Proyecto Patrimonio - 2019 | index | Juan Luis Martínez | Jorge Polanco | Rodrigo Arroyo |
Autores |






 



El asunto Martínez.
La desaparición del libro “Juan Luis Martínez, poeta apocalíptico”, de Jorge Polanco Salinas

Por Rodrigo Arroyo



.. .. .. .. ..

Una casa desbarrancándose, cayendo a un precipicio, es lo que vemos en Señales de ruta, documental que Tevo Díaz dedicara a Juan Luis Martínez. Imagen, movimiento que no deja de volver al momento de pensar en la poética de Juan Luis Martínez, y al mismo tiempo, en Juan Luis Martínez; paradoja que evidencia la dolorosa y vulgar fractura de algo que ya no es posible pensar como un todo, y que a su vez da cuenta de uno de los más vergonzosos desenlaces editoriales del último periodo. Pero al mismo tiempo viene a confirmar algo que podíamos leer y observar en huellas y gestos esporádicos que, producto de su inagotable reiteración, han conseguido infiltrar la producción literaria de las últimas décadas, dejando a la poética, y la reflexión sobre la misma, subyugada o dependiente de una lógica de mercado. Cosa que, cabría reiterar, viene ocurriendo hace ya un tiempo en la poesía chilena, mundo o ámbito que –ingenua, cómplice o torpemente– creíamos libre de tal peligro. Espacio que abiertamente nos revelaría, parafraseando a Sergio Rojas, una incómoda pregunta: ¿qué es la poesía sino la existencia de un mercado editorial que da cuenta de ella? Pregunta que en su extensión acusa la distancia de quien, ligado a un supuesto mundo intelectual, se aleja de la praxis o participación directa de una realidad o contexto determinado.

Pero, ¿de qué hablamos cuando hablamos de esto?, ¿qué significa el asunto Martínez?, ¿le importará a los miembros de la fundación o a quienes manejen los derechos de autor del poeta el que hayan conseguido que una de las obras más interesantes de la poesía chilena desde la dictadura se piense en términos económicos y no en términos poéticos? Porque al permitir que el mercado y no la reflexión sean los encargados de asignarle un valor a su producción, se hace visible la estulticia de quien pretende convertir la mercancía en un objeto de colección solamente a partir del valor asignado a dicha mercancía, ignorando el procedimiento adecuado para ello, descrito por Walter Benjamin en El libro de los pasajes. El acto de rememorar, explicaba el filósofo judío, es el proceso que permite transformar las mercancías en objetos de un conjunto o colección. ¿Serán capaces de notar que con todo esto Juan Luis Martínez sea aquella casa que no deja de caer, una casa cayendo fuera de la poesía, entrando de lleno al caos absoluto de un mercado cimentado sobre la lógica de la desregulación?. Así, mientras la obra de Juan Luis Martínez llevó a los límites aquellos procedimientos, estéticas, y posibilidades de sentido atisbadas y exploradas en un primer momento por el dadaísmo, el surrealismo, la patafísica o el grupo Oulipo, por mencionar algunas formas de expresión y pensamiento; los custodios[1] de su herencia literaria parecieran haberse encomendado la misión de llevar su obra al límite, pero al límite exterior del pensamiento poético, estableciendo que ella se deba pensar y valorar desde una lógica especulativa y elitista. Para lo cual se han valido de la construcción y mantención del mito Martínez a lo largo de los años, llegando a fundir una lógica de mercado con una lógica poética. Lo que nos lleva a pensar, en palabras de Pablo Aravena[2], en la articulación –de parte de los custodios– de una obra que se nos presenta como hegemonía absoluta, resultado de una particular fusión entre pensamiento económico y pensamiento poético. Lo que a contrapelo nos revela el miserable cariz de algunos gestores culturales, fundaciones o miembros de la academia que, ansiosos por administrar y determinar las posibilidades de sentido de una producción, valiéndose de vetos o diversas estrategias que habrían de concederles un espacio o jerarquía, terminan apropiándose de los autores que dicen estudiar o tutelar. Restringiendo o controlando la difusión de su obra o, incluso más, partes de su biografía. Suposición que probablemente no sea más que una ficción, y que en este caso la trama no sea tan compleja y ominosa como podríamos imaginar y solamente se trate de un asunto pecuniario.

