Reemplazada por un software
Mariela Vallejos Miranda.
Cuarto Propio, 2023, 213 páginas.
LUN, 22 de septiembre de 2023
Humor y tragedia a raudales contiene esta novela de Mariela Vallejos. Reemplazada por un software —subtitulada "Cuando tu empleo te deja por un rival sin alma"— se enfoca en una mujer desempleada que se enfrenta a un mercado laboral que le cierra las puertas. Pese a ese fracaso constante, esta narración acierta el justo equilibrio entre el pesar y las ganas de sortear una mala racha.
Mariana Acuña tiene algo más de cincuenta años y vive con sus dos gatos. Sus hijos ya son independientes y ha pasado por todos los trabajos posibles en el mundo de las comunicaciones. Pese a su buen nivel profesional, la tecnología la deja sin trabajo. La protagonista comienza entonces una búsqueda frenética de un nuevo empleo.
La narración es realizada por la propia Mariana, quien tiene como destinatarios a sus dos felinos. La mayor interlocutora humana de la protagonista es su antigua amiga Juanita, una española con bastante dinero que se encarga de estimular a Mariana para que salga del pozo ciego. Así, Juanita le propone, o más bien le exige, escribir un diario como forma de ocupar el tiempo libre.
Formalmente la novela dedica demasiado tiempo a la etapa de inactividad laboral de la protagonista. La acción resulta detenida casi un tercio del libro, hasta que surge un hecho trascendental: Mariana hace migas con los artistas callejeros que trabajan en la esquina de su barrio. Su mayor vínculo es con el viejo Olegario, ex dirigente sindical, que oficia de malabarista. El ingreso de este personaje permite que la historia alcance un nuevo ritmo. Desde ahí, una nueva fase comienza en la vida de
la protagonista, ahora haciendo amistad con todo el grupo de artistas callejeros.
En este etapa es cuando los artistas callejeros involucran a Mariana en una fabulosa idea: convertir el trabajo de los artistas en un espectáculo de tomo y lomo, es decir, en algo así como una empresa o cooperativa muy organizada. Este segmento, que se toma el volumen hasta su desenlace, es el mayor acierto de Vallejos. Los personajes se convierten en un coro delirante y deliberante sobre qué rumbo deberá tomar el proyecto artístico. Obviamente Juanita no solo es la financista, sino la mayor entusiasta del evento: "Pronto supe que la Juanita seguía liderando la parte administrativa del proyecto esquinero [...] Salió con que había pedido presupuestos a una agencia publicitaria para usar la pantalla digital de la esquina. Será como en Lollapalooza, anunció feliz,
un espectáculo en vivo y en la pantalla a la vez".
Mariana Acuña no pasa pellejerías, pero está desesperada, ya que ha trabajado toda su vida y sabe que sus ahorros durarán poco. Su conmoción es verosímil en tanto presenta a una mujer de clase media alta que, aun cuando se encuentra en una etapa decadente, mantiene en alto sus valores de clase. En ese sentido el libro no es demagógico, pues no pretende dar cuenta de una transformación profunda de Mariana. Los otros, los "esquineros", siempre serán ajenos
a su mundo, pese a lo cercanos que puedan estar. Este límite que contiene el personaje logra demostrar que el clasismo pervive más allá de toda la decadencia que experimente un sujeto.
Quizás por no usar una careta Vallejos puede lanzar sus dardos a una problemática social desde un realismo sarcástico que les otorga movilidad a la historia y a su protagonista, quien salta de acá para allá, del entusiasmo a la desazón total, una y otra vez, sin descanso alguno.
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Mariela Vallejos Miranda, de profesión periodista, nació en Santiago en 1960. Relatos suyos forman parte de antologías colectivas como "Salidas de madre" y "Desafueros. Ocho cuentos para desnudar a los políticos". El libro que aquí se reseña es su primera novela.
Sueñan las ovejas negras
Naty Lane. Santiago-Ander, 2023, 93 páginas.
