Diatriba Para Con Un Cronista del Diario La Nación del Domingo
Por Un Lector del Sur
Rodolfo Hlousek Astudillo
Sr. Gonzalo León, me parece muy bien su desplazamiento dentro de la feria del Libro de Santiago, un apunte al interior de la industria cultural centralizada y monopolizada por los escritores de turno (la excepción es el “ex poeta”, el demoledor José Ángel Cuevas). También se agradece su humor cronístico en LND, sus sobajeos a las editoriales independientes, porque no podemos decir que fue un panorama o un intento de ensayo dentro de un párrafo en las dos páginas sitiadas por su pluma. También se le olvidó declarar su diferencia hacia las políticas editoriales del presidente de La Cámara chilena del Libro y La Lectura, Pablo Dittborn (foto tenebrosa en la que hace gala en el diario El Mercurio), quien además tuvo un prontuario en Quimantú, pero toda esa lección parécele habérsele olvidado al hombre. Considere León que arrastro las “eses” para abrir mi breve y espero que sea afilado debate.
En La Nación del Domingo (del 16 de noviembre), su crónica rotulada como A Sangre Fría, despliega un texto bastante farandulero, simpático eso sí -no lo puedo negar-, pero torpe, substancioso y muy vacuo. Vayamos con calma. Un Día Como Escritor En La Feria del Libro de Santiago, PENDEJOS. Se enorgullece de verse rodeado de escritores, aún criticando muy entre líneas éste montaje publicitario y propagandístico de los escritores de turno. Además del problema de distribución, por ende, la comercialización de su obra. A lo que debo agregar las felicitaciones a Calabaza del Diablo por su incremento al ejercicio del doble pensar y la revista de antaño (se acordaran). Hasta aquí vamos bien. No obstante, dejó de agradarme cuando leí la indigente descripción que hace a unos de los ganadores del premio Roberto Bolaño del presente año, cito: “Acabo de ingresar a la sala donde se efectuará la ceremonia del Premio Roberto Bolaño en sus diferentes categorías. A Diego Zúñiga (…)”. Por aquí vamos bien, pero al indicar a otro autor que ni siquiera menciona por nombre y apellido, más encima lo reseña de la siguiente manera: “Otro, proveniente del sur, habla arrastrando las eses (a no confundir con heces)”… queda poner el tilde por el Tremendo desparpajo para un escritor de los nuestros, de esos que creen en Santiago que se peinan diariamente con el lirismo lárico, criollo, o lo meramente bucólico Lo que es un error que raya la ignominia, señor cronista. Dese el tiempo de viajar fuera de la cuadrícula, de las zonas claras del centro o la región prodictadurial.
Ese a quien mencionó ceñidamente, ganó el premio Roberto Bolaño en poesía (no daré su nombre porque sería contribuir a esta liviandad), pero las claves para quienes se interesan en su obra, es que es de Puerto Varas. Miembro del taller de la Fundación Neruda, Zona Sur, con Clemente Riedemann; zona donde realiza su trabajo Sergio Mansilla y Paulo Huirimilla, entre varios que han contribuido a extender la república más allá del imaginario centralista, de la cual aún no nos hemos acostumbrado (para su dolor de cabeza) y que no daré más nombres para que no suene a afán de soberbia erudita y para no dejarlo fuera de campo del conocimiento desde este otro lado. Debería sumar por último a la amable editorial Kultrún, de Valdivia.
Váyase con cuidado, no sea que ustedes arrastran la T para decir Santiago?. De esto nos hemos dado cuenta cada vez que vamos a la capital resistiéndonos a vestirnos como Martín Rivas, porque simplemente no nos interesa.