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        Patrimonio - 2013 | index | Rodolfo Alonso  | Autores |
       
       
       
         
         
         
        
        
        
        ¡Viva  la III República  española!
        Por Rodolfo Alonso 
         
         
         
        
            
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        De pronto, pero no de improviso,  inesperadas y numerosas cantidades de españoles inundaron este 14 de abril la Puerta del Sol y mil otras  plazas del país, ondeando vigorosa y firmemente la legendaria bandera tricolor:  violeta, amarillo, rojo, de la   República española, acompañada de viva voz por consignas tan  actuales como concretas.
          
  Sería  un error pensar que sólo se trató de un gesto de justicia histórica, de un  homenaje memorioso a aquel otro 14 de abril de 
1931 en que unas elecciones  municipales dieron el triunfo al Frente Popular, y acarrearon la acelerada caída  del monarca de entonces. Porque aunque sin duda son otras, y más jóvenes, los  muchos miles de manos españolas que vuelven a hacerla flamear ahora con  orgullo, y siempre en su nombre, también son otras la dura realidad y las penurias  que hoy los empujan a las calles.
  
  Abortada  en poco tiempo, la Primera República  no llegó casi a desplegar sus sueños. Cercenada de raíz, en sus luminosas realizaciones  y en su corajuda resistencia ante el franquismo la Segunda, sólo pudo  imponerse una férrea y larga dictadura  provocando  una sangrienta guerra civil (1936-1939), con un millón de muertos y después de  haber entregado su propio pueblo a la injuria asesina de las mejores divisiones  nazis y fascistas. 
  
  Es  sobre las ruinas, el dolor, la furia, la frustración y el desengaño que afligen  hoy a millones de españoles, es buscando encontrar el futuro hacia una nueva  España para una nueva sociedad, donde ya no tengan lugar el político arribista  y mentiroso, ideológicamente vaciado y de doble faz, los adalides de la  dictadura del mercado, la banca pirata, los purpurados fariseos, la intolerable  carga y la estruendosa indignidad de una monarquía cuyo ciclo ya se cumplió  hace rato, si es que alguna vez lo tuvo, que levantan ahora sus voces y sus  mentes los jóvenes españoles de todas las edades.
  
  Con  la misma emoción que descubrí, admirado, en el poema “In eins” de su indeleble libro “Die  niemandsrose” (1961), que un gran poeta de vida y obra tan significativos  como Paul Celan volvía a citar allí, directamente en castellano, aquel grito indeleble  que desde el Madrid sitiado recorrió al mundo entero: “¡No pasarán!”, presiento  y siento germinar en el sufrido y expoliado pueblo español las semillas de un  nuevo renacimiento.
  
  Y  me animo también a gritar con ellos, como uno más de ellos: ¡Abajo la  monarquía! ¡Viva la III República  española! ¡No pasarán!
        
        *  Poeta, traductor y ensayista argentino, de padres  gallegos e infancia bilingüe.