Pavel Oyarzún o “la Insurgencia como imaginario paralelo”. Por Danilo Vega.



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Pavel Oyarzún o “la Insurgencia como imaginario paralelo”

Por Danilo Vega

 

 

Un poeta y narrador que va al rescate de la memoria  de su región. De memorias prohibidas, transformadas, pero que bajo su palabra genera eco en otros lares y un interés por ir al frío y temblar, adentrarse en las provincias Patagónica.

La historia de nuestro país es una historia de postergaciones y de rigores secretos. Ciertamente que lo vivido por la colonia penal y los primeros aventureros en llegar a las Regiones australes había una sensación de limite insoportable. Como bien dice Pavel Oyarzún (Punta Arenas, 1963), el vivir en tierras que eran un castigo, marcó a todos los que se allegaron a la Patagonia (territorio anexado a Chile el año 1843). El choque social y cultural fue feroz, de aquello da cuenta el mismo escritor en su primer libro publicado “La Cacería” (1989), “poemas que abordan el tema del exterminio indígena, principalmente del pueblo selknam, los antiguos habitantes de Tierra del Fuego”, cuenta Pavel.
 
Los escritores también son paridos con cierto carácter particular de acuerdo a la geografía de este Magallanes. Oyarzún nos cuenta que “la literatura en la Patagonia siempre estuvo ligada al tema de la geografía desde la década de 1930 poetas y narradores, situaron como uno de los personajes centrales, el paisaje de la Patagonia, la vida en la Patagonía, el trabajo en el campo, la rigurosidad del Clima, en fin.”, explica.

Una trilogía en Tierra del Fuego

Ciertamente él pertenece a una generación que rompe con el paisajismo, en gran medida. Sus libros van más acá del paisaje, están insertos en el tema de las pasiones y la condición humana. “Son menos contemplativos con la historia de mi región y ya tienen una opinión, una intervención”, acota el autor, que estuvo  en Puerto Montt precisamente para presentar su último libro, “Barragán” que salió a la luz a fines del 2009.

Esta novela pone punto final a una trilogía narrativa en torno al tema que lo ha embargado el último tiempo y que es la historia patrimonial de su región, y la recuperación de la memoria en torno al exterminio indígena, “este no fue un tema que se tocara por los escritores por muchas décadas. Viene recién, a mediados de la década de los ochenta, a ser abordado por  Juan Pablo Rivera en un libro que se llama ‘La tierra es un Fuego’, algunos años después yo mismo publico ‘La Cacería’. Labor que redunda en mi caso en la narrativa con la  trilogía que acabo de dar por concluida. Son tres textos cuyo eje temático es la historia de Patagonia y Tierra del Fuego: ‘El Paso del Diablo’ (2004), ‘San Román de la Llanura’ (2006) y ‘Barragán’ (diciembre 2009).

- Tú escribías sólo poesía ¿Cómo fue ese paso a la narrativa?
- Ocurrió que quería decir cosas que el lenguaje poético no me permitía. Fue un paso natural, para nada traumático, además siempre fui un gran lector de narrativa, admirador de los grandes novelistas. Pero nunca me había atrevido a escribir una novela. Esto comienza el año 2002 con “El paso del diablo” publicado por LOM ediciones dos años después. En este libro abordo el tema de las huelgas en las estancias ganaderas de la provincia de Santa Cruz, donde el 90% de los Huelguistas eran Chilenos, Chilotes específicamente. Por ende gran parte de los fusilados, ejecutados ahí son de origen chileno, pero ¿Por qué este paso desde la poesía?  Bueno porque  necesitaba construir personajes, situar una historia. A partir de un hecho histórico dramático como este, el lenguaje poético no me lo permitía. Yo creo que fue un transito natural, propio de una crisis a nivel del lenguaje literario, que pasamos todos los escritores (creo). Y bueno ahora estoy absolutamente abocado a la novela. Son ocho años en que mi labor literaria se centra en la Narrativa.

