Hay palabras oscuras y cripticas que resuenan por milenios en la memoria colectiva del género humano por el mensaje peculiarmente profundo que trasmiten. Roberto Bolaño (Santiago de Chile, 1953-Barcelona, 2003), uno de los autores latinoamericanos más importantes de las ultimas décadas, parecía entender esto a la perfección, pues con sus obras nos convoca a seguirle por un universo caótico y de ritmo intrincado que se desenvuelve de una manera inesperada a cada vuelta de página. Este universo literario, en extremo inusual, que se presentó hace ya algunos ayeres con nombres tan diversos como: La pista de hielo (1993), Monsieur Pain (1999), Amberes (2002) o El gaucho insufrible (2003), entre otros, ahora reaparece bajo la denominación de El Tercer Reich.
Esta novela, publicada en 2010 por la editorial española Anagrama, se une al auge de publicaciones póstumas de este autor chileno dentro de las cuales es preciso mencionar 2666 (2004), La universidad desconocida (2007) y El secreto del mal (2007). Sin embargo, a diferencia de estas, El Tercer Reich sale a la luz rodeada de mucha polémica: se especulaban las razones que llevaron a su autor a no publicarla en vida. Asimismo, se ha dicho que Bolaño no la publicó inmediatamente porque la novela no satisfizo su gran ambición literaria o bien porque en ella se retrataba a si mismo como el novelista que no quería ser. Fuesen cuales fuesen los motivos de Bolaño para permitir que esta obra se empapase con el cruel polvo del olvido, ahora los llamados bolañistas y el público en general la tienen al alcance de la mano.
El Tercer Reich ha sido presentada en varios medios de comunicación (periódicos, revistas de arte y literatura, programas de televisión, etc.) como la primera novela escrita por Bolaño. Sin embargo, la novela es la cuarta producida por el autor de La literatura nazi en América, según confirmó el editor, fundador y director de Anagrama, Jorge Herralde, al periódico uruguayo El Observador. Según nuestras informaciones, Bolaño escribió Amberes en 1980, Monsieur Pain en 1983 y La pista de hielo en 1986, independientemente de que las fechas de sus respectivas publicaciones hayan sido más tardías. Por lo tanto, El Tercer Reich escrita en 1989, es su cuarta novela o incluso la quinta, si contamos la que escribió con Antonio García Porta, Consejos de un discípulo de Morrison a un fanático de Joyce, publicada en 1984.
La nueva entrega de Bolaño nos remite a La pista de hielo: en ambas se percibe un lazo consanguíneo pues se encuentran ambientadas en un pueblo de la Costa Brava catalana, aunque La pista de hielo es una novela polifónica y El Tercer Reich está contada en primera persona y en forma de diario. Participa también de algunas características de sus principales novelas: el atrevimiento imaginativo, el sexo, el humor y la erudición marginal del autor. Es esta última característica, sin embargo, una de las más sobresalientes, pues en El Tercer Reich el lector podrá toparse con el extraordinario conocimiento que Bolaño poseía sobre los poetas obreros alemanes del periodo de entreguerras, cercanos estéticamente al expresionismo y miembros del circulo Kreis Nyland, como Heinrich Lersch, Max Barthel, Gerrit Engelke y el desafortunado Karl Bröger.
No se encontrará en la novela, por más que se busque, la abulia que muchos críticos literarios afirman que Bolaño mostró al escribirla. Si bien esta no es de lo mejor del autor -no se percibe en ella la explosión atómica y fabulística de sus últimos títulos-, se pueden distinguir los trazos mágicos propios de la literatura bolañiana: el dolor soterrado, la gravitación del misterio en la trama y el constante juego con los personajes.
El Tercer Reich se presenta bajo el burdo telón de un simple relato veraniego en el cual se gesta una pesadilla que llevará al protagonista al borde de la autodestrucción. En la novela escuchamos la voz de Udo Berger, un joven de 25 años, oriundo de Stuttgart, fiero amante y campeón de un wargame llamado Tercer Reich, a través de las páginas del diario que escribe tras llegar a Costa Brava y hospedarse con su novia, Ingeborg, en el hotel Del Mar.
Sin embargo, mientras Ingeborg disfruta de la playa y el sol de agosto, Udo se encierra en la habitación donde despliega un enorme tablero repleto de fichas que representan unidades blindadas, regimientos de infantería y fuerzas de combate aéreo, con el firme propósito de crear una nueva estrategia que presentará como ponencia en un congreso en París. Una noche, en una discoteca local, Udo e Ingeborg conocen a Charly y Hanna, otra pareja de jóvenes alemanes, con quienes beben y visitan los bares y discotecas del lugar. En una de estas salidas nocturnas se topan con dos personajes potencialmente peligrosos: el Lobo y el Cordero. Estos sumergirán a Ingeborg, Hanna , Charly y, en menor medida, a Udo en un ambiente putrefacto y turbio. Otro de los personajes enigmáticos de la trama es la hermosa Frau Else. Udo la conoció cuando el era un adolescente y se instalaba con sus padres en el Del Mar. Entre Frau Else y Udo surge una extraña relación, en la que ella suele seducirlo para después rechazarlo. Pero la relación más inquietante en la novela es la que Udo sostiene con el Quemado, un ominoso personaje dueño de patines de alquiler, quien se iniciará en las estrategias confusas del extraño juego de mesa.
El Tercer Reich, a pesar de no ser de lo mejor de Bolaño, resulta apasionante, misteriosa y simbólica. En ella se puede vislumbrar a un Bolaño diferente, que presenta un sinnúmero de senderos que convergen en el mismo. El Tercer Reich es genuinamente Bolaño.
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Roberto Bolaño, El Tercer Reich,
Anagrama, Barcelona, 2010 , 360 pp.
Por Jesus Arriola Rivera
Publicado en La palabra y el hombre, N°76, invierno de 2011