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Paula Ilabaca habla sobre su nuevo libro, "Penínsulas"
"He luchado por definirme como escritora, y punto"
Por Jazmin Lolas E.
Publicado en Las Últimas Noticias. 22 de Junio de 2019
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Paula Ilabaca hizo madurar durante nueve años los textos de Penínsulas, su nuevo poemario. Recién publicado por RIL Editores, el volumen es una especie de recorrido por espacios naturales que incluyen montañas, bosques, ríos, lagos y también el mar. Se trata de un entorno que la autora no había explorado y en el que empezó a internarse cuando, el 2010, participó en un taller de reescritura de La Araucana.
"Al leer ese poema épico, con toda la carga que tiene en relación con lo territorial y lo geográfico, se me abrió un mundo, un ámbito desconocido", comenta.
La escritora se distanció entonces de las atmósferas urbanas en las que había situado sus anteriores publicaciones, entre ellas La perla suelta (2009) y La ciudad lucía (2006), y se lanzó a la naturaleza. Por ella se desplaza un niño que en algunas ocasiones se convierte en mujer.
«Es la luz esa luz que entra de pronto niñito/ es una luz que entra de golpe/ niñito niñito/ ¿Dónde te escondes?/ Una palmera un caballo salvaje sin retorno/ niñito niñito/ te hablo desde el fondo de mi propia agua/ de mi propio estanque mullido cascadas/ niñito niñito", dice uno de los poemas.
"Más allá de su sexo, el personaje representa un germen de vida, algo que se transforma. No fue una niñita, porque ya había trabajado con una, en La ciudad lucía. Algunas personas lo asociaron a mi maternidad, pero no tiene que ver con eso, porque cuando escribí estos textos no estaba ni en mis sueños tener guagua. Claro que si alguien lo quiere ver de ese modo, lo encuentro precioso", explica.
A Paula Ilabaca le costó, reconoce, cerrar el capítulo de Penínsulas. Por esa dificultad, el libro fue quedando rezagado y, mientras resolvía cómo sacarlo del aislamiento, la poeta incursionó en la narrativa policial con La regla de los nueve (2015), su única novela hasta ahora.
"Alguna gente me dijo: `Ah, te cambiaste de género'. Yo he luchado por definirme como escritora, y punto. En este tiempo, por ejemplo, he estado trabajando sólo en narrativa", dice.
Penínsulas salió del receso el 2015. Paula Ilabaca logró terminar el libro y dejó para la última página un poema dedicado al padre. Lo escribió de un solo golpe, según cuenta.
"Padre cuando atrapaste un saltamones/ en un vaso padre padre/ cuando dijiste así respiran así se mueven así miran/ El patio de la casa de la calle Verdi/ ese perro que entró por la pandereta padre padre/ los gritos que nos dimos el llamado de la vida/ el llamado del ancestro al reverso un poquito/ yo te quiero Padre un poquito", se lee en un fragmento.
"Eso es real", cuenta sobre el verso del saltamontes. "Mi papá, que es policía, perito en huellas, encontró uno durante un verano, lo puso en un vaso, lo iluminó con una lámpara y nos mostró cómo respiraba, cómo se movía. Debo haber tenido nueve o diez años y ese momento me quedó grabado".
El sicópata de Nantes
"En este momento todas mis lecturas son policiales", cuenta Paula llabaca, que actualmente -además de dictar junto a su padre talleres sobre ese género de la literatura- trabaja en la segunda parte de la trilogía de novelas que inició el 2015 con "La regla de los nueve". "Algunos poetas fruncirían la nariz", comenta acerca de los libros que le han llamado la atención en el último tiempo, entre los que menciona "Laetitia o el fin de los hombres", crónica del historiador Ivan Jablonka que recrea el asesinato y descuartizamiento del que fue víctima una joven de 18 años en Nantes, Francia, el 2011.