- Barragán ha recibido muy buenas críticas sobre todo en Santiago. Tomando en cuenta la distancia de los mundos ¿Cómo observas tú el encuentro de la Patagonia  de tus novelas con el resto del país?
- Como escritor estoy absolutamente conciente que existe un gran desconocimiento de lo que es Patagonia y Tierra del Fuego en términos históricos, incluso geográficos. En Tv se cometen algunas barbaridades con respecto a la situación geográfica de Magallanes. Personas que creen que se puede llegar en tren, etc.

Mira yo creo que  en la obra literaria hay ahí un desafío, porque uno debe construir una obra lo suficientemente universal para que una persona, que no tenga ni la más remota idea de lo que ocurre en un territorio tan apartado, siga el drama que esté allí reflejado. Porque con los problemas y situaciones que ocurren en mis novelas intento  reflejar elementos comunes a la condición humana. Por más apartados que estemos del resto del territorio, los hechos más dramáticos de Patagonia y Tierra del Fuego tienen que ver con la condición universal humana, con la ambición, con todas las pasiones bajas y altas que se dan en el género humano. Por lo tanto el desafío es grande.. ¿En qué sentido? En que haciendo una literatura muy local, con temas muy enmarcados, incluso geográficamente, el desafío es que esa literatura pueda trascender.

Bueno y para eso uno como escritor se preocupa de construir imágenes, diálogos, de utilizar un lenguaje contemporáneo y también que el localismo no impida la comprensión para otra persona. Y creo que lo he logrado mira, creo que soy un afortunado en ese sentido, mis tres novelas han recibido buenas críticas no sólo en Magallanes, sino que fuera de ahí también, que es lo que en cierta medida a  uno le interesa. Incluso con San Román de la Llanura obtuve el Premio Nacional a la lectura a la mejor obra inédita, categoría novela inédita del año 2005. Y luego conversé con algunos jurados y ellos me decían que la decisión fue unánime. Que les había gustado mucho,  para ellos era una cosa extraña… “este tipo está hablando algo como el Far West”. Es un desafío  para los escritores de regiones extremas. Primero que tus obras logren llegar a otras latitudes. Para eso necesariamente tenemos que pasar por editoriales que estén en Santiago.

- ¿Cómo se gesta la publicación de esta trilogía?
- Envíe mi novela por correo electrónico y nunca pensé que la iban a seleccionar. En realidad lo que yo quería era una opinión técnica, para que así pudiese corregir los errores que la novela por cierto tiene. Yo los había sobredimensionado. Y fue una sorpresa tremenda que a ellos les gustara y que hayan decidido editarla. Yo hasta entonces era como todos los poetas de provincia, mis textos habían sido autoeditados. Ustedes saben la Autoedición es una institución en Chile, sobre todo en el género poético.  Es muy interesante, fíjate, no se da en otros países que uno conoce. La autoedición en Chile es una institución y de hace muchos años. Gran Parte de la Poesía Chilena le debe mucho a las autoediciones y te hablo de los grandes poetas, los tutelares de la poesía nacional.

Fue un gran espaldarazo que una editorial  me dijera te vamos a editar, yo ya estaba escribiendo San Román de la Llanura, había decidido más allá del dictamen de la editorial, trabajar en narrativa.

Pavel a lo largo de sus textos genera como el mismo lo dice, una intervención en la historia de su región, documenta y persigue personajes irreconocibles e imaginarios para los historiadores oficiales y en ese sentido logra lo que más le apetece de la literatura, la creación de una contracultura. “La insurgencia viene a ser una forma de construir un imaginario paralelo al que ya te entregaron”, señala respecto a estos personajes que se desbordan por el crudo paisaje patagónico.

