Proyecto Patrimonio - 2021 | index |
Pedro Lastra | Autores |



 







Pedro Lastra:
Poeta, ensayista, editor y académico y su amistosa invitación a la lectura
Reedición de «Conversaciones con Enrique Lihn». Editorial UV, 2020, 220 páginas


Por María Teresa Cárdenas
Publicado en Revista de Libros de El Mercurio. 20 de diciembre de 2020




.. .. .. .. ..

El brote de la pandemia se produjo cuando se encontraba en Long Island, Estados Unidos, visitando a una de sus tres hijas, y solo pudo regresar a Chile el primer día de octubre. Pero allá supo de algunas "ocurrencias conmovedoras", como el dosier de 90 páginas que le dedicó la revista Inti, de Providence College, "con el que me sorprendieron mis amigos Miguel Gomes y Roger Carmosino", y el número especial de la revista América Invertida, "que imaginaron tres jóvenes escritoras del grupo literario de Stony Brook, mi exuniversidad: Micaela Paredes, Sara Martínez e Isabel Murcia, dándose a la tarea de convocar a una cantidad considerable de mis amigos escritores", cuenta.

Poeta, ensayista, editor, profesor y académico de la Lengua, Pedro Lastra (Quillota, 1931) enseñó Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Nueva York en Stony Brook desde 1972. En 1995 fue nombrado profesor emérito, y su actividad docente siguió adelante con múltiples seminarios e invitaciones a distintas universidades. Un trabajo de formación incesante que, sin alardes, fue complementado con su propia obra poética y ensayística. Esta es la que ahora destacan sus pares y discípulos en dos revistas internacionales.

La concisión y un uso preciso y refinado del lenguaje caracterizan su poesía, en la que surgen como motivos principales la memoria y el sentimiento de doble extranjería. Después de un gradual retorno a Chile, Pedro Lastra fijó residencia en 2008 y comenzó a dirigir la prestigiosa revista Anales de Literatura Chilena, de la UC. De esa casa de estudios vino el primer gesto.

"No es fácil expresar los sentimientos que generan estas manifestaciones de tanto afecto y cercanía" —señala—. Ha sido un año especial en mi vida, porque todo esto empezó en 2019, con el homenaje organizado por mis colegas de la Facultad de Letras, a sugerencia del decano, Patricio Lizama. Asistir a esas reuniones de profesores, exestudiantes y amigos que vinieron de diversos lugares para participar en tan generoso reconocimiento me producía una sensación de irrealidad. No podía haber imaginado, por ejemplo, que el rector, Ignacio Sánchez, iba a inaugurar ese evento".

Formado en la Escuela Normal y luego en la U. de Chile, Pedro Lastra ha hecho casi un "apostolado" literario, descubriendo y enseñando el trabajo de otros autores. Sin embargo, considera que eso es "demasiado decir", respecto de sus tareas. "Simplemente he tratado de cumplirlas como profesor, editor y sobre todo invitador a la lectura. Me ha movido siempre lo que llamaría 'el espíritu benéfico de la curiosidad', y a menudo pienso que ese espíritu, tan necesario en estos tiempos, puede ser también alegremente contagioso. Fue esta una lección que aprendí de mis viejos maestros".

Respecto de los autores que han sido más relevantes para él en términos de formación y dialogo literario, afirma: ''Son muchos, y pienso que si menciono a unos estoy silenciando a otros". Pero cuenta una ilustrativa anécdota: "En 1972 estuve con Pablo Neruda en una cena en Nueva York y volvimos a hablar de escritores del siglo XIX. Yo andaba con mi jefe de la Universidad de Stony Brook, Ivan Schulman, connotado especialista en José Martí. Nos entusiasmamos haciendo una relación y otra. Incluso recordamos la novela María, de Jorge Isaacs, y también que a Borges le había interesado ese libro, y desde luego a Martí. Así concluimos que del siglo XIX tanto como de la literatura colonial y la del presente siempre se puede decir y aprender mucho. Al despedirnos, Neruda celebró que en nuestros asuntos 'anduviéramos en buena compañía'. Esa buena compañía es tan innumerable como inagotable".

¿Cuánto lo nutre el contacto con las nuevas generaciones?
—Mucho, porque todo nuevo diálogo es siempre una puesta a prueba de las lecciones que vienen del pasado. Las nuevas necesidades del mundo son las vivencias más profundas de los jóvenes y uno debe estar atento a sus juicios y valoraciones. Muchas veces yo he sometido algunos de mis temas o cuestiones críticas al juicio de un grupo o en diálogo privado con amigos jóvenes. Miguel Gomes, Marcelo Pellegrini, Micaela Paredes, Ernesto Pfeiffer y muchos más me siguen ayudando más de lo que ellos mismos se imaginan. Esta es otra lección que aprendí de algunos de mis maestros.

