Proyecto Patrimonio - 2018 | index | Hurón Magma | Ricardo Herrera Alarcón | Autores |
Presentación en la Feria del libro de Temuco de Si mañana llueve. Obra escogida
de Hurón Magma, y Horóscopo de Sagitario, de Gerardo Araneda.
Por Ricardo Herrera Alarcón
.. .. .. .. ..
Hurón Magma (Lago Ranco 1961) nos entrega con Si mañana llueve. Obra escogida (Bogavantes 2018), una recopilación de su obra editada hasta la fecha, además de incorporar hacia el final del texto una serie de poemas inéditos. En este (su quinto libro) se puede mirar hacia atrás y hacer un recorrido por este universo tan personal que Hurón ha ido construyendo a través de todos estos años. Fue en el verano recién pasado que acometí la tarea de seleccionar los poemas de este libro y escribir un pequeño estudio introductorio, un prólogo que intenta dar cuenta de algunas de las preocupaciones centrales que el autor aborda cuando escribe. No es la primera vez que me acercaba a su obra. Conocí al poeta y al amigo en el liceo Pablo Neruda donde también me topé con la figura del escritor Gerardo Araneda, ambos miembros del taller literario Pewán de ese liceo.
La poesía de Hurón se despliega en Si mañana llueve con esa transparencia y sencillez que la caracteriza, esa búsqueda de una realidad visible e invisible, donde la fábula y el mito conviven junto a la protesta social y un erotismo donde la mujer funda y desfunda el mundo, dibuja y borra un paisaje que a veces le debe más a los sueños que al insomnio o la realidad. Una poesía donde convive también la preocupación ecológica con la reflexión sobre la muerte y el significado profundo de los afectos en un mundo fundado en la sospecha de las relaciones humanas. La lectura de su poesía tiene también esa orfandad no dolorosa, ese aceptar la fragilidad del existir a través de una mirada que es capaz de sorprenderse con el gesto mínimo de seres y cosas: una invitación a superar el tedio, a descubrir el rito milagroso de los actos cotidianos, su liturgia pagana, el bautismo carnavalesco que realiza el poeta al nombrar por primera vez esa agua y no otra, ese lugar del bosque no andado aún, ese ángulo que prefiere una fotografía borrosa de la pureza y no la pureza inmaculada.
Gerardo Araneda (Temuco, 1963), por su parte, fue durante años uno de esos escritores Bartleby que resistían las tentaciones de la escritura y la publicación, un escritor secreto, un fantasma quizás enfermo de literatura que deambulaba entre las sombras de un mundillo literario temucano y carmenere, de luces opacas y frías. Con la publicación de Horóscopo de Sagitario (Bogavantes 2018), Gerardo ha regresado a un lugar del que pienso nunca partió. La poesía de este libro constituye a mi modo de escuchar, tocar, oler o ver una manera posible de hundirse en lo cotidiano, extender la mano hacia el fondo del día y la noche para extraer el oro que yace escondido bajo el barro o la sombra, allí donde algo o alguien nos impide ser nosotros mismos Aquí y Ahora. Las huellas de sus influencias parecen diluidas o sabiamente borradas de la escritura. Los poemas son días, estados del tiempo, sortilegios donde se lee una utopía personal del reencantamiento, de una nueva fe sin Dios, pero con mucha luz y agua. Un diario cuyas noticias hablan de quiénes fuimos y quiénes somos, como si el solo respirar, sentarse en una plaza o ejecutar el acto de la remembranza fuera el merecido titular de una noticia que nos debería importar a pesar de que insistamos en su intrascendencia. Eso son los poemas de este libro: un desmentido a los pronósticos del mal tiempo y la lluvia. Si algo comparte la poesía de Gerardo Araneda con la de Hurón Magma es su negación del vacío, la posibilidad de un territorio donde el escepticismo, si aparece, es la constatación de un estado, nunca una certeza ni una bandera de lucha.
Dos autores y dos poéticas que apuestan a una obra llena de ese silencio que viene justo detrás del sonido de la lluvia sobre los techos. Ese eco, ese olor a humedad, donde la palabra belleza no suena extraña o ajena, amarga o injuriosa.