- En las Regiones extremas, sobre todo en donde está situada la Trilogía, hay un cruce de identidades. ¿En un escenario lleno de lenguajes e identidades distintas, discontinuas, contrapuestas que están interactuando. ¿Cómo logras una posición finalmente para abstraerte y describir lo que está sucediendo?
- Primero se exige una distancia, cosa nada fácil porque tú estas involucrado, en términos de pensamiento, incluso en términos ideológicos. En literatura uno de los desafíos, a mi juicio(yo no sé si lo logre), es tomar esta distancia. Y en un minuto determinado más allá de la historia, del destino de los personajes, tu preocupación central es la obra en sí. No caer con mucha facilidad en la caricatura, en las antípodas, ves que exige una distancia. También pasa por un tema (la palabra no me gusta mucho) por un tema de madurez con respecto a tu propio trabajo. La literatura es un espacio tremendo de conocimiento, pero sobre todo un espacio de conocimiento de uno mismo.  Y bueno Magallanes es un crisol de Culturas desde sus inicios. Se anexó al territorio chileno en 1843, fue colonia penal, un territorio castigo. Y luego con las oleadas de emigrantes desde distintos puntos de Chile, básicamente de Chiloe.

-En la última parte de la trilogía “Barragán”, hay un personaje muy interesante que  habría llegado a Magallanes de Francia escapando del desastre de la Comuna de Paris…
-…Toures, ese personaje fíjate que no es tan inocente. Hay una suerte de polémica, hay quienes sostienen que a Magallanes llegaron ex - comuneros o ex – comunans huyendo. La comuna de Paris fue en 1871 y hay otros historiadores un poco más oficiales que niegan la presencia de los ex – comunans.

Yo me la juego por qué si obviamente, pero de forma antojadiza. La primera Huelga de la cual hay registro en Magallanes data de 1874, curioso. Un año o dos después de que llegara una oleada de emigrantes Franceses. Lo que pasa es que ninguno de ellos iba a declarse mira soy un ex comunans. Tú sabes como se reprimió la comuna de Paris. Entonces yo me la juego por eso. La novela te lo permite, el rigor histórico no asfixia a la Novela sólo hasta el punto que el escritor lo quiera.

Fíjate que en la novela los personajes son finalmente funcionales a la historia. Por que yo necesitaba, por ejemplo, una sociedad Ganadera, una sociedad explotadora de Tierra del Fuego, con personajes duros para que la causa de Felipe Barragán tenga sentido.

Hay algo curioso con Barragán, mi primer libro se llamó La Cacería y está dedicado a Felipe Barragán. En ese tiempo yo jamás pensé que 20 años después iba a escribir una novela sobre este personaje, jamás lo pensé. Barragán fue un Insurgente metido en  la historia del exterminio indígena  (negado por la historia oficial, ojo con eso)…

- ¿Qué  hay en Felipe Barragán en ese sentido? ¿Cuál es la negación que pesa sobre él para que la historia oficial lo haga a un lado?
- Creo que con Barragán pasa lo que  pasa con muchos otros personajes de la Patagonia y no sólo de la Patagonia. Que son estos personajes insurrectos, que una vez borrados del Mapa, se les transforma en leyenda adrede. Cosa que las generaciones que continúen lleguen a concebir de que jamás existieron. Porque es un elemento muy negativo para la contraparte. Barragán no fue el único personaje negado históricamente, hay un personaje que ahora es famoso en la Patagonia argentina que es José Font (también conocido como Facón Grande), que fue un lider de la Huelga de 1921 y que fue el único que enfrentó a  las tropas del Ejercito Argentino, del 10 de caballería al mando del Teniente Coronel Varela y los derrotó. O sea los derrotaron peones de estancia al Ejercito, en una zona que se llama Tehuelche.

Tu no vas a creer pero 20 años después se decía que Facón grande no existía y que era una leyenda. Con las coplas campesinas quedó Facón grande finalmente como  una leyenda negra. Orlando Valle comienza una investigación muy acuciosa a partir de 1960 y da con Facón grande. Incluso está con un testimonio fotográfico antes de que fuese fusilado. Creo que con Barragán hay una situación así , hay un interés alrededor de ellos porque no transciendan. Los quieren como parte del Floklor.

