NO FUERON MALGASTADAS LAS HORAS LOS DETALLES DEL MUNDO, de Antonia Torres, Editorial Aparte, 2022, 52 páginas
Por Pedro Gandolfo Publicado en El Mercurio, 24 de marzo 2024
Los detalles del mundo, de Antonia Torres Agüero, es un libro claro, nítido y preciso. Su poesía fluye con aparente facilidad por los versos en un tono suavemente cadencioso, perfilado y profundo. Esa facilidad es solo aparente, porque ella es, sin duda, el logro de una escritura reflexiva avivada por un lento y admirable trabajo de pulido. Antonia Torres escribe sin estridencias, de manera reposada y serena, como quien ha alcanzado una madurez vital y poética, aunque lo dicho sea oscuro y áspero. Así, dirigiéndose a sí misma, señala: "entrada ya en el claro animal de la madurez / a una distancia prudente de la verdad / siéntate a esperar sobre la tibia piedra de la paciencia / detente a escuchar cómo germina el deseo". Estos versos muestran ya el acierto de las imágenes empleadas, como lo es "claro animal".
La poeta que elabora estos poemas es un sujeto meditativo, melancólico y dotado de un secreto sentido del humor. El poemario está dividido en dos partes íntimamente anudadas. "La luz y las horas" y "Los detalles del mundo". Aunque solo aparece en el título de la primera, la luz tiene relevancia en todo el libro. Se trata de un componente a la vez dotado de gran materialidad y de un sentido metafísico, una luz plurifacética que puede estar cumpliendo distintas funciones poéticas a lo largo del libro, que puede ser feroz o tibia, que puede iluminar lo mismo que enceguecer. No es una luz, sino muchas luces.
La meditación de las horas proporciona al lector una sensación de religiosidad leve y extática. En el primer poema, que ocurre al atardecer, la contemplación lejana de jóvenes parejas despierta el sentido de una escurridiza felicidad. Algo se interrumpe, algo se cierra y exilia "a una brisa de hermosa indiferencia / a la blanca confianza de un sol que muere y resucita".
Al amanecer, en cambio, "como venidas de un compás anterior / las olas se levantan de la nada"; son el producto de una imagen, la de la juventud o el viento, "que no deja dibujar unas palabras torpes / y levanta las hojas del cuaderno / el ruedo del vestido / el polvo del suelo / el viento que hace sonar los tachos de café por la mañana / vibrar como cuerda una bolsa plástica / el viento / agita elegante la cumbre de unos álamos / vuelca con violencia una copa // la quiebra".
La poesía de Antonia Torres está construida a partir de una imagen que se muestran como rasgos en apariencia irrelevantes, pero son los que otorgan significados al todo, modifican el devenir, lo tuercen o enderechan. En el poema "Los detalles del mundo son misericordiosos", enumera atributos que dicen algo, que, en su levedad, constituyen el ser del poema esbozado, un sueño, hablan y dicen, significan (de ahí en parte su misericordia), pero luego "la luna y las sombras los han borrado anoche". Los detalles del mundo en "Amo la voz llegada de lejos y con retraso" muestran su misericordia al librar al ser de su perfección inmóvil, las cosas se abren, ceden y se ponen en movimiento gracias a los detalles, y acaso "no hay acertijos que resolver en el poema". Torres elabora una poética a partir del detalle, cuya acumulación no sofoca ni oculta, sino que echa luz sobre el poema: "una hebra de luz, por ejemplo, / es un hilo que lleva un mensaje / en ocasiones un verso entero /...una hebra de sol o de luz dicen algo / porque los detalles del mundo / son misericordiosos".
Los poemas de Antonia Torres son, así, fíeles al detalle no solo porque se construyen a partir de ellos, sino también porque en su poetizar los detalles saltan haciendo tropezar el sentido unilateral y homogéneo, que se desploma y es "una pequeña historia que sube al cielo en forma de humo o vapor". El poema no es el relumbrar de una gran verdad —al modo del romanticismo—, sino el lugar de lo ínfimo: "alguien fuma / alguien camina / alguien dicta / baja los brazos // se rinde", o es "semilla de pensamiento" que se guarda como grano.
Los detalles del mundo, en este libro, no solo rozan la religiosidad, la metafísica y la poética, sino que, además, en los poemas finales el mundo del erotismo, del encuentro íntimo y pasional de dos seres, "bajo la tibia luz del amor.
Podría añadirse a las impresiones que dejan estos poemas, entre otras cosas, la importancia que tiene en ellos, la luz de las horas del día, los ciclos de las estaciones, la niebla, el viento, el sol, decenas de pequeñas inflexiones en que acaece la naturaleza en la existencia de la poeta.
Los detalles del mundo es un libro de gran sensibilidad, realizado con oficio, un oficio silencioso, pleno de resonancias, pero sin que ellas perturben las hermosas líneas de sus versos.
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"LOS DETALLES DEL MUNDO", de Antonia Torres, Editorial Aparte, 2022, 52 páginas
Por Pedro Gandolfo
Publicado en El Mercurio, 24 de marzo 2024