Una antología de la poesía de Fernando Pessoa —que es la propuesta por Adán Méndez en este libro— lleva implícita un largo diálogo con las distintas voces que ese poeta elaboró, voces que tuvieron tanta intensidad que se vio en la necesidad de acogerlas y, de algún modo, constreñirlas a un poeta diferenciado para cada una de ellas. Esta multiplicación de los poetas a partir de las voces poéticas, una entre las cuales es la del propio Fernando Pessoa —a quien el antologador identifica como "sí mismo"—, plantea un juego de espejos en que las identidades se complican, lejos de distinguirse con la nitidez esperada, planteando un desafío mayor para cualquier selección.
La aproximación de Méndez parte de una reflexión que determina el ejercicio de traducción y la selección de los poemas. El carácter bilingüe de la antología es, de entrada, valioso para el lector —Méndez tiene un trabajo de estudio y traducción anterior desde el portugués ya publicado— porque tiene que ver, en una medida no menor, con lo "iberoamericano" de nuestra tradición poética, que suele reducirse a lo hispano, obliterándose lo lusitano. Si el lector se toma el tiempo pausado, como debe ser en toda lectura de poesía, de ir conectándose con la musicalidad de los versos, la dimensión sonora de ambas versiones antologadas aparecerá, por de pronto —sin perjuicio de la proximidad semántica y sintáctica entre ambos decires—, poniendo atención a la escucha, al canto de ambas lenguas, que es el componente donde se concentra la diferencia. La traducción castellana de Pessoa —impecable— pone, así, en evidencia las distintas virtudes sonoras de los dos idiomas y de esa manera se hacen audibles rasgos de la materialidad de la poesía en castellano que de no tener un punto tan cercano de comparación pasarían en silencio: limpidez, despojamiento, sonoridad seca, con pocas resonancias y timbres que formen acordes paralelos.
El prólogo de Adán Méndez a esta edición ahorra en buena medida este comentario. De su lectura de Pessoa reivindica su figura esencial de poeta y, entre sus heterónimos, aunque a título personal, se inclina por Alberto Caeiro y Alvaro de Campos, con la advertencia, no menor, de que Mensagem, el único libro que Pessoa publicó en vida, lo habría incorporado íntegro a esta antología "de considerarlo
realmente traducible". Las opciones por Caeiro y De Campos no son, sin embargo, en modo alguno, arbitrarias: la obra de Alvaro de Campos, según el traductor y antologador, "es la más exuberante y amplia, y (entre los heterónimos) es el único que despliega su propia variedad de estilos y una auténtica evolución; a diferencia de Caeiro, donde Pessoa hizo una destilación de sí mismo, en Campos concretó más bien una expansión de sí, sobre todo una expansión de su osadía (...)". A su vez, de los dos, propone que De Campos es, con todo, una suerte de siamés triunfante de Pessoa y que, por lo mismo, no puede tratárselos separadamente. Al contrario, Caeiro es una voz poética
independiente, y, "al menos, en 'El cuidador de rebaños', es un personaje sumamente compacto tanto en el estilo como en los temas. Si puede ser monotemático nunca es monótono: lo impiden los tornasoles de su imaginación y de su lógica, sus cambios de humor, y lo acotado de la obra. Aunque evidentemente construido, y en cierta medida alegórico, deslumbra, emociona y, en resumen, convence ya desde sus primeras líneas, a menudo gracias a detalles inmensos que anclan sensorialmente sus imágenes". La apuesta por Caeiro se agiganta a medida que el prólogo avanza: "el hecho de que Caeiro escriba una poesía programática no resulta para nada anticlimático, como es el caso de Reis", señala. El componente que Méndez celebra mayormente en Caeiro es su "agresividad teórica", su teoría del todo, expuesta de un modo minimalista. Méndez llega a comparar el "espesor filosófico y místico" de Caeiro con la teoría del mundo diseñada por Wittgenstein en el Tractatus, aunque sintetizada al mínimo y, sobre todo, elaborada "con plena conciencia de su artificialidad", lo cual otorga a ese espesor teórico-místico una dimensión, simultánea, de ironía.
El prólogo, en consecuencia, es una fundada y provocativa defensa de la tesis de que la poesía de Pessoa debe leerse a partir de la de Alberto Caeiro. La antología es completamente concordante con esa propuesta y en la lectura del libro no puede dejar de pesquisarse, en los poemas mismos, las cualidades de que el antologador reviste a Caeiro y las relaciones que construye desde ellas con los otros heterónimos y con la poesía misma de Pessoa.
La lectura de Pessoa resulta de esta manera enriquecida, porque tanto la traducción como la selección misma emergen de una interpretación inteligente, sutil y audaz de la obra del poeta portugués en la que también afloran, a baja voz, las propias opciones del poeta Méndez.
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PESSOA SEGÚN MÉNDEZ
POEMAS CLAVE, Fernando Pessoa. Antología bilingüe. Selección, traducción y prólogo de Adán Méndez.
Ediciones UDP, Santiago, 2021, 137 páginas
Por Pedro Gandolfo
Publicado en Revista de libros de El Mercurio, 18 de julio de 2021