BUENOS VIENTOS
El amor nuestro fue una belleza incandescente, paseada con
dignidad entre sobresaltos y disculpas.
Lo nuestro creció de golpe, auspiciado por la buena voluntad de
algunos vientos que no supieron sino alterar nuestros caminos,
unificar nuestras distancias, darnos una mano.
Fueron los únicos culpables de esta feroz batalla por la aventura,
recientemente concluida.
FANDANGO
Necesito tu mirada. Y también la cadencia leve de tus pasos
alejándose en el tiempo.
Necesito que me detengas, que hagas de mí uno de tus brazos o de
tus piernas, uno cualquiera de tus órganos.
N.
Si yo te hubiera dicho: el corazón es una fruta enorme. Si te hubiera
cantado con estas palabras de descontento y de traición, si hubiera
abierto una sola de mis llagas, podrías hoy dormir al lado mío.
Pero el cansancio espera y esto es mucho. La vida no da más de lo
que se le pide. Las distancias se agrandan o se rompen.
La tierra tiene un ritmo.
LA VOZ TOMADA
Cuando se quiebre la lengua del amor, nos quedará todavía esta
palabra ronca.
Cuando no pueda decir, volverá todavía a mi garganta el eco de tu
cuerpo.
MORA
Mujeres crujientes al sol crudo. Sólo tú permaneces, una y posible,
en medio del retumbar de las playas.
Obligándome a aceptar tu nueva luz, tu desafío.
Un día cualquiera volveré a amarte como en el gesto primero del
mundo. Una noche cualquiera un hombre desnudará tu rostro y verá
los colores reales de la tormenta.
ELLA DE PRONTO
Vuelvo a caer en tus redes.
En el viento bajo del orgullo, en la marea del odio, vuelvo a
desconocerte.
A rodar sin perdón hacia tu belleza fácilmente aceptable.
Vuelvo a caer en la dura nostalgia.
En tus pantanos ágiles.
En el olor inmortal que te oscurece y te entrega al hombre que
canta en medio del peligro.
HIROSHIMA MON AMOUR
una mujer desciende envuelta en desesperado orgullo del aire de su
/casa
como hija de la lástima feroz de la furia pequeña provincial
el mundo contento arde quieto a su alrededor
canta en el interior de esa mujer el mundo como una boca de fuego
un hombre lejano la contempla con ojos de desesperado amor
ese hombre es otros hombres es el mismo amor cantando para
/sobrevivir
el mundo contento arde veloz a su alrededor
canta en el interior de ese hombre el mundo como una boca de
/fuego
cuando la palabra amor no tenga necesidad de ser pronunciada
amor en todos los cuerpos desesperados ardiendo tranquilos
el mundo contento como una boca de fuego
una mujer y un hombre lentamente a su alrededor
PRAYER TO A WOMAN’S BODY
Así, como quien quiere
la cosa, con poco disimulo, con pasión,
me digo que te mire, soy
arrojado a la más fresca ferocidad.
Caer, caer del todo,
hasta lo cóncavo y sereno y fértil y magnánimo,
convencido de prisa, sediento de antemano.
La selva doble cruje haciéndose desierta
para dejar pasar la inocencia del fuego.
Piedad de los metales, oh rocas
miserables.
El vacío
es una ciencia que adormece.
DÉJÀ VU
Una mujer se desnuda en mi memoria
mientras afuera resplandece la ciudad
o llueve y hace frío
Una mujer lava su pelo negro con el agua de mi infancia
una distancia va formándose
Su piel es lenta y fresca como la mañana que acaricia
su voz se hace lejana
Una mujer me alcanza
el primer seno descubierto
el primer seno acariciado
Mientras adentro resplandece la memoria
CUANDO ESTÁS DESNUDA
Cuando estás desnuda
relumbras en lo oscuro
Cuando estás desnuda
como todas las cosas
Cuando estás desnuda
el pudor no te vela
Cuando estás desnuda
fresca y resplandeciente
Cuando estás desnuda
el lecho te reclama
Cuando estás desnuda
coronada de noche
CREPÚSCULO DE VENUS
En el momento
justo
en que el sol
ávido
y ciego para el cielo
desnudo
aureola
tu silueta
y vuelve discernible
contra un fondo de espanto
encantado
la línea
frágil y firme
que desde tu talón
ciñe
la aún grácil
pantorrilla
y asciende
decidida
a orillas de tus muslos,
a la pulpa
bendita de tus nalgas,
a ese vello sagrado,
y luego
comba tu claro vientre
de frescura recóndita,
la gloria de tus senos,
el neto mediodía
de tu garganta
deliciosa y terrible,
el alba de tus sienes
y se desliza
allí
huyendo por tu frente,
cruzas la calle
en el violento
resplandor
del verano
mortal
y tu belleza
oscilante
sobre los tacones
en su precisa
madurez
traspasa un límite,
comienza
a diluirse,
se transforma,
quiebra
su longitud,
no se percibe
pero se muestra
todavía
--cobra feliz--
a otros
saliendo
de la luz, entrando
ya en la sombra,
en el momento.
CIRCE, NO VENUS
(Por ellas, Ella habla:)
“Derrochaste mis muslos.
Pero no sólo eso.
¿O acaso no me oías
aullar en la alta noche?
No te buscaba a ti:
buscaba tu sustancia
(el fuego que te habita
o soñé te habitaba).
Desmedida, voraz
como todo lo humano,
me irritó tu ternura
delicada y feroz.
Si la vida te pasa
sin que la tomes viva,
la muerte ordena todo
o todo desordena.
Y sólo encontrarás
(compréndeme insaciable)
al buscar lo que buscas.”