Ahora bien, este mito no parte, como podríamos pensar, con la especulación a la que se ha visto expuesta la producción poético-visual de Martínez en términos comerciales, sino al modo en que los custodios han decidido hacerla pública. Y para ahondar en ello tendríamos que revisar los escándalos que han venido aparejados con algunas de sus publicaciones póstumas como son: Poemas del otro, La nueva novela anotada, y ahora, Juan Luis Martínez, poeta apocalíptico. Siendo en el primer caso el investigador estadounidense Scott Weintraub quien descubre la última broma de Martínez, ignorada completamente por los custodios y por el editor del libro, Cristóbal Joannon. Broma que significó publicar textos del poeta suizo-catalán Juan Luis Martínez, traducidos por su homónimo nacional, como si fueran autoría de este último. Luego de lo cual vendría otro episodio, diríamos aún más vergonzoso, en el cual se hace pública una versión de La nueva novela, revisada supuestamente por el mismo Martínez, ejemplar que incluiría las anotaciones manuscritas del autor, como aseguraban tanto los custodios como el abogado Pedro Montes, director de la galería de arte D21, “quien ha estado a cargo de las publicaciones póstumas de Martínez”[3]. Lo que fue puesto en entredicho por el mismo Weintraub, quien posteriormente entrevistaría al autor de las mismas, Ricardo Cárcamo. Es curioso advertir, por decirlo de algún modo, que este empeño editorial, evidentemente elitista, no haya sido correctamente administrado por esa supuesta élite que, al parecer, desea mantener para sí y para los suyos el dominio de una obra y un autor. Curiosidad que nos lleva a pensar en la desprolijidad, miopía o torpeza, pero así también cierta conciencia de clase, tan fácil de reconocer en la derecha de este país. Sector político constituido o representado, irónicamente, sobre la base de la familia; punto que nos impide considerar un cierre o conclusión de este mito sin antes recordar a Freud. Y es que en la novela familiar se nos presentan las fantasías ocultas o traumáticas familiares de los pacientes; lo que en el fondo oculta una pregunta más precisa, ¿qué secretos inquietantes ocultan las relaciones familiares de los artistas y escritores?

Adquirí un ejemplar de Juan Luis Martínez, poeta apocalíptico, de Jorge Polanco, publicado por la editorial de la Universidad de Valparaíso, en doce mil pesos, lo cual creo significativo mencionar más allá de su bajo costo, por varias razones, entre las que a mi juicio habría que destacar dos: la posibilidad de adquirir un trabajo de semejante magnitud a dicho precio y el espíritu editorial que busca difundir y promover el pensamiento. Pues bien, excusándome por el desliz de la experiencia personal, al momento de buscar otro ejemplar me encuentro con la sorpresa que la librería debía retirar de circulación el libro. Lo que se repite de librería en librería. El mito Martínez, otra vez, supuse. ¿Qué será?, el rumor en las conversaciones del mundillo literario apuntaba a los custodios, al pago de derechos, a mantener un costo elevado y prohibitivo de su obra, a cierta forma velada pero al mismo tiempo directa de censura y restricción. Rumores que solo alimentan el desconcierto y la incredulidad, ¿qué sentido tendría el retiro de una obra que analiza con suma rigurosidad y profundidad la obra “completa” de un autor?; y es que, podríamos afirmar sin temor a equivocarnos o caer en la exageración, que este libro desaparecido constituye un amplio, profundo y sistemático estudio sobre la obra de Martínez, siguiendo el autor del mismo una línea de reflexión y análisis iniciada al estudiar la obra de Enrique Lihn. Qué será, entonces, vuelvo a preguntarme, con un dejo amargo.

Siempre es septiembre, nos recuerda el calendario de Alfredo Jaar; y es que hay cosas que parecieran no cambiar en este país, no lo sé, ciertas palabras: élite, censura, codicia, dinero, desaparición.

 

 

* * *

Notas


[1] Así mencionaremos de ahora en adelante, a los responsables de negociar la obra de Martínez. Ya sean estos herederos o bien miembros de la fundación homónima.

[2] Palabras que también, a partir de la lectura que hace de Byung-Chul Han, nos llevan a entender al neoliberalismo “no como mero modelo económico, sino como una matriz productora de subjetividad, es decir de producción de un tipo de sujetos en los que podemos reconocer unos rasgos generales que los hacen pertenecer a nuestra época, o mejor dicho a nuestra actualidad.” Revisar, Un afán conservador, Ediciones Inubicalistas 2019.



 

 

Proyecto Patrimonio Año 2019
A Página Principal
| A Archivo Juan Luis Martínez | A Archivo Jorge Polanco | A Archivo Rodrigo Arroyo | A Archivo de Autores |

www.letras.mysite.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez Solorza.
e-mail: letras.s5.com@gmail.com
El asunto Martínez.
La desaparición del libro “Juan Luis Martínez, poeta apocalíptico”, de Jorge Polanco Salinas.
Por Rodrigo Arroyo