311 páginas.
LUN, 12 de febrero de 2021

Una novela de lujo ha elaborado Jorge Marchant Lazcano: De ahí venía el miedo se inserta en ese extraño tipo de libro que sin duda permanecerá en la memoria y que, por supuesto, tendrá un lugar destacado en la historia de la literatura chilena.

Este autor no se equivoca nunca: sabe con precisión adónde va, y su escritura es firme, sólida. En esta narración sobre hombres disidentes amalgama de inmejorable manera la crisis de género con un radical cuestionamiento a la razón victoriana que segregaba y sancionaba como delito lo que en ese entonces era denominado uranismo.

Circulan por estas páginas escritores e intelectuales que intentan conformar una identidad a contrapelo del puritanismo imperante en la Inglaterra de la primera mitad del siglo XX.

Así aparece Edward Carpenter, vegetariano, socialista, escritor de la alta burguesía, agudo y gozador, que convive con el joven George Merrill, un tipo común, una suerte de proletario que desde temprano supo buscarse una vida liberada de las obligaciones asignadas a la masculinidad. Carpenter sustenta la firme idea de una sociedad más justa cuando se rompa la división de clases.

También está Edward Morgan Forster, joven novelista de la alta sociedad londinense que vive con su madre y que se encuentra enamorado del joven Syed, proveniente de la India y que prepara sus exámenes para ingresar a Oxford.

En medio de este grupo selecto, surge nada más y nada menos que un chileno jovencísimo, Augusto D'Halmar, con apenas veinticinco años. Había viajado desde Chile a cumplir con su reciente nombramiento de cónsul en Calcuta. Antes de asumir el cargo, realiza una parada en Inglaterra y en una librería conoce a Merrill, quien lo invita a su casa de campo a conocer a su pareja, el escritor Carpenter.

La reunión en la granja de Carpenter es el eje de esta historia coral; todos los personajes que confluyen allí van exponiendo su voz de manera aleatoria. Incluso Harris, un viejo policía ultraconservador que, tras la excusa de investigar el crimen de una transgénero, cae de improviso en la animada casa del escritor socialista. La estructura narrativa permite acceder a los pensamientos de cada personaje y, en lo medular, a sus represiones. Claramente están conscientes del caso de Oscar Wilde y de los peligros de ser homosexual en esa época.

Marchant Lazcano posee una pluma incisiva; nadie escapa a su mirada punzante, sin complacencias. Sus personajes son, en tal sentido, tremendamente humanizados y carentes de gloria, con excepción de Carpenter, el viejo escritor que aún desea, goza, reflexiona y se arriesga al castigo social por sus principios. Cada uno de ellos es grandioso, bulle en contradicciones y, en muchos casos, el temor a sí mismo es su marca. Así ocurre con el joven D'Halmar, en apariencia virgen aún, deslumbrado ante una realidad que jamás sospechó, ya que la vida en esa casa de campo es todo aquello que no pudo imaginarse en su proyecto de colonia tolstoyana.

El libro corre con ironía, emotividad y un tono rabioso desarrollado con elegancia, sin esnobismo ni atisbos de latinoamericanismo arribista. En este sentido, la presencia del escritor chileno es central, pues permite anclar la narración a un afuera, elaborando un contrapunto que marca diferencias culturales enormes.

Jorge Marchant Lazcano confirma una vez más la solidez de su escritura con una novela compleja pero tremendamente cercana.


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Jorge Marchant Lazcano (Santiago, 1950) debutó como novelista en 1977, con "La Beatriz Ovalle". Desde entonces ha publicado una docena de relatos largos, entre los que destacan "El amante sin rostro" y "Sangre como la mía". También ha escrito exitosas obras de teatro, como "Gabriela" y "Última edición", y varios guiones de teleseries.

