De menos a más ha ido el trabajo literario de Sergio Missana, uno de los autores nacionales actuales más solventes, que a través de los años ha sostenido dos preocupaciones: la diversidad de representaciones de lo real y la conformación de tramas múltiples. Entremuros, su nueva novela, exhibe una escritura madura, sólida en la conformación de un proyecto orientado a iluminar, desde la distopía, problemáticas tan oscuras como el poder y el desarraigo.
Ahora Missana, a diferencia de sus anteriores obras, se inscribe en lo que puede denominarse neopolicial filosófico. Con trazas de thriller de ciencia ficción, sus personajes reflexionan sobre su condición de acosados por el poder de la Administración, el ente que gobierna lo que puede ser un país latinoamericano cualquiera, orientada a controlar con ferocidad a todo aquel que pretenda traspasar las fronteras. Las posibilidades de fuga son mínimas, pero esto no impide que los personajes proyecten una nueva existencia.
El autor se ciñe a una estructura coral, atada por un discurso sobre la represión sin abstracciones, es decir, materialista, enfocada en los concretos itinerarios de vida de los personajes en un contexto postapocalíptico que tiende a degradarse cada vez más. Missana nos muestra ciudades devastadas donde la violencia se enquista en todos los individuos, siempre hipervigilados por corruptas instituciones como la policía y sus agentes encubiertos. La única posibilidad de las masas de derrotados es escapar hacia zonas en guerra con la Administración, donde les ofrecen vivir con otra identidad y en condiciones de menor acoso. Así, el escape no lleva hacia el paraíso, sino hacia una mejora relativa.
"Derrotados" o "completamente derrotados" es la etiqueta que mejor calza con cada una de las voces de esta narración. Boro, el detective; Cal, un exdrogadicto inculpado falsamente por un crimen;
Tania, una muchacha que desea escapar de su destino de prostituta; Anderson, trabajador de servicios sociales, y Sara, la niña que ayuda a los migrantes y que tiene la capacidad excepcional de ver más allá de lo real. El volumen evade la jerarquía del rol protagónico mediante el recurso de las voces alternadas, equilibradas en sus participaciones, sin perder un punto de referencia, un eje capaz de
unificarlas, formado por tres vectores: la migración, la derrota y el deseo de sobrevivencia.
Missana no rechaza el efecto alegórico; por el contrario, lo utiliza para potenciar el contenido crítico de su escritura, que apunta a un futuro donde se intensifica la actual decadencia de nuestra sociedad, es decir, miseria, hipercontrol, violencia, poder central devenido simple mafia y la necesidad de migrar para sobrevivir. Más aun, la novela se permite insertar una clave literaria que toma un carácter político y fantástico: el archivo. Bajo la forma del último mito sobreviviente a la devastación, el archivo se conecta con el aleph borgiano, reconvertido ahora en un ticket de acceso hacia la multiplicidad de realidades.
Entremuros no solo es la mejor novela de Missana, sino también un libro realmente contundente, donde se conjuga la ficción con la crítica a partir de un tono alucinatorio constante que permite excavar en lo más profundo del miedo y el fracaso.
www.letras.mysite.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez
Solorza. e-mail: letras.s5.com@gmail.com
Entremuros
Sergio Missana. Hueders, 2019, 263 páginas.
Por Patricia Espinosa
Publicado en Las Últimas Noticias, 24 de mayo de 2019