Yo soy un convencido de que el personaje existió. Que los datos que entrega José Peric. En su libro “Extinción Indígena” (1986), son ciertos. Peric fue de esos muchachos que de muy pequeño escuchó de Barragán y se preocupó. Hay datos, de que nació en el Fuerte Bulnes de que su primer padre fue Tomás Barragán, un oficial de la Armada, curiosamente el primer “blanco” del estado chileno, muerto a manos de los indios.

De Felipe se dice que es hijo de Kalia, una niñita Tehuelche. Fue educado por curas, se cree que estuvo en Carmen de la Patagonia, luego vuelve a Magallanes y parte con Fabiano en 1892-1893, a construir la Misión la Candelaria en la zona del Páramo de la tierra del fuego. Hoy día eso está unos  20 km de la ciudad de río grande en la Republica de Argentina.

Este personaje, el manto de leyendas es un manto premeditado, a mi juicio.  Por eso me interesa el personaje. Porque la colonización en Magallanes fue rápida, fue violenta y no hubo oposición. Los pueblos de Patagonia y Tierra del Fuego…. no es lo que  ocurre con el Pueblo Mapuche, que tenían una tradición de resistencia, o de otros pueblos originarios en otros puntos del continente. Eran pueblos que del arte de la Guerra sabían poco, por lo tanto fue tierra arrasada.

Entonces Barragán… no es el único caso, pero es el más importantes en cuanto a Insurgentes en la zona, porque el atenta no sólo contra los intereses económicos de los blancos en Tierra del Fuego. Sino contra los blancos en sí. Se le atribuyen varias acciones directas, armadas. Es un personaje que llama la atención, a mi por lo menos, debe ser porque es mi alter ego. (Risas)… yo tengo un complejo de insurgente.

- ¿Como plantear esta insurgencia en términos actuales?
- A mi me gusta mucho el término Insurgente. El año 1998 junto a Juan Magal publicamos una Antología de la nueva poesía en Magallanes. Y el título de esa antología es “Antología Insurgente”. Dentro de lo que la Literatura lo permite la insurgencia viene a ser una forma de construir un imaginario paralelo al que ya te entregaron. Esto puede sonar medio ampuloso, pero creo que una de las funciones de la literatura es la creación de una contracultura  a la entelequia oficial. Los escritores y los poetas de una u otra manera, no sólo abordando temas como Barragán sino que incluso, la forma en como se aproximan a la literatura que formas emplean, haya elementos de contracultura también.

Generalmente a la Insurgencia se le relaciona con acciones casi directa o panfletaria en términos literarios, yo no creo en eso, y hay una alta responsabilidad nuestra en esto. La obra literaria tiene que ser a mi juicio, una obra literaria, con los elementos cualitativos que debe tener una obra literaria. Es una doble responsabilidad, cuidas el fondo y la forma, además. No haces arte por el arte solamente, por construir un objeto digno de adoración sino que buscas forjar un espacio libertario desde ese punto de vista, lo más libertario posible.

- ¿Como ves los nexos que hay entre los escritores del SUR, con las viejas y nuevas generaciones?
- Hay vasos comunicantes entre los escritores del Sur no muy acabados pero sí. Hay un contacto fluido con lo que está pasando con la poesía en Chiloe (y Chiloe vaya que es importante para la poesía chilena en el contexto nacional, con el grupo AUMEN que es el primer grupo de poesía chilena surgido después del Golpe Militar). Está la obra de Nemesio Alvarado de Calbuco, un escritor contemporáneo a Francisco Coloane, que tenia una relación muy cercana a Coloane y un tono literario similar. Y también hay nuevas formas, por ejemplo hay poesia urbana acá en Puerto Montt  con Harry Völmer, Rosa Betty Muñoz.