LUN, 29 de septiembre 2023
Los equívocos, los desaciertos y todas las trampas esparcidas en la ruta de una mujer en busca de una identidad más o menos estable se encuentran presentes en este libro de Naty Lane, que transita entre la novela y el conjunto de relatos. Sueñan las ovejas negras explora la vida de una mujer adulta (o de muchas mujeres) con todas las contradicciones que esto implica, es decir, dependencia y autonomía, atrevimiento y represión consentida, seguridad e incerteza.
Dedicado a "todas esas 'ovejas negras' que, como yo, seguimos saliéndonos del camino correcto", el volumen reivindica el derecho a la diferencia y a la libertad de asumirse distinta. Una verdadera declaración de principios como entrada a un grupo de historias sobre sexo, amor, soledad, autoestima y resistencia, donde el centro siempre es una mujer en búsqueda.
La protagonista, Nataly Bustamante, de treinta y ocho años, trabaja como música y vive en Valparaíso. Su voz está enfocada en delinear sus experiencias personales, y por eso los personajes secundarios no son más que una función, una suerte de indicador en el cual Nataly apoya sus reflexiones.
No deja de ser interesante que la autora entre golpeando duro con sus dos primeros relatos. "Semen" así dice: "Creo que he tragado al menos unos cien tipos distintos de semen a lo largo de mi vida, y me atrevería a decir que no existen grandes diferencias". En una línea similar, "Indigna" señala: "Me sentía abandonada, miserable, casi ni comía; entre el alcohol, la marihuana, el clonazepam y las pastillas para dormir, con suerte sabía qué día era".
Sin embargo, a pesar de las expectativas abiertas sobre historias de desenfreno, el libro rápidamente se abre a un ciclo distinto, concentrado en la caída de la protagonista, haciendo ver que sus múltiples experiencias sexuales y con drogas representan su progresiva descomposición. Así, en "Pequeño diario" se anota: "Estoy rota, más rota que antes, más que nunca".
La postura feminista de Bustamante es pendular. El personaje intenta alcanzar autonomía, pero se encuentra atrapado por un orden que la reduce a víctima, manipulada y entregada a los dictámenes del varón de turno. En ella, el sufrimiento por amor romántico y la sumisión son dos fuerzas constantes que generan declaraciones mucho más fuertes que las del inicio del volumen: "Amo cuando salgo a bailar con mis amigas y me llamas cada diez minutos para saber a qué hora me devuelvo a la casa.
Y esto es precisamente parte de un método por el cual se llega a la denuncia de la sumisión de las mujeres ante las relaciones afectivas: "Para agradar incluso hice cosas que iban contra mis deseos, como depilarme las axilas y las piernas, cambiarme el color de pelo o la ropa [...] si a él no le gustaba. [...] Pero hay muchas mujeres que no se dan cuenta cuando están siendo maltratadas o violentadas, son manejadas de manera agresivo-pasiva para anularlas". De esta forma, todas estas narraciones se encuentran en función de articular una experiencia de sometimiento y de intentos por salir de ese círculo nefasto, sin apresurar ninguna etapa, sin apurar una suerte de recompensa.
Naty Lane escribe como si hablara, de manera sencilla y natural, concisa, sin detenerse en reflexiones eternas y con un énfasis siempre emotivo. Sueñan las ovejas negras se inscribe en el feminismo mainstream, un género muy necesario al momento de combatir la hegemonía del feminismo académico.
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"Sueñas las ovejas negras" es el tercer libro de relatos de Naty Lane, tras "Sólo sueño los domingos" —que contiene además poemas e ilustraciones— y "Primavera salvaje". Nacida en Quilpué en 1985, la autora también es música, gracia que actualmente la tiene como líder de la banda Hammuravi, que no es lo mismo —quizás conviene aclararlo— que Hammurabi, el de la ley del talión.
El sol en la escalera
Juan Ignacio Colil. Lom, 2023, 98 páginas.
