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            (Lima: Sol Negro Editores, 2010)
         Por Paul  Guillén
        
        Desde  la Región Lambayeque este grupo literario se mantiene muy activo a través de su  blog: http://grupoliterariosignos.blogspot.com.  El libro contiene cuatro poemarios titulados “Los últimos días de Caín” de José  Abad Ascurra; “¿Dónde acaso es camino?” de Cromwell Castillo Cabrejos; “Abandono  del hastío” de Ronald Calle Córdova y “Persistencia del alarido” de César Boyd  Brenis. Imágenes apocalípticas, metafísicas, gnosticismo, presencia de la  naturaleza unida a referencias de poesía maldita y trascendentalista:  Baudelaire, Bukowski, Panero, Pessoa, Colinas, Gamoneda.
          
          Esta es  la segunda compilación de Signos. Valdría la pena reflexionar sobre la  continuidad o las variaciones entre las dos muestras poéticas. En la primera  muestra Signos  2006-2007 (Tiro de gracia editores, 2007) se recogieron los trabajos  “Absolución de la noche” de José Abad Ascurra;   “Agua / transfiguración o el sonido” de Cromwell Castillo Cabrejos;  “Agonía compartida” de Ronald Calle Córdova y “Heterónimos frente al espejo” de  César Boyd Brenis, todos los poemarios iban por una onda metafísica,  existencial, apocalíptica y ajena a una poética coloquial, es decir, había un  discurso más o menos homogéneo y parejo entre todos los poemarios. En esta  primera muestra la sección que más destacaba era la de Castillo Cabrejos. En la  segunda muestra (Sol negro, 2010) el discurso se mantiene y se reelabora con  diferentes lecturas. Hay un cambio sustancial: el poemario que entrega Castillo  Cabrejos “¿Dónde acaso es camino?” se instala dentro de lo coloquial e incluso  varios poemas tienen carácter sentencioso. Los demás poemarios se mantienen  acorde con la primera muestra poética y la sección que más destaca es “Los  últimos días de Caín” de Abad Ascurra, el poeta ha extremado su repertorio y su  angustia construye imágenes desbordantes y lacerantes.
          
          Tal vez  habría que analizar sección por sección: Abad como decíamos es el poeta que más  ha extremado los logros de Signos en su segunda muestra poética. Su discurso  dialoga con imágenes proféticas y bíblicas e incluso con la poesía de corte  maldito desde una experiencia existencial. Aquí es decisiva, por ejemplo, la  presencia de Leopoldo María Panero. Abad se inscribiría dentro de una tradición  poética peruana esgrimida por Juan Ojeda y que abarca hasta Ernesto Zumarán y  Chrystian Zegarra, por mencionar algunos nombres.
          
          Como  habíamos adelantado el libro de Castillo Cabrejos es el más diferente de la  poética del grupo Signos, aunque el grupo ha tenido una reciente incorporación  de nuevas voces con Ericka Madrid (Argentina), Hazzel Yen (México), Zoila  Aguinaga (Perú) y Anita Ramos (Perú). ¿Dónde acaso es camino? se abre con una  cita de Bukowski: “No era mi día. Ni mi semana, ni mes, ni mi año. / Ni mi  vida. ¡Maldita sea!”. Se tratan de poemas irónicos sobre el amor, son zahirientes,  ácidos, pero no resignados. Este coloquialismo es más sentencioso que  cotidiano. Nos hace recordar algunos epigramas latinos e incluso poemas  españoles en tono de adivinanza, acertijo o paradoja.
          
          El  tercer poemario “Abandono del hastío” de Calle Córdova es un solo poema en 23  estancias. Hay un cierto nietzscheanismo en sus versos: la condición  igualitaria del creador y la criatura, y en otros pasajes la idea del hombre como  creador de Dios. Se juega con las ideas de la cotidianidad, la locura y el  silencio como salidas posibles. Es quizás el poeta más vallejiano de los  cuatro, en realidad, los otros tres poetas tienen referentes distintos. 
          
          El  último libro es “Persistencia del alarido” de Boyd Brenis, claramente es el más  metapoético de los cuatro poemarios. Los primeros poemas se preguntan por las  (im) posibilidades de transmisión del poema en tanto comunicación y en tanto  percepción. Más adelante uno puede encontrar imágenes de naturaleza: bosques,  aves que son metáforas de la escritura. También un poema sobre el ajedrez que  continúa el juego cíclico de Omar Khayyam o Borges, reelaboración de mitos  (Narciso) o un poema sobre la relación entre los sueños y el inconsciente.  
             
          Demolición  de los reinos, es un libro que propone una estética grupal y eso es un gran  mérito. Se trata de pensar en cierta dirección con los aportes individuales de  cada integrante. Demolición de los reinos se constituye sin duda en uno de los  mejores aportes de la poesía norteña y peruana, y continúa el legado de César  Vallejo, Alcides Spelucín, Luis Valle Goicochea, Mario Florián, Marco Antonio  Corcuera, Juan Ojeda, Juan Ramírez Ruiz,  Róger Santiváñez o Javier Gálvez.