Para los escritores magallánicos ha sido importante la literatura que se hace en el sur de Chile. A ver nosotros somos patagónicos o sea más sur no puede ser, pero en el llamado sur de chile, este sur de chile (Décima Región). Nosotros somos tributarios también y hablo de mi generación, nosotros nos iniciamos con obras de escritores que eran de esta zona. Cuando uno balbuceaba por allá algunas cosas extrañaba el hecho de que acá hubieran poetas ya formados, fundando una cierta tradición. Tenemos un vínculo más cercano con los escritores de esta zona que con los del resto del país. Por razones no sé si obvia. Hay lazos sentimentales…opera el paisaje, la lejanía del centro, el clima riguroso. Etc. En esta zona se da como en muy pocas en términos literarios, esa connotación de provincia, de provincia lluviosa, provincia bucólica, no sólo con Jorge Tellier y la poesía de los lares.

-¿Crees que hay resentimiento desde los escritores de regiones a los del centro?
-Sí, lo creo. Hay que partir del hecho que administrativamente Chile, es un país muy centralizado. Ese resentimiento que tiene la población en general, de vivir en territorios que se sienten postergados, que se sienten marginados; También trasunta a la literatura de una y otra manera. Mira en los encuentros de escritores, sobre todo de poetas, este encono surge, pero es espontáneo y es por esta concepción tan centralista que tiene el país. Hasta la gente de Valparaíso tiene un encono con la capital; ocurre en todas partes, pero cuanto más extremo es peor. Hay escritores que hacen hasta gala de su resentimiento geográfico, uno de ellos es Hernán Rivera Letelier, Juan Cámeron, Jorge Tellier, Rolando Cárdenas, los poetas láricos vivieron en Santiago gran parte de sus vidas, pero en términos poéticos jamás abandonaron sus provincias. Y esa también era una forma de decirle a los capitalinos, oye no mi mundo poético está allá, aunque yo esté aquí, esta ciudad no me hace el mundo poético, o no quiero vivir este mundo poético. Yo sigo viviendo en Lautaro, en Magallanes o en Puerto Montt.
                       
-¿Qué hay del sur, del carácter del sur que te atraiga literariamente. Mas allá de la distancia y el resentimiento con el centro?
-La nostalgia, me interesa ese sentido lárico, me voy a apropiar de este término que acuñó Jorge Tellier y trasladarlo a la narrativa. Ese sentido lárico de la literatura. Si uno la lee con atención, cruza  gran parte de las obras, incluso aquellas que tiene las más altas pretensiones cosmopolitas.

-Pero en ese sentido pueden advertirse contrapuntos en tu obra. Recuerdo por ejemplo en tu segundo libro de poesía hay poemas como “Los niños del parque”, que marcan algo más urbano y actual en el SUR…
-Ah, eso es de “La Jauría desquiciada”,  de mis libros a pesar de ser de los inicios, a creo tiene que ser el más urbano. Aunque el libro también reúna textos como “Negación del SUR”, donde se habla de este sentido lárico. Pero porqué, porque más allá de que vivamos en zonas tremendamente apartadas, lamentablemente los elementos de la modernidad o postmodernidad también llegan, y entre esos “Los Niños del Parque”. En Punta Arenas ocurre con los chicos lo que ocurre en cualquier parte. Ahí yo hablo de  los niños cuando inhalaban neopren, o la prostitución infantil también es un fenómeno que hace 3 o 4 décadas no existía. La Jauría desquiciada da cuenta de eso. ¿Por qué?, porque la literatura magallánica siempre vio a la ciudad Punta Arenas casi como una novia, una obra hecha por tipos casi demiurgos, que luchando contra el viento, la nieve lograron levantar esa hermosa ciudad donde todos somos felices, y donde lo único que nos interesa es sacar adelante la tierra Magallánica, no es del todo así.

Con la “Jauría desquiciada” quise dar un poco una vuelta de tuerca. También está el otro lado, está la marginalidad, están los chicos que inhalan pegamento (como dice un tema por ahí de Schwenke & Nilo), están los elementos del consumismo. En fin  Por eso es que también la Jauría.. tiene ese aspecto, a parte es que me gusta mucho la poesía norteamericana, la poesía exteriorista y ese libro (no estoy diciendo que llegara a ese nivel), pero pretende ser exteriorista, son notaciones de lo que uno ve, si mucho adorno, es un lenguaje más seco, más directo.

 

 

 

 

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