LUN, 13 de octubre 2023
Pocos narradores chilenos tienen la capacidad de crear atmósferas de intimidad tan intensas como Juan Ignacio Colil. En apenas un par de párrafos nos involucra en pequeños retazos de sensaciones, experiencias, deseos y fracasos de sus personajes. El sol en la escalera, su nueva novela, nos lleva hacia un sujeto que parece mitigar sus emociones al entregarse a los avatares de la vida. Sin embargo, lo que hay detrás de esa máscara de aparente indiferencia es un hombre para quien el pasado es algo más que una escena quieta y cerrada al presente.
Santiago es el personaje central. Tiene algo más de cincuenta años, está casado, es padre de dos hijos, escritor, fotógrafo, profesor de historia, y actualmente se encuentra cesante.
El relato cruza el presente y el pasado de este personaje de bajo perfil, que nos habla en primera persona, al modo de una confesión. Situado en los días de la revuelta social del 2019, Santiago anda en una frenética búsqueda de trabajo. Las oportunidades son mínimas y no posee redes ni amistades que puedan ayudarlo. Con un poco de rabia concluye que para el sistema laboral es un viejo y que la competencia con jóvenes que cargan lustrosos posgrados es feroz.
Su infancia, su madre (internada en un hogar de ancianos), su padre ya fallecido, sus primeros oficios, el encuentro con la fotografía y su relación con su primer jefe ocupan gran parte de su historia. Se va al pasado, sí, pero no permite la entrada de la nostalgia. Quizás por eso sus palabras no dejan de estar fuertemente comprometidas con su propio presente.
Este recorrido por la interioridad del personaje es intervenido por un hecho detectivesco, central para el relato, ya que lleva al protagonista a replantearse interrogantes sobre la verdad, la razón, el tiempo y la ficción. El suceso es el siguiente: en un diario se informa sobre la desaparición de un anciano, Don Ricardo, periodista y dueño de una revista, primer jefe del protagonista. Santiago visita a la esposa del desaparecido y más tarde -una vez que ha reaparecido- al propio Don Ricardo, constatando que sus relatos parecen cargados de delirios. Sin embargo, sospecha que algunos puntos podrían llegar a ser verosímiles.
Estas conversaciones insertan a Santiago en una trama cuasi policial o derechamente de ciencia ficción. De ahí en adelante todo adquiere un carácter ambivalente, donde los límites de la realidad tienden a perderse tanto como las certezas del protagonista.
Uno de los puntos fuertes de Colil es su reflexión sobre la memoria: "Solo
quiero continuar con esta especie de memoria refundida, aleatoria y asistemática"; "Nuestra memoria en algún momento se convierte en desecho, solo es cosa de tiempo. Años más, años menos, los recuerdos y la memoria con sus días de fulgor y opacidad terminan convertidos en pastos de las aves". De alguna forma la fotografía y la escritura combaten ese destino inexorable, tratando de rescatar aunque sea fragmentos de una memoria que se presenta como una vorágine cayendo en el vacío, en el olvido.
Juan Ignacio Colil es un escritor que no aparece en las listas mediáticas ni vocifera su imagen ni estatus de escritor por redes sociales; pese a ello, es uno de los autores locales con una de las propuestas más claras del presente. Este libro es la demostración del enorme valor que puede tener una historia íntima y en apariencia pequeña, pero robusta en su profundidad narrativa.
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Juan Ignacio Colil ha publicado una docena de libros, entre ellos las novelas "Un abismo sin música ni luz: "El reparto del olvido" y "Tsunami: y el conjunto de cuentos "Al compás de la rueda': El autor nació en Santiago en 1966 y es profesor de Historia.
La pasión de las mujeres Milet
Andrea Amosson. Sudamericana, 2023, 331 páginas.
LUN, 20 de octubre 2023
Las novelas de estirpe conforman un subgénero bastante ganancioso en términos comerciales. Es posible que su éxito se deba al apego estricto a la receta básica, uno de cuyos principales ingredientes es que la estirpe en cuestión debe ser una familia acaudalada, quizás no en su origen o en su presente, pero que ha habido o hay poder o riqueza es un requisito ineludible. Por lo general no hay interesados en linajes de pobres.
