El Revisorio es la novela precuela de El Levisterio que este año 2025 ya va en su tercera edición con los amigos de editorial Tipaume y que fue publicada por primera vez por Austrobórea. Esta novela ambientada en Chiloé en el siglo XVII tuvo una recepción variada. Fue presentada en varias ciudades incluyendo Berlín, Concepción, Puerto Montt, Chiloé y Talca y tiene varias reseñas.
Desde el 2006 que inicié el proyecto vi que daba para largo y es que esa mezcla entre mitología e historia da para varias capas de lectura. Hay gente que ama la novela y otros que no. No todo lo que escribas le va a gustar a todos me dijo Luís que diariamente me llama desde Joao Pessoa y me comparte la última literatura que se está leyendo en Brasil.
El Revisorio partió como un proyecto de revisar la historia de la brujería en el resto de Chile central, incluyendo Chiloé pero profundizando en la memoria y el imaginario mapuche. Así he leído con mucha atención a Sonia Montecino y Oreste Plath y en especial lo que se ha escrito sobre el Wekufe, los kalkú y su demonización desde los cronistas y el Huitranalhue.
De estos he escrito dos artículos científicos que están en revisión sobre las diferentes versiones del Huitranalhue y el proceso de demonización de los kalkú y me ha ayudado mucho el trabajo de mi querido amigo Fernando Letelier Baltierra y su comic sobre el Vampiro mapuche. Expuse en Berlín sobre el proceso de transculturación del Huitranalhue y sus diferentes versiones en varios formatos. Esto ha dado origen a un proyecto que estamos levantando con dos compas eruditos de la Universidad de Los Lagos. Hay mucho que investigar en el sentido de la transculturación pues la interpretación de que el Huitranalhue sea un vampiro está en discusión si es a través de un proceso lingüístico metonímico o metafórico. Pero ahí vamos y a Claudia en Berlín le interesó mucho este proyecto de revisar en diferentes formatos como estos seres y entidades han pasado de la memoria mapuche a los nuevos formatos como comic, podcast y cine. Todas formas de literatura desde mi humilde opinión semiótica.
Hay una película sobre el Wekufe. Javier Millapán, el afamado autor del podcast Hualve Literatura está trabajando en cortos animados sobre las manifestaciones y nuestra base interpretativa es Leonel Lienlaf que mucho sabe de esto. Sobre el kalkú hay más material y estoy buscando el comic Cazador de Kalkus para tener una visión actual de este tipo de machi de las malas hierbas.
Respecto al Revisorio su base histórica es la Destrucción de las siete ciudades, lo que se ha alimentado de una larga investigación histórica que me ha dado dos tesis de magister y doctorado. La Destrucción de Osorno y de las demás ciudades españolas en 1600 por los ejércitos del weichafe Pelantraru ahora las voy a presentar en novela.
Pero como me gusta complicar en extremo la escritura, esta novela además contiene la historia de cómo Moraleda y el mago Habibi escribieron el Levisterio, de cómo la machi Chillpila escribió el Revisorio y además el proceso de 3 hermanos mestizos y de como se convierten en machi, misionero y weichafe. Ello me ha llevado a investigar sobre las misiones franciscanas y de este hemos presentado con el pianista un artículo sobre la misión de Chillán en el contexto colonia-república y sus textualidades, documento que también está en arbitraje. Pero aquí surge el problema. ¿Cómo relacionar la brujería o mejor dicho la espiritualidad mapuche con la guerra de Arauco?
Esto lo resolví leyendo el libro Brujas y Hechiceras de Sonia Montecino. Ella explica en una revisión de una serie de documentos de procesos coloniales, como se persiguió la religiosidad mapuche durante la colonia y la república primero por la Iglesia y luego por el Estado y sus aparatos jurídicos represores. Primero curas, luego jueces persiguieron a las machi. En ese sentido, el conflicto lo resolví entendiendo que habían varios problemas de relaciones intraétnicas entre las diferentes parcialidades mapuche, respecto “del lado” del cual cada una estaban en su posición respecto de la guerra.
Habían, por lo menos para el siglo XVII y XVIII posiciones antagónicas dentro de las parcialidades mapuche respecto de los españoles. Habían unos que estaban por mantener su cultura y que era el discurso que yo consideraba general hasta mis conversaciones con Jaime Huenún y mi aprendizaje respecto del valor del sincretismo. Mientras que por otro lado estaban los “indios amigos” que eran algunos mestizos, otros mapuche y que trabajaban para el español o estaban viviendo el proceso de ahuincamiento hacia la cultura dominante española criolla.
En este entramado está ubicada la mal llamada brujería y en muchos casos los trabajos solicitados a los kalkus eran para hacer equilibrio de las desigualdades estructurales producidas por el proceso de occidentalización y de transformación espiritual y material de dos culturas muy diferentes y que no solamente estaban enfrentadas en las armas, sino también en las creencias. Pero que además se estaban mezclando. Existió y está documentada la persecución a las y los machi en Chile y es un proceso injusto que todavía sigue ocurriendo. En ese sentido la novela también funciona como un dispositivo histórico de denuncia que va más allá de los papers universitarios que tiene un público reducido. El Levisterio lleva más de mil libros editados y leídos lo que es un honor y una responsabilidad en un mercado tan pequeño como el chileno, pero es un universo de lectores mucho más amplio que los círculos de lectores académicos que son una elite y son muy pocos.
Se ha leído en Colombia, en Alemania y en Argentina y obviamente en Chile. En ese sentido, los problemas intraétnicos entre posiciones mapuche respecto del español es la clave que me faltaba para articular una trama que una las historias de los ejércitos de Paillamacu, Anganamón y Pelantraru, con las historias de machi, kalkú, wekufe y huitranalhues. Han sido años de lecturas, razonamientos, aprendizajes y escritura. Espero cumplir con mis propias expectativas y megalomanías. Quiero escribir una novela que esté a la altura de las circunstancias y los conflictos. Que sea entretenida e interesante para el público joven o de espíritu joven que le gustan los temas de brujos y ocultismo. Para ellos hay muchas pócimas e historias de cuevas y culebrones y chivatos. Pero también para los lectores de paladar exquisito muchos pormenores de la Victoria de Curalaba y la destrucción y asedio de Villarrica y Osorno. Antropofagia y dominio cultural desde los dispositivos textuales emanados desde las misiones.
Por último, este tipo de textos sobre cómo es el proceso creativo de una obra de este tamaño me sirve para ordenar mis ideas y continuar con mi trabajo escritural. El único trabajo para mí que realmente tiene sentido vital y al que me he abocado de lleno los últimos 30 años a pesar de la alergia, el insomnio, las malas desiciones y los vicios. Seguimos escribiendo mientras salga el sol.
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Sobre cómo escribí mi novela "El Revisorio"
Persus Nibaes