Pedro Lastra cultiva el bajo perfil casi tanto como la amistad. De ello también da cuenta el volumen Conversaciones con Enrique Lihn, reeditado este año por Editorial UV. Más que una entrevista, el libro recoge un diálogo entre pares, un "ensayo conversacional". No obstante, en el título solo está Lihn. "El protagonista era Enrique, fue ese reconocimiento, indiscutible para mí, lo que determinó nuestros respectivos papeles. Se trataba de su obra y de la cual ha sido, a mi modo de ver. el mejor lector y crítico. Yo admiraba mucho la lucidez de Enrique, que a veces me recordaba las destrezas expresivas de un Alejo Carpentier, de Gonzalo Rojas, de Luis Oyarzún o de Juan José Arreola. Yo sentía que ser su interlocutor era un privilegio".

Con una nueva edición de la revista Anales a punto de entrar a imprenta, Pedro Lastra comenta: "Dirigir una revista así es una experiencia enriquecedora, publicaciones como esta viven y tienen sentido en y por el diálogo. El director puede discrepar de puntos de vista, pero uno no está allí para dibujar solo la historia de sus preferencias. El ideal de un editor, creo, es un afán de pluralidad y apertura, a partir naturalmente de ciertos lineamientos básicos: el rigor, la exactitud, el cuidado expresivo, la novedad de los asuntos propuestos".

¿Le parece que las escritoras han ido ganando mayor presencia en la literatura chilena en los últimos años?
—Yo creo que positivamente es así. Y que debe seguir siéndolo. Para mí, el ejemplo más señero es María Luisa Bombal, cuyo reconocimiento tardó demasiado en Chile, y sus primeros y más certeros lectores los tuvo en el extranjero. Gabriela Mistral fue una excepción, porque era imposible desconocerla. Pero sin duda que hubo escritoras postergadas en su hora y en esta hora. En este último tiempo he releído con renovado interés a Winétt de Rokha y a escritoras más próximas: Soledad Fariña, Rosabetty Muñoz, Micaela Paredes, Roxana Miranda Rupailaf.

Sobre los grandes de la poesía chilena, el académico señala: "Desde luego son presencia establecida y reconocida en todo lugar. Esas presencias cumplen el desiderátum apuntado por Schopenhauer, son las estrellas fijas cuya palabra compromete a todos: Mistral, Neruda, Huidobro, sin discusión; con algunas discrepancias, Pablo de Rokha, cuya obra sin embargo no puede ser soslayada, y de hecho no lo es para nuevos lectores. Yo agregaría, sin vacilar, a Gonzalo Rojas y a Enrique Lihn".

¿Qué autores chilenos, hombres o mujeres, cree que deberían ser mejor leídos, o redescubiertos?
—No tengo sino opiniones muy fragmentarias o parciales, y creo que una encuesta cuidadosa depararía muchas sorpresas. De primera intención, diría que hay que conceder más presencia a María Luisa Bombal, Hernán del Solar, Marta Jara, González Vera, Juan Emar, Luis Omar Cáceres, Eduardo Anguita; sin descuidar a nuestros grandes cronistas del pasado, como Vicente Pérez Rosales. Hay varios poetas del sur que me atraen mucho. Pero igualmente pienso que deberían frecuentarse más las obras de escritoras y escritores de nuestra cercanía hispanoamericana: Piedad Bonnett, Olga Orozco, Idea Vilariño, Blanca Varela, María Baranda, la notable novelista venezolana Ana Teresa Torres, y otras figuras principales del siglo XX: Eugenio Montejo, Jaime Sáenz, Carlos Germán Belli, José Emilio Pacheco, Felisberto Hernández. Asimismo, será también muy revelador leer a Violeta Parra como la intensa poeta que es".

Ya que, como dijo Lihn, obra y amistad serían en usted la misma cosa, ¿cuáles han sido sus mayores alegrías en ese sentido? ¿Ha habido también desilusiones?
—Esta es una pregunta tan sugestiva como difícil. Yo me detendría solo en las alegrías porque no tengo recuerdo alguno de desilusiones. Sé que he sido muy afortunado en encuentros con libros y autores. En vez de una, he vivido así dos vidas, y algo de eso es lo que he tratado de compartir con amigos y con quienes por una u otra circunstancia se han visto obligados a escucharme.



 

 

Proyecto Patrimonio Año 2021
A Página Principal
| A Archivo Pedro Lastra | A Archivo de Autores |

www.letras.mysite.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez Solorza.
e-mail: letras.s5.com@gmail.com
Pedro Lastra:
Poeta, ensayista, editor y académico y su amistosa invitación a la lectura
Reedición de «Conversaciones con Enrique Lihn». Editorial UV, 2020, 220 páginas
Por María Teresa Cárdenas
Publicado en Revista de Libros de El Mercurio. 20 de diciembre de 2020