 

 

 


Más allá de nuestros días
Florencia Eluchans. Planeta, 2020, 370 páginas.
LUN, 19 de febrero de 2021

Una mirada compasiva ante un grupo de seres maltratados debido a sus privilegios es lo que propone Florencia Eluchans en esta novela, porque la herencia y la estirpe se vuelven aquí una carga para una nueva generación de la élite que simplemente anhela abrirse caminos propios. Por desgracia, lo que podría haber sido una denuncia, termina conviniéndose en un panegírico de las familias pudientes y, por sobre todo, de la heroicidad de los progenitores, capaces incluso de corromperse con tal de resguardar a sus vástagos de la pérdida económica.

La vida de estos personajes está marcada por el prestigio social y el dinero, partiendo por el abuelo, Rafael Ortúzar, abogado, y por su primogénito, que lleva su mismo nombre. Rafael II está casado con Elena Ruiz. Ambos también son abogados y padres de los treintañeros Rafa y Santiago, que siguen la profesión de aquellos. Rafa, el mayor, es inmaduro y desordenado, aún estudia derecho y disfruta de una intensa vida social, mientras que Santiago, serio y maduro, ya realiza un posgrado en España.

El abuelo, patriarca de este clan, es un hombre severo y rudo que ha impuesto un rígido orden familiar. Rafael II es un exitoso profesional que trabaja en el bufete de su padre, y, aun cuando tiene carácter, es manipulado por Elena, que, junto con ser una valiosa profesional, es una madre demasiado preocupada por sus hijos. Y es precisamente esta constante intromisión en la vida de Rafa y Santiago el punto central de la novela.

La raíz de los males familiares está en el testamento del anciano Ortúzar, del que excluye a su nieto Rafa. A partir de este hecho, Elena se trastornará por buscar una solución. El volumen enfatiza el carácter manipulador de la abogada, quien usa todas sus armas para convencer al marido de involucrarse en oscuras maniobras.

Florencia Eluchans ha elaborado una novela a la que le sobra información. Hay una importante tendencia a reiterar sucesos o perder el rumbo, como, por ejemplo, explorando en exceso el mundo de los abogados e introduciendo un caso de posible femicidio que no tiene pertinencia para el desarrollo de la historia. De igual forma, la presencia de Camila, amiga íntima de Elena, no tiene relevancia alguna. Además, los personajes resultan aplanados por una visión limitada y retrógrada. Las mujeres son ante todo madres, pero también bellas y educadas en el buen trato, hechas para ser amadas. Los hombres, por su parte, son seres complejos, con contradicciones que van más allá de su paternidad o relaciones afectivas con las mujeres.

Hay una clara diferencia entre redactar y escribir literariamente. En este caso, la autora ha tomado la primera opción. Redacta de forma correcta, pero carece de un estilo, de una prosa capaz de ir más allá del carácter descriptivo, informativo. Tampoco logra perfilar las intimidades de sus personajes de manera profunda o, si se quiere, no consigue conformarlos más que como buenas personas atrapadas por las circunstancias. Por ello, los errores de ellos son excusados, ya que han sido realizados en beneficio de la concordia filial. Esto implica que la moral y hasta la transgresión de la ley sean desechables cuando se trata de buscar la felicidad de los miembros del clan.

Eluchans ofrece así un libro tedioso y reiterativo, siempre más preocupada por justificar y alivianar la responsabilidad de la familia que de conseguir una narración interesante. Con esa tremenda cortapisa, la novela ni siquiera resiste una mirada compasiva.


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"Más allá de nuestros días" es la segunda novela de Florencia Eluchans; la anterior, "Esa vida que imaginamos", la publicó en 2017. La autora nació en Santiago en 1981 y es licenciada en turismo.



