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«El Ajedrecista de Hitler», de Persus Nibaes
Una Novela Histórica
Por Silvia Rodríguez
— Poeta —
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La editorial colombiana Uniediciones, de la ciudad de Bogotá, en su colección de narrativa: Biblioteca Efímera, nos entregó el año 2020 la novela “El Ajedrecista de Hitler” del escritor chileno Persus Nibaes, nacido en Puerto Montt y radicado en Talca. A través de 178 páginas y como si cada una de ellas fuera una diapositiva proyectada en una nítida pantalla, las escenas y personajes se irán sucediendo en forma dinámica y ordenada sobre una línea de tiempo discontinuo, en la que no existe disgregaciones que desvíen la atención.
Un narrador omnisciente da inicio presentando al descendiente de colonos alemanes Karl Dunken, personaje de cinco años que jugaba en la extensa biblioteca de su casa y que cierto día al levantar su mirada, la magia enceguecedora de los libros atrapan su atención. Asombrado ante el universo descubierto, recorre la pared hasta llegar a una pequeña mesa donde su padre observa atentamente un tablero de ajedrez.
“El asombro del niño fue grande al ver las pintorescas formas de las piezas. Los Caballos, robustos potros fina sangre, esbeltos y musculosos. Los alfiles, solemnes e inmaculados, sostenían una larga espada con empuñadura en forma de cruz apoyada sobre la punta en el suelo. Las Torres, telúricas y tétricas, parecían castillos medievales de esos que su madre le contaba que había en su Alemania natal, a la cual la familia no podía volver. Su imaginación quedó desbordada cuando observó a los Reyes, soberbios y dominantes, mucho más altos que los pequeños peones, pero no menos complejos en los detalles”.
Desde este momento, seremos testigos de cómo un niño de cinco años, se convertirá en un prodigioso ajedrecista y de cómo la formación ideológica recibida tanto en el hogar como en el colegio, lo llevarán al anhelo de viajar hasta Alemania para unirse a las juventudes hitlerianas. Gracias a la atmósfera donde se desenvuelve Karl Dunken, se conocerán diversas jugadas ajedrecísticas las que, a pesar del tecnicismo, son descritas con un sorprendente vuelo poético que logra realzar la belleza de la que es dueño el juego del ajedrez.
También, se conocerán algunos momentos históricos del notable pianista Karlrobert Kreiten y varias anécdotas de Alexander Alekhine, el campeón mundial de ajedrez. Ambos pasarán por la vida de Karl, dejando una huella imborrable que dará cuenta del destino y de la vida de muchos mientras duraba la Segunda Guerra Mundial.
El padre de Karl, que en 1936 junto a otros, trabajaba en Osorno para el nacionalsocialismo chileno y alemán, unirá el talento de su hijo, al nuevo orden que pretenden instaurar y que está basado en el sistema económico, político e ideológico de origen nazi. Pensamiento fielmente retratado en la voz del ingeniero agrónomo Adolfo Matthei que un discurso expone:
“(…) El camino es seguir llevando las riendas de la economía y la política. Trabajar codo a codo con los descendientes de los primeros españoles, que trajeron la civilización a estas tierras salvajes, y producir no solo una región, un país entero para el bienestar de todos. En esa misión estimados camaradas, el pueblo indígena de estas tierras está llamado a trabajar para nosotros los responsables de actuar de buena fe con esta gente y conservarle sus puestos de trabajo en las caballerizas, donde son buenos”.
Esta férrea supremacía en su educación familiar lo obliga a no continuar y separarse de Fresia, una amiga mapuche de la infancia que da cuenta de la realidad discriminadora que está sufriendo su pueblo y de cómo les van usurpando sus tierras.
En forma aleatoria, Javier, un narrador protagonista situado en el año 1994, hablará de su estadía en San Carlos de Bariloche, Argentina, donde trabajaba su tío y su familia, con quien mantendrá conversaciones centradas en el gran abismo existente entre ricos y pobres, de la pasión futbolística y de los nazis en la Patagonia.
Este último tema, será el punto de partida para ir conociendo los hechos encubiertos en relación a la brutal colonización en el sur de Chile, el complot tras las dos guerras mundiales, la conspiración para matar a Hitler y la relación de América Latina con los alemanes nacionalsocialistas antes, durante y después de la Segunda Guerra Mundial.
Estos puntos son analizados bajo la mirada atenta de Javier que reflexiona:
“Nunca les creí a los EE.UU., así como tampoco les creí a los nazis ni a los comunistas. Digamos que un muchacho pobre de Puerto Montt, cuyo abuelo había trabajado en el gobierno de Allende y había sido torturado y encarcelado sin poder demostrar ningún delito, nunca iba a creer en la versión de la historia presentada por los vencedores. Con los años se supieron todos los trabajos sucios de EE.UU. en política exterior. Los largos años de abusos y atropellos a los derechos humanos en América Latina y Medio Oriente. ¿Por qué EE.UU. iban a ser tan buenos de liberar al mundo del nazismo y del comunismo y de pronto, en pocos años, se iban a convertir en los seres más perversos contra el socialismo de Allende y su proyecto de nacionalizar los recursos minerales de Chile?”.
Los dos tipos de narradores se irán sucediendo a lo largo de esta novela histórica cuyas reflexiones conducen a desentrañar la verdad, que se mantenía o se mantiene oculta tras la densa cortina de humo que a modo estratégico arrojaron y arrojan las grandes potencias para crear un ambiente propicio que vaya en procura de sus lucrativos intereses particulares.
“El Ajedrecista de Hitler” logra cautivar por su dinamismo. Su secuencia narrativa, la convierte en una novela amena que invita a la exquisita aventura de continuar leyendo, porque su atmósfera despierta e inquieta nuestros sentidos y nos lleva a imaginar que un ajedrecista historiador, nos narra la historia al calor de una fogata o nos la cuenta mirando el mosaico blanco y negro mientras jugamos en su tablero de ajedrez.
Talca, 18 de febrero del 2021.