Por esto, acusar a Andrea Amosson de simplemente aplicar una receta sería injusto. El problema no es ese, sino la pobreza de su propuesta. La pasión de las mujeres Milet es una novela situada en las primeras décadas del siglo XX que sigue las vicisitudes de una familia que usa a sus mujeres para asegurar su futuro económico. Los amoríos inundan las páginas de este farragoso folletín, abultado de historias y de personajes intrascendentes, insertos en un desafortunado esquematismo narrativo.
Sabemos que la gran representante de este género en Chile es Isabel Allende, pero una cosa es reconocer su importancia y otra es escribir un calco borroso y desabrido. Porque aunque Amosson recargue su relato con microhistorias y privilegie a personajes femeninos, no explora la intimidad de sus protagonistas, convirtiendo su relato en una sumatoria de anécdotas tras anécdotas.
La narración cubre varias generaciones de mujeres Milet. Una estirpe viñatera cuyo principal desvelo en la vida es conseguir matrimonios que aseguren la estabilidad económica y social de la familia. La primera es Adelaida, enviada a Francia por un desliz amoroso con un hombre casado. En Francia se casa con un nativo y procrean a Olivia. Cuando la chica está en edad de merecer, le buscan un marido con desesperación, ya que se encuentra embarazada de un campesino. La familia oculta su estado y la casa rápido con un hombre que contribuirá a mejorar las alicaídas finanzas. Olivia tiene el mismo destino que tuvo su madre y que posteriormente tendrán sus hijas.
El mayor desatino de esta novela es enfocarse en los personajes femeninos para luego abandonarlos. Primero Adelaida, luego su hija Olivia, después las mellizas Clara y Emarié (hijas de Olivia). Los personajes que fueron protagónicos continúan presentes, pero ahora como secundarios e incluso como simple parte del decorado. La autora carece de herramientas técnicas que le permitan encadenar las historias y equilibrar el conjunto de personajes principales.
De todas formas, hay que reconocer un giro en esta novela. Con el tiempo, cobra cada vez más importancia la elección de las parejas sexuales e incluso los amores. En cualquiera de los casos se puede plantear que el leve discurso feminista que el libro trata de mantener en pie se limita al terreno de los sentimientos. El epígrafe dedica el volumen a las mujeres que anhelan su libertad y, como se trata de libertad y no de libertinaje, esa libertad se restringe al ámbito amoroso-sexual.
A modo de cierre, resulta imposible no mencionar el peor recurso del volumen: su parlanchina narradora. Porque si hay algo que apenas se logra soportar es la voz que lleva el relato: imparable, recargada, verborreica.
La pasión de las mujeres Milet es un paraíso ceniciento del lugar común, donde si bien se intenta denunciar un sistema familiar que condiciona el destino de las mujeres, también se lo justifica, proponiendo un conjunto femenino enclenque y totalmente carente de iniciativa.
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El libro que aquí se reseña es la quinta novela de Andrea Amosson, tras "La maestra Bernarda", "Las mujeres de la guerra", "Las lunas de Atacama" y "Rictus". La autora -que también ha publicado dos volúmenes cuentos- nació en Antofagasta en 1973 y vive en Texas, Estados Unidos.
Esta semana nos enteramos del fin de la sección cultural del diario Las Últimas Noticias
Estás son las últimas críticas publicadas por Patricia Espinosa.
www.letras.mysite.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez
Solorza. e-mail: letras.s5.com@gmail.com
Crítica Literaria
Reemplazada por un software,
Mariela Vallejos Miranda. Sueñan las ovejas negras,
Naty Lane; El sol en la escalera,
Juan Ignacio Colil; La pasión de las mujeres Milet,
Andrea Amosson.
Por Patricia Espinosa
Publicado en Las Últimas Noticias, 22 de septiembre al 20 de octubre 2023