El último pogo de Rita Maldita
Daniel Hidalgo. Planeta, 2021, 213 páginas.
LUN, 26 de febrero de 2021

La presencia de sectas, un gurú, drogas, violencia, rock e investigación policial podrían dar una imagen distorsionada de esta nueva propuesta narrativa de Daniel Hidalgo: algo así como una historia para demostrar todos los peligros que acechan a los jóvenes que exceden los límites. Pero no, nada más alejado de eso: esta novela asume el exceso como parte del proceso consustancial a la deseada independencia de un conjunto de personajes frágiles e ingenuos, pese a su parada de rudos.

Hidalgo demuestra que es posible ir más allá del habitual romanticismo punk, al imbuirlo en los cauces del relato policial. Es más, podría incluso plantearse que esta es derechamente una novela policial, ya que son sus códigos los que aglomeran las piezas dispersas y temporalidades diversas. Este juego subrepticio con ese género está muy bien ejecutado. De igual forma, si bien hay toques moralizantes desde una posición lectora, el libro no juzga a sus personajes. Quizás esta ausencia directa de cuestionamiento moral sea la clave más interesante para desmenuzar la narración.

Rita Maldita y Miss Honor son invitadas a un festival de música en Combarbalá, donde se reencontrarán con exparejas y amigos ligados a la escena musical "alternativa". Es en este lugar donde una de las muchachas desparece mientras la otra vive una experiencia traumática.

Un aspecto altamente valioso es el tratamiento de los personajes femeninos en este volumen. Rita Maldita y Miss Honor son los nicknames de dos muchachas que, más que buscar un destino, se dedican a vivir en un permanente estado de aceleración y entusiasmo. El relato no las ubica como meras groupies, sino que va más allá. Sus figuras están transidas de un peso oscuro, tal vez dado por una búsqueda incierta de estados de goce fugaces que compensen en algo sus angustiosas vidas. Ambas están siempre dispuestas a embarcarse en todo tipo de situaciones sin siquiera evaluar riesgos o fracasos.

Alfonso Palominos, ex policía y padre de la chica desaparecida, inicia una búsqueda desesperada de su hija, labor que la policía también realiza de manera paralela. Palominos y Damaris Venegas, la detective a cargo de la investigación oficial, son dos personajes carnosos que, aun cuando trabajan por separado, consiguen que el interés se vuelque hacia ellos. Y aunque la historia se centra más en el padre de la joven, resulta destacable la paridad en el tratamiento de ambos.

La búsqueda de la muchacha lleva la narración hacia el tráfico de drogas y la presencia de un santón en cuya secta se unen misticismo y negocios turbios. Esta línea narrativa tiene un nivel de intensidad enorme, hay cadenas de pistas que por momentos resultan claras y otras de compleja resolución. En especial todo aquello ligado a Carlos Schmidt, o simplemente S., el líder.

Hidalgo desmonta con justeza y sin excesos la temporalidad del relato, al tiempo que consigue presionar la anécdota de manera constante y configurar una diversidad de personajes y microhistorias tan extremas como las de las dos muchachas. El último pogo de Rita Maldita es una novela sobre seres condenados, al tiempo que constituye un paso firme del autor para convertir su proyecto escritural en una propuesta estética reconocible y de calidad. Una meta dificil hacia la cual no muchos ni muchas están transitando en la actual escena narrativa nacional.


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Antes de "El último pogo de Rita Maldita", Daniel Hidalgo (Valpraíso, 1983) publicó otra novela, "Manual para robar en el supermercado", y dos libros de relatos: "Canciones punk para señoritas autodestructivas" y "Fanfiction" . Además de escritor, el autor es músico, y como tal encabezó la banda tecnotropical Matilde Calavera.



 

 

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Chino, Antonio Ostornol; Memorias de una niña alba. Historias de una infancia ultrajada, Bruna Faro; De ahí venía el miedo, Jorge Marchant Lazcano; Más allá de nuestros días, Florencia Eluchans; El último pogo de Rita Maldita, Daniel Hidalgo.
Por Patricia Espinosa.
Publicado en Las Últimas Noticias. Del 29 de enero al 26 de